A partir de la declaración de la emergencia agropecuaria, los productores pueden acceder a diferentes tipos de financiamiento y cuentan con beneficios impositivos.
El Gobierno de la Provincia de Buenos Aires continúa tomando medidas de acompañamiento a los productores bonaerenses que fueron afectados por la sequía. En este marco, en noviembre de 2022 declaró la emergencia o desastre agropecuario poniendo a disposición distintas líneas de financiamiento a tasas accesibles y acordando beneficios impositivos para mitigar el impacto.
Actualmente son 67 los municipios que están incluidos en la emergencia declarada por el Ejecutivo provincial, que establece que aquellos productores que hayan visto afectada su producción o capacidad de producción entre el 50% y el 79%, serán considerados en estado de Emergencia Agropecuaria y recibirán una prórroga del pago del Impuesto Inmobiliario Rural. Por su parte, quienes hayan visto afectada su producción o capacidad de producción entre el 80% y el 100% entrarán en la categoría de Desastre Agropecuario y serán eximidos del pago del Impuesto Rural. La Ley también prevé la suspensión de ejecuciones fiscales hasta 180 días de finalizado el periodo de emergencia.
Además, ante la homologación de la emergencia a nivel nacional, los productores afectados por la sequía pueden acceder a beneficios como: deducción de ganancias por la venta forzosa de animales; diferimientos de vencimientos de obligaciones impositivas; reducciones para los monotributistas afectados; y la suspensión del inicio de ejecuciones fiscales.
Adicionalmente a lo establecido en la ley de Emergencia, desde el Banco Provincia también se implementaron líneas de financiamiento con el foco puesto en los pequeños y medianos productores, en el marco de las cuales ya se han otorgado más de 2.400 millones de pesos en créditos con tasas especiales a damnificados. Las nuevas líneas de préstamos abarcan a las explotaciones de hasta 500 hectáreas y tienen un monto máximo de 10 millones de pesos, cuentan con un plazo de hasta 36 meses y tasa fija del 47% anual con 6 meses de gracia.
La regional Junín del Bapro (de Junín y alrededores) fue la que más financiamiento demandó, con un total por 874 millones de pesos. La lista continúa con: la regional Chivilcoy (Chivilcoy y distritos aledaños) con 479 millones y la regional Pehuajó (que incluye distritos de la zona) con 348 millones de pesos.
Por otra parte, el Ministerio de Desarrollo Agrario ofrece un Aporte No Reintegrable para la Agricultura Familiar ante eventos climáticos adversos que otorga montos de hasta $200.000, destinados a la recomposición de la infraestructura dañada, la adquisición de insumos productivos para reiniciar el ciclo de producción y la reposición de animales muertos o afectados.
También cuenta con una Línea de Financiamiento Ante Eventos Climáticos Extremos con montos de hasta $1.500.000 y tasa del 35% para el reinicio del ciclo productivo, y otra de Financiamiento para Prevención y Mitigación de Emergencias. Al momento, desde la cartera que dirige Javier Rodríguez se entregaron $158 millones a través del Fondo Agrario a productoras y productores agropecuarios afectados por la sequía.