Se trata del juicio por delitos de Lesa Humanidad cometidos por la última dictadura cívico-militar en la región central de la Provincia de Buenos Aires contra trabajadores de la cementera Loma Negra.
El viernes 15 de septiembre, el Tribunal Oral N° 1 de Mar del Plata llevó a cabo la 40° audiencia del proceso en el que se juzgan los delitos cometidos por la última dictadura cívico-militar en la región central de la Provincia de Buenos Aires.
Como se dijo en la publicación anterior, en esta ocasión declararon Andrés Staldeker, Claudio Staldeker, Rosana Ricciardi y Analía Ricciardi desde la sede de Olavarría de la UNICEN, y los testimonios marcaron el inicio del tratamiento de las detenciones ilegales perpetradas durante 1976 contra trabajadores de la cementera Loma Negra.
En julio de 1976, los capataces Ernesto Cladera y Jacinto Takieldín denunciaron a seis trabajadores que, según ellos, habían interrumpido la producción en la empresa ante el interventor del Ministerio de Trabajo en Olavarría, el capitán José Luis Álvarez.
Pocos días después, el comisario Alberto Balquinta ordenó las detenciones de Andrés Staldeker, Eustorgio Arenzo, Walter Peralta, Manuel Antúnez, Antonio Álvarez y José Ricciardi. Tras pasar por las comisarías de Loma Negra y Olavarría, fueron trasladados a la Unidad 7 de Azul. A fines de julio, todos ellos fueron liberados.
De acuerdo con los testimonios recopilados, los trabajadores expresaron que las bolsas en las que se encargaban de embolsar el cemento caliente se rompían con frecuencia. Esta situación les ocasionaba pérdidas económicas tanto a ellos como a la empresa y, además, resultaba en quemaduras en sus manos y brazos. Al día siguiente de plantear esta problemática, los trabajadores fueron detenidos.
Andrés Staldecker compartió su experiencia y, al concluir su testimonio, expresó su agradecimiento al tribunal por brindarle la oportunidad y el apoyo. 'Me voy a casa más tranquilo', afirmó. Su hijo Claudio tenía 12 años cuando ocurrieron los hechos y describió los sentimientos de desamparo y vergüenza que experimentó. A lo largo de todos estos años, creyó que había superado la angustia, pero el juicio removió todo.
Analía y Rosana declararon acerca de los hechos que afectaron a su padre, José Ricciardi. Narraron que cuando regresó a casa, parecía irreconocible: delgado, sin pelo y visiblemente herido. Después de ser liberado, el mismo automóvil, un Ford Falcon, que se lo llevó fue el que trajo la noticia de que podían volver al trabajo. Describieron cómo se despertaba en medio de la noche gritando y cómo desarrolló una aversión a los lugares cerrados; incluso mencionaron que no podía soportar siquiera el cierre de la puerta del baño. 'Nunca volvió a ser el mismo', afirmaron con tristeza.
Ambas hermanas relataron que, una vez que su padre fue detenido, llegaron militares armados que registraron exhaustivamente la casa y las sometieron a maltratos, junto con su madre. Un militar las vigiló constantemente, siguiéndolas en el camino hacia casa y observándolas incluso cuando salían al recreo en la escuela.
Es importante destacar que en la audiencia número 39, que tuvo lugar el 1 de septiembre, Graciela Susana Yaben ofreció su testimonio desde Azul. En su declaración, narró las circunstancias en las que fue secuestrada y torturada en el Centro Clandestino de Detención (CCD) conocido como 'Estación del Provincial – Jardín Maternal Intendente Prof. Rubén Cesar De Paula'
La próxima audiencia está programada para el 29 de septiembre y se re-transmitirá en diferentes ubicaciones. En Tandil, se llevará a cabo en el Aula Magna del Rectorado.En Olavarría, se podrá seguir en las aulas comunes del campus. Mientras que, en Azul, la transmisión se realizará desde el Centro de Investigación y Postgrado.
Nota realizada por Soledad Restivo (Agencia Comunica / RU 90.1/ UNICEN) en el marco del convenio entre la Subsecretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires y la Universidad Nacional del Centro de la provincia de Buenos Aires (UNICEN)