Antonio Sitro (1929-2014) fue integrante y fundador del Grupo Sí de la Plata, donde junto a artistas como Carlos Pacheco, Alejandro Puente, César Paternosto y Dalmiro Sirabo, entre otros, se apartó deliberadamente de las tradiciones académicas e indagó en el informalismo.

Tal experiencia le posibilitaría el acceso a las “estructuras primarias” que posteriormente lo llevaron a tomar el camino de la abstracción geométrica.

A fines de los sesenta comenzó a explorar el espacio a partir de una aproximación empírica a la geometría, en concordancia con otros ex miembros del grupo. Los volúmenes definidos y los planos simples son los medios con los que darán origen a una nueva y elemental sintaxis visual que llevará al colectivo de artistas a una concepción diferente de la pintura. Para ellos, trabajar con colores planos y homogéneos significaba, primordialmente, el decisivo abandono de toda tradición ilusionista.

Las obras aquí presentes pueden situarse dentro de ese marco de exploración, donde el trabajo enfatiza el juego de formas geométricas y los colores planos. La función del arte, desde esta nueva perspectiva, ya no sería hacer un semblante de la realidad, sino por el contrario, desnudar su vacuidad.

Las pinturas de Sitro muestran que es posible hacer algo con la Nada, que haciendo pie en el Vacío es posible generar ilusión de planidad.