Es el cuarto juicio y está acusado de ser partícipe necesario del homicidio del ex diputado peronista Diego Muniz Barreto y del intento de homicidio de su secretario, Juan José Fernández.
El Tribunal Oral Federal (TOF) número 2 de San Martín, integrado por los doctores Walter Venditti, Matías Mancini y Esteban Rodríguez Eggers, continuó la semana pasada con el juicio a Luis Abelardo Patti por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar.
Durante la dictadura Patti fue jefe de la Comisaría de Escobar de la Policía bonaerense, desde donde comandó grupos operativos de la Unidad Regional de Tigre.
Ya en democracia, representó un ícono de la mano dura y de los apremios ilegales, fue subcomisario de la Policía bonaerense y dos veces intendente de Escobar entre 1995 y 2003, luego de cobrar notoriedad cuando el presidente Carlos Menem le encomendó investigar el asesinato en 1990 en Catamarca de la joven María Soledad Morales.
En 2005 fue electo diputado nacional pero su asunción fue impugnada en la Cámara de Diputados por “falta de idoneidad moral” en virtud de las denuncias en su contra por su participación en crímenes de lesa humanidad.
De este modo, en 2008 la justicia federal pidió su desafuero y quedó bajo prisión preventiva por crímenes de lesa humanidad. Desde entonces fue condenado tres veces por su accionar durante la dictadura y todas las penas fueron a prisión perpetua.
Seis años más tarde, en 2011, fue condenado por el secuestro y los tormentos que sufrieron Muniz Barreto y Fernández en Escobar, pero no fue juzgado por homicidio ya que había sido sobreseído por ese delito durante la instrucción de la causa.
Luego de un largo proceso judicial, se revirtió esa decisión en la Corte Suprema de Justicia y ahora deberá responder por su responsabilidad en el asesinato en el que se le imputa el “haber formado parte del engranaje del plan sistemático del Terrorismo de Estado por haber cumplido funciones desde el 4 de enero de 1972 hasta el 7 de marzo de 1977 en la Comisaría de Escobar de la Policía de la Provincia de Buenos Aires".
Tal como señala la fiscalía, el ex diputado Muniz Barreto y el secretario Juan José Fernández fueron secuestrados y privados de su libertad en la Comisaria de Escobar el 16 de febrero de 1977. Allí permanecieron hasta el 18 de febrero, y luego fueron trasladados a otra dependencia policial en la localidad de Tigre, donde permanecieron dos horas y en la que fueron esposados y desvestidos.
Posteriormente fueron llevados al centro clandestino de detención Campo de Mayo donde fueron golpeados y sometidos a simulacros de fusilamiento.
Tras dos semanas de cautiverio, el 6 de marzo de 1977 fueron llevados hasta la provincia de Entre Ríos y arrojados dentro de un auto al río Paraná con la intención de fraguar un accidente. En ese lugar murió Muniz Barreto pero Fernández logró salir del vehículo, escapar y narrar lo acontecido.
En esta oportunidad, el juicio comenzó en agosto de este año y el pasado 11 de septiembre el fiscal Iván Polaco solicitó una pena de prisión perpetua en contra de Patti por considerarlo responsable de introducir a las víctimas en un “sistema represivo predispuesto para el cautiverio clandestino, la tortura, el asesinato y la desaparición”.
“Todos estos elementos muestran que, desde un punto de vista objetivo, el acusado debió representarse, ex ante, con una probabilidad rayana a la certeza, que con su conducta contribuía al posible destino fatal de las dos personas que detuvo. El acusado generó una situación de peligro concreto, al dejar a los detenidos en manos del Ejército y ese peligro finalmente se concretó en el resultado”, concluyó Polaco.
De este modo, el 25 de septiembre se llevó a cabó a primera jornada de alegatos de le defensa del ex comisario, a cargo de la abogada Valeria Corbacho.