En el marco del juicio oral y público que investiga los delitos perpetrados en los ex Centros Clandestinos de Detención Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes y El Infierno de Avellaneda el Tribunal Oral Federal Nº 1 de La Plata continuó con las declaraciones testimoniales.
En primer lugar el tribunal tomó declaración a Diego Martín Ogando, quien nació en cautivero en el Pozo de Banfield el 5 diciembre de 1976 y recuperó su identidad en 2015 luego de presentarse meses antes en Abuelas de Plaza de Mayo. Su madre, Stella Maris Montesano  y su padre, Jorge Oscar Ogando, integran la lista de los 30000 desaparecidos y desaparecidas. 
EL testigo relató al tribunal las circuntancias en las que fue adoptado ilegalmente el 17 de diciembre de 1976: "Me adoptaron entre comillas, no fue una adopción legal. Les dieron el dato de una clínica en Wilde y ellos fueron, llevaron dinero,  me compraron", relató. A su vez, explicó que las personas que lo criaron siempre le dijeron como lo habían "adoptado" y que por la fecha en la que nació podía ser hijo de desaparecidos.
Diego Martín Ogando restituyó su idetidad en 2015: "Me llama Claudia Carloto, la presidenta de la CONADI y  me dice sentate que te voy a contar la historia de tu vida. Me dice que mi papá era Jorge Oscar Ogando, que mi mamá era Stella Maris Montesano y que tenía una hermana que se llamaba Virginia. Me dijo que tenia una Abuela que me estaba buscando desde el momento en el que desaparecí". Fue en ese momento que el testigo se enteró que había nacido en el Pozo de Banfield y que a su madre y a su padre los torturaron y los desaparecieron en ese Centro Clandestino de Detención Tortura y Exterminio.
El testigo explicó al tribunal que a partir de ese momento pudo empezar a reconstruir su historia familiar: "Ellos eran platenses, mi papá trabajaba en el Banco Provincia de La Plata, se lo llevaron con 29 años. Mi mamá era abogada,tenían a mi hermana de 3 años y a mi que estaba por nacer". A continuación Diego Martín recordó a Virginia Ogando: "Lamentablemente lo de mi hermana es algo terrible, no poder estar con ella. En  2011, con 38 años, se queto la vida" y agregó "hizo todo para buscarme, fue a la televisión, a marchas, lamentablemente la depresión es una enefermedad que se apodera de uno y uno no puede decidir".
En relación a lo que para Diego Martín Ogando significó recuperar su identidad explicó: "impactó muchísimo, era algo que no me lo esperaba. En mi vida, el 2015 fue antes y un después, es una historia de mucho dolor y muerte, padres torturados y desaparecidos, mi hermana a consecuencia de todo esto no pudo seguir viviendo más" y agregó " al margen de todo esto conocer la verdad reconforta. Lo que digo es que estos genocidas, en mi caso y creo en todos, nos arruinaron, arruinaron mínimo 4 generaciones. Arruinaron la vida de mi abuela, de mi hermana y nuestros hijos. Somos cuatro generaciones que estos genocidas han arruinado". El testigo concluyó su declaración exigiendo cárcel común y efectiva a los responsables de estos crímenes. 
A continuación declaró Emilce Moler, sobreviviente de la Noche de los Lápices. La testigo dio cuenta de las ocasiones en las que prestó testimonio a partir de 1985: "Ya en ese momento me di cuenta de la importancia de ser testigo". Luego la sobreviviente del Centro Clandestino de Detención Totura y Exterminio Pozo de Banfield dio cuenta de las distintas instancias en las que narró los hechos que hoy ratifica y señaló: "Hoy tengo 62 años, hace 36 que doy mi testimonio. Vengo a corroborar todos mis dichos desde los 26 años".
La testigo explicó al tribunal las circunstancias en las que fue secuestrada la madrugada del 16 de septiembre de 1976 en La Plata: "Hombres armados irrumpieron en mi casa, yo era estudiante del colegio secundario de quinto año de Bellas Artes y militante de la Unión de Estudiantes Secundarios. Se identificaron como del ejército, golpearon la puerta, mi padre se acerco y lo encañonaron. Me subieron a un coche, me taparon la cabeza con un pullover y nos llevaron a un descampado, era el Pozo de Arana". 
Luego de dar cuenta de su secuestro en Arana, Emilce Moler explicó al tribunal que fue trasladada al lo que luego supo se trataba del Pozo de Quilmes y mencionó las condiciones del secuestro en en ese Centro Clandestino de Detención. La testigo relató que en una oportunidad la trasladaron a otro lugar donde recibió la visita de su padre: "Me dijo que mi vida dependía de Vides y Etchecolatz. Dos personas siniestras. Que no sabía cuando me iba a poder ir, que estaba haciendo todo lo posible, pero que las puertas se le cerraban por todos lados". 
A continuación la testigo nombró a las personas con las que compartió cuativerio en el Pozo de Quilmes y explicó al tribunal que en diciembre 1976 le informaron que iba a quedar a disposición del Poder Ejecutivo Nacional, cosa que efectivamente ocurrió el 28 de diciembre. Previo paso por la Comisaría de Valentín Alsina, Emilce Moler fue trasladada a la cárcel de Devoto: "Llegué con 17 años, Devoto era un lugar donde se buscaba la destrucción. Las mujeres que estábamos ahí tratábamos de sobrevivir", explicó. En mayo de 1979 la sobreviviente recuperó su libertad.
Emilce Moler concluyó su testimonio afirmando que fue muy difícil continuar con su vida porque las ausencias duelen pero que pudo estudiar, formar una familia y seguir con la militancia gremial y de Derechos Humanos: "Como he narrado, los sobrevivientes, que vivimos el horror desde adentro, ya hemos hecho mucho. Simplemente le pido a la justicia que haga los suyo para terminar con la impunidad".
Luego fue el turno de Martín García, su hermano Silvano era delegado de los trabajadores en la Granja San Sebastián, estaba ligado a la Juventud Peronista y a la Juventud Trabajadora Peronista: "En las reuniones que tenía con la patronal, se exaltaba, no se aguantaba las injusticias y les decía golpeando la mesa que ya se venía la revolución", narró.
El testigo explicó al tribunal que su hermano Silvano García fue secuestrado el 26 de marzo de 1976  en la fábrica en la que trabajaba: "El portero me informó que se lo habían llevado a mi hermano, me dijo que entraron, que le pidieron que levantara la barrera, que como dudó rompieron la barrera y fueron directamente a buscarlo".
Martín García finalizó su testimonio explicando que la familia quedó destruida, que la esposa de su hermano quedó sola con tres chicos y embarazada: "No teníamos lugar donde quedarnos, solo alguna familias nos ayudaron", concluyó el testigo.

Los hechos que se juzgan
El juicio por los pozos de Banfield y Quilmes unifica una serie de causas, la primera de ellas  elevada a juicio hace ocho años. Se trata de dos de los centros clandestinos de detención más grandes que funcionaron en la Provincia de Buenos Aires durante la última dictadura cívico-militar. 
En el caso de El Infierno se investigará la responsabilidad de cuatro policías de la Provincia de Buenos Aires y un civil por los delitos de privación ilegal de la libertad y aplicación de tormentos, hechos incluidos dentro de la categoría de crímenes de lesa humanidad, cometidos en el ex CCDyT “El Infierno” ubicado en Avellaneda.
El Tribunal Oral Federal N 1 de La Plata está conformado por Walter Venditti, Esteban Rodríguez Eggers y Ricardo Basílico, mientras que por el Ministerio Público Fiscal intervienen Hernán Shapiro, Gonzalo Miranda y Juan Martín Nogueira. 
A través de la Dirección de Querellas por Crímenes de Lesa Humanidad y Leyes Reparatorias de la Subsecretaría de Derechos Humanos, la Provincia es querellante en este debate en el que se investigará la responsabilidad de los imputados por los delitos de privación ilegal de la libertad, aplicación de tormentos, homicidio calificado, abuso sexual con acceso carnal y sustracción, retención y ocultamiento de menores.  La Dirección de Grupos en Situación de Vulnerabilidad acompaña a las víctimas y familiares en este juicio.

Seguí las tranmisiones
- Canal de YouTube del “Poder Judicial - Videoconferencias, Audio & Video”: 
https://youtu.be/RMDYKS8srne

- La Retaguardia:
www.laretaguardia.com.ar/2020/11/juicio-pozo-de-quilmesbanfieldlanus-dia.html