Se realizó la audiencia 114 y prestaron testimonio dos sobrevivientes y un testigo de contexto.
El primer testigo de contexto de la jornada fue el doctor en Ciencias Sociales e investigador del Conicet, Daniel Feierstein y realizó numerosas investigaciones y análisis históricos sobre de concepto del delito de genocidio.
“El genocidio tiene dos fases: la destrucción de la identidad nacional del grupo oprimido y la otra, la imposición de la identidad nacional del opresor”, dijo Feierstein al explicar el concepto de Raphael Lemkin, preocupado por la calificación legal, ya que el delito más grave era el homicidio.
Luego mencionó a continuación la resolución de las Naciones Unidas 96/1 de 1946 y se centró en “las discusiones que genera esta figura a partir de su sanción”, ya que introduce el concepto de grupo en el Derecho y es polémico porque está en discusión el sentido de cómo se define el grupo. “Quien maneja la estructura de poder es capaz de definir quiénes configuran el grupo”, sostuvo.
A su vez, dentro del grupo nacional hay subgrupos, por lo que la destrucción de uno de ellos es una forma de destrucción parcial del grupo nacional, porque “no podría ser el mismo sin la riqueza que le da cada uno de estos grupos…Nadie queda afuera, todas los miembros son parte necesaria y constituyente de ese sistema de funcionamiento”, dijo aludiendo a la práctica represiva.
Y concluyó: “Este terror nos ocurrió a todos y debemos preguntarnos por los efectos en la práctica cotidiana”.
El siguiente testimonio fue del sobreviviente Atilio Portillo Servín, secuestrado el 7 de septiembre de 1976 en su casa de San Francisco Solano. “Se apersonan tres personas que se identificaron como de las Fuerzas Armadas, golpean muy fuerte la puerta. Ingresan tres, dos se dedican a revisar todo e incluso a empaquetar algunas cosas personales, y el otro quedó de guardián. Me puso una toalla en la cabeza, a mi hijito y mi finada señora, que murió en el exilio”, contó.
Ese día también fue secuestrado su tío, Santiago Servín, quien vivía en la casa de atrás, estuvo en Arana, luego trasladado al Pozo de Quilmes y continúa desaparecido.
“Un rato después, me sacan afuera y dicen ´lo llevamos a Campo de Mayo´. Me pone una pistola en el oído y tiran un tiro, que me dejó sin oír nada durante mucho tiempo”, relató Atilio. Y prosiguió describiendo las diversas torturas, golpes y padecimientos sufridos en manos de los torturadores.
“Me llevaron a la sala de torturas, que era como entrar a una jauría de lobos, me empezaron a golpear, tanto que al final me fichan en vinculación con la organización que militaba (Partido Comunista) mi tío Santiago. Querían saber si era parte, dije que no y después de un rato, me llevan a una celda en la que ya había unas cuantas personas”, describió.
Finalmente recordó que en la madrugada del 23 de septiembre lo sacaron con otros compañeros que estaban ahí, los subieron pusieron a un auto y los dejaron bajo advertencia que tenían sacarse la venda después de cinco minutos de que ellos se retiren.
Finalmente, el tercero en declarar fue el ex intendente de Quilmes Francisco “Barba” Gutiérrez, quien participó de la última inspección ocular y quiso aportar un dato. “Fui detenido el 9 de agosto de 1975 en la vía pública. Tenía que encontrarme con unos compañeros para ir a un plenario sindical en Solano”, apuntó.
Es día fue detenido junto a Horacio Rapaport y trasladado a la entonces Brigada de Quilmes, hoy sitio de Memoria.
Luego Gutiérrez recordó las torturas quer padeció y precisó que se sentían gritos por la picana eléctrica de otras personas. “Fueron dos o tres sesiones, muy dolorosas”, narró. “Después de una de las sesiones, tenía mucha sed, no podía tomar agua porque decían que no podíamos morir. No sé cuántos días pasaron, perdí la noción del tiempo porque llegó un momento donde nos dejaron de torturar”, detalló.
Luego, fue trasladado a la Brigada de La Plata y puesto a disposición del PEN. “La causa era ser montonero. Fui sobreseído en 1975. No me dejaban salir, tampoco del país. Estuve siete años lidiando con todo eso”, dijo, hasta que en septiembre de 1982 logró salir en libertad.
Finalmente, contó lo que sucedió con Rapaport, quien fue sacado de forma ilegal -por militares- y les dijeron que a los tres días iba a volver. “Aparece supuestamente suicidado”, advirtió Gutiérrez, quien dejó en claro que el temor por su desaparición dentro del penal obedecía a que ya tenían conocimiento de los fusilamientos.
La próxima audiencia quedó pautada para el 5 de septiembre a las 8.30hs.