El dengue es una enfermedad infecciosa transmitida principalmente por la picadura del mosquito Aedes aegypti ,que adquiere el virus al alimentarse de personas con la enfermedad, y lo transmite al picar a otras. El contagio no ocurre de persona a persona.
Este mosquito tiene hábitos domiciliarios, solo necesita agua acumulada en algún objeto o recipiente para dejar sus huevos y reproducirse. Por eso, la medida más importante de prevención es la eliminación de los criaderos, es decir todos aquellos recipientes que acumulen agua dentro y fuera de casa.
Mediante tareas simples, podemos evitar que el mosquito se reproduzca. Por eso TAPÁ, LAVÁ, TIRÁ , GIRÁ todos los objetos que puedan acumular agua.
Conocé más sobre limpieza y descacharrado de objetos.
Usar siempre repelentes, siguiendo cuidadosamente las recomendaciones del envase.
Utilizar ropa clara que cubra los brazos y las piernas, especialmente durante las actividades al aire libre.
Proteger cunas y cochecitos de bebés con telas mosquiteras.
Emplear repelentes ambientales como tabletas y espirales.
Si tenés FIEBRE y alguno de estos síntomas, no te automediques, tomá abundante agua y consultá en el centro de salud más cercano.
Fiebre de 38° o más
Dolor de cabeza o detrás de los ojos
Sarpullido
Dolor articular o muscular
Dolor abdominal
Náuseas y vómitos
Los síntomas pueden ser de mayor gravedad en personas que ya tuvieron dengue, niños y niñas, personas mayores o inmunosuprimidas.
El o la profesional de la salud puede indicar reposo, paracetamol (no se recomienda ningún otro tipo de analgésicos y/o antitérmicos), abundante hidratación oral, y en el caso de náuseas o vómitos persistentes, hidratación endovenosa.
En caso de FIEBRE ALTA se recomienda:
Si te diagnosticaron dengue, es importante que prestes atención a la evolución de la enfermedad, en especial entre el cuarto y el sexto día desde el contagio, ya que es una fase peligrosa y puede agravarse rápidamente.
Ante la aparición de estos signos de alarma, es necesario regresar de inmediato al centro de salud para recibir la atención oportuna:
Síntomas de deshidratación:
Es importante prestar especial atención en bebés y personas mayores, ya que se deshidratan más fácilmente.
La medida más importante para prevenir el dengue y otras enfermedades transmitidas por mosquitos es la limpieza y descacharrado de objetos.
La fumigación es una herramienta complementaria que se utiliza para controlar los brotes epidemiológicos, ya que solo mata a los mosquitos adultos alcanzados por el rociado, pero no las larvas ni los huevos, por lo que su ciclo de reproducción continúa. Por eso, la medida preventiva fundamental es eliminar todos los objetos o recipientes que puedan funcionar como criaderos para cortar ese ciclo.
Colocá boca abajo o debajo de un techo recipientes o artefactos que puedan acumular agua.
Tapá o cubrí con una tela mosquitera tanques de agua y tachos grandes.
Cambiá el agua a diario o rellená con arena húmeda floreros, portamacetas y plantas en agua.
Mantené la pileta limpia y clorada durante su uso.
Limpiá con frecuencia y tirá agua hirviendo sobre paredes de rejillas, canaletas y desagües.
Cambiá el agua a diario y cepillá bebederos de mascotas.
Desechá en bolsas de residuo objetos en desuso que puedan acumular agua.
Mantené ordenado, desmalezado y con el pasto corto el patio.
Cubrí o colocá bajo techo artefactos y otros elementos en desuso como cocinas, neumáticos, etc
Estas tareas de limpieza deben realizarse de forma periódica todo el año, incluso en invierno, ya que los huevos de mosquitos pueden sobrevivir hasta un año en estado latente esperando a que vuelvan las lluvias y el calor para eclosionar y continuar con su ciclo reproductivo.
Si tenés entre 15 y 59 años, tuviste dengue y vivís en la Provincia de Buenos Aires a partir del 26 de noviembre vas a recibir un turno por correo electrónico para asistir a un vacunatorio de dengue.
Si cumplís estas condiciones, y el turno no se te asignó, podés registrarte para solicitar la vacuna en
La vacuna está contraindicada durante el embarazo y la lactancia, en personas inmunocomprometidas o en tratamiento con quimioterapia o corticoides en dosis altas.
Sí. Al existir cuatro serotipos del virus, las personas que tuvieron dengue pueden desarrollar de nuevo la enfermedad si son picadas por mosquitos infectados con otro serotipo. En los primeros 3 meses luego de una infección, el riesgo de adquirir la enfermedad de nuevo es bajo. Pasado ese período se puede adquirir una infección por otro serotipo. En esos casos, el riesgo de desarrollar un cuadro de dengue grave es mucho más alto.
Los serotipos son las distintas variantes del virus del dengue. Existen cuatro serotipos principales: DEN-1, DEN-2, DEN-3 y DEN-4. Cada uno de ellos puede causar la enfermedad, pero la gravedad puede variar según el serotipo y la respuesta inmunitaria del individuo.
El ibuprofeno y otros medicamentos son vasodilatadores, es decir, promueven la circulación de la sangre y evitan su coagulación. Como el dengue puede provocar hemorragias, estos medicamentos pueden agravar el cuadro de la persona que esté cursando la enfermedad. En caso de presentar síntomas compatibles con dengue, es importante no automedicarse y acudir a la consulta médica para recibir un diagnóstico y orientación adecuada para cuidar la salud.
El Aedes aegypti luego de convertirse en mosquito adulto no suele alejarse más de 50 metros desde su criadero. Por lo tanto, los mosquitos que nos pican en nuestra casa suelen criarse dentro de la misma, ya sea en ambientes interiores o exteriores.
Es una enfermedad viral transmitida por la picadura de mosquitos infectados –principalmente la especie Aedes aegypti- luego de haber picado a una persona con el virus. Los síntomas son: fiebre alta (mayor a 38º C) y un fuerte dolor en las articulaciones, sobre todo en columna, muñecas y tobillos, y puede durar meses o incluso años. También puede generar: dolor muscular, malestar general y sarpullido con intensa picazón.
Es una enfermedad viral transmitida principalmente por mosquitos infectados de la especie Aedes aegypti, aunque también puede transmitirse a través de relaciones sexuales, y de una persona gestante al bebé durante el embarazo, causando malformaciones fetales. Por eso, se recomienda a las personas gestantes y a la población sexualmente activa extremar las medidas de prevención de picaduras y la utilización de preservativos. Los síntomas son fiebre alta (mayor a 38º C), dolor abdominal, dolor muscular o articular, dolor detrás de los ojos, sarpullido, náuseas o vómitos.
Todas las personas de entre 15 y 59 años que hayan cursado la enfermedad y vivan en la provincia de Buenos Aires. Aquellas que reúnan estos requisitos recibirán un turno por correo electrónico para asistir a un vacunatorio seleccionado.
Las personas que reúnan estos requisitos y no reciban el correo electrónico, se podrán registrar para solicitar la vacuna en Mi Salud Digital Bonaerense.
Sí, es una vacuna segura. En abril de 2023, la ANMAT autorizó el uso de la vacuna contra el dengue Qdenga desarrollada por el laboratorio japonés Takeda que será la utilizada en la Provincia de Buenos Aires.
La OMS recomienda que los países incluyan la vacuna en sus programas de inmunización en aquellas zonas en las que una elevada intensidad de transmisión del dengue suponga un problema importante de salud pública.
El objetivo de la vacunación es disminuir los casos graves, las internaciones y las muertes por dengue. Esto permite a su vez mejorar la atención por guardias y servicios especializados para las personas que transitan la enfermedad, aun cuando continúen los brotes o aparición de casos aislados.
La vacuna tiene alta eficacia principalmente para evitar los casos graves y la necesidad de hospitalización. En menor medida ayuda a disminuir los síntomas en caso de infección.
Si tuviste dengue, se recomienda esperar al menos 6 meses para aplicarte la vacuna, ya que al padecer la enfermedad se generan anticuerpos que podrían interferir en la generación de la respuesta inmune frente a la vacunación durante los primeros meses.
La vacuna contra dengue estará disponible en vacunatorios seleccionados por el Ministerio de Salud y se podrá asistir con turno asignado por el Ministerio vía correo electrónico.
El esquema de vacunación consta de 2 dosis subcutáneas separadas por al menos 3 meses. La protección efectiva se adquiere luego de 10 días de aplicada la segunda dosis. Para que la vacuna sea eficaz es necesario tener las dos dosis.
La vacuna puede producir efectos adversos, pero en general estos son leves como: dolor en el lugar de aplicación, malestar general, fiebre, dolor de cabeza o dolores articulares que pueden durar hasta 3 días. Si se presentan otros síntomas o si éstos persisten por más tiempo, se deberá consultar al médico rápidamente informando sobre el antecedente de vacunación.
La vacuna contra el dengue puede aplicarse junto con la vacuna de la fiebre amarilla, hepatitis A y vacunas inactivadas. Para vacunas a virus vivos atenuados se deben esperar 4 semanas.
La vacuna está contraindicada durante el embarazo y la lactancia ya que es una vacuna a virus vivo atenuado y no se cuenta con datos sobre posibles efectos adversos sobre el feto o el bebe.
Además, esta vacuna no debe administrarse a inmunocomprometidos (inmunodeficiencia congénita o adquirida), a personas en tratamiento con quimioterapia, inmunosupresora o corticoides a altas dosis.
Si bien es una vacuna que se encuentra aprobada para personas de entre 4 a 59 años, la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn) recomendó una estrategia de vacunación focalizada, iniciando en el grupo a partir de los 15 años por tratarse del grupo de edad con la mayor ocurrencia (incidencia) de casos de dengue.
La vacuna que brinda la PBA como parte de la respuesta integral al dengue no es obligatoria. No obstante, se recomienda para los grupos priorizados: personas entre 15 y 59 años que hayan tenido diagnóstico de dengue anteriormente, a fin de prevenir cuadros graves, hospitalizaciones y muertes.
Sí. Para acceder a la vacuna en el ámbito privado se debe presentar una orden médica , no estar cursando embarazo ni lactancia, y pertenecer al grupo etario para el que la vacuna está aprobada, es decir a partir de los 4 años.
Un plan estratégico integral ayuda a los decisores de políticas de salud a establecer objetivos y evaluar las acciones desarrolladas para su implementación. En particular para el abordaje de Dengue, Chikungunya y Zika, así como otros arbovirus, este plan facilita el despliegue de los sistemas de vigilancia y respuesta, optimizando el manejo oportuno y eficaz de brotes y casos aislados e identificando los factores necesarios para evitar estas enfermedades, en cada contexto específico y con diferencias entre las prácticas de prevención en períodos interepidémicos y las intervenciones aplicadas en períodos epidémicos.