Este lunes 23 de septiembre el Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 de Rosario avanzó en la audiencia 15 con el juicio que juzga delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico militar en la jurisdicción del Área Militar 132, que abarcaba gran parte del noroeste de la provincia de Buenos Aires integrado por los partidos de San Nicolás, Ramallo, San Pedro, Baradero y Pergamino.

En esta oportunidad prestaron testimonio desde la localidad de Pergamino ante el TOC N° 1 de Rosario los testigos Santa Alda Espíndola y Miguel Ángel Rivarossa.

Santa Espíndola tiene 69 años y expresó que desde el 19 de diciembre de 1976 vive a la casa ubicada en Rivadavia 954. 

“Fui creyendo una cosa que me habían dicho y fue por otra cosa. Que mi marido en ese tiempo era policía y supuestamente él le dieron para que cuide esa casa. Y yo me enteré la verdad de lo que pasó en esa casa, al mes que estaba viviendo ahí. Pero no podía hacer nada porque no tenía donde ir. Yo anteriormente estaba viviendo en un hotel, Sarmiento, que está ubicado en calle Merced en ese tiempo, ahora está el Hotel Americano, y bueno, me fui a vivir ahí”… “pero resulta que no era lo mismo, era por otra cosa que él fue a estar ahí, porque ahí han pasado cosas que la verdad que, no sé, hubo personas desaparecidas,  pero nunca conocí a las personas y nunca conocí a los demás que fueron supuestamente a sacar a esas personas”, dijo.

 Luego relató que a los 9 meses de estar viviendo en ese domicilio le dijeron que se tenía que ir porque podían poner una bomba, y se mudó a distintos lugares con los cuatro hijos de ambos que eran todos menores, hasta que fue sorteada y pudo adquirir un departamento en el barrio San Martin, donde estuvo un año y medio, que luego su ex marido, el ex policía Carlos Enrique Rocca, le falsificó la firma y se lo vendió. Fue así que en 1982 volvió a la casa de calle Rivadavia donde vive hasta la actualidad.

En segundo lugar prestó testimonio el Miguel Ángel Rivarossa, quien tiene 73 años y fue detenido secuestrado durante la última dictadura cívico militar en junio de 1976 cuando estaba en la casa de quien era su suegra en ese momento. Miguel era obrero de SOMISA y militaba en el sindicato de la UOM en una organización alineada con Felipe Vallese y en la juventud peronista.

“Se presenta un agente de policía, viene mi suegra y me dice te buscan.  Ahí me dicen que una vivienda que yo tenía en calle Carpan y Costa, que antes se llamaba Chaco, una casa que habíamos comprado por el Plan Evita Perón, que tendría tres meses porque ese era el tiempo que hacía que me había casado, y habíamos comprado con el crédito esa casa y vivíamos ahí. Imaginas cuando me dicen que la casa se estaba incendiando me agarró una desesperación y me fui con ellos. Pero en lugar de llevarme a mi casa donde yo pensaba que estaba incendiada me llevaron a la comisaría”, relató Miguel Ángel sobre el momento de su secuestro.

Luego de unas horas fue trasladado a San Nicolás donde fue goleado, amenazado y culpabilizado asociación ilícita, hasta que fue liberado a fines de 1978.

La próxima audiencia quedó fijada para el 1 de octubre a las 14 hs.