Con los últimos 4 testimonios solicitados por la fiscalía, el viernes 7 de junio se desarrolló la audiencia 61 del juicio por delitos de lesa humanidad cometidos en lo que se conoció como “Subzona 12”.
La Subzona abarca toda la zona centro de la provincia de Buenos Aires. Declararon los exconscriptos detenidos a principios de junio de 1976 en el Grupo de Artillería Blindada de la ciudad de Azul: Luis Fanucci, Gustavo Garay, Miguel Ángel Vaccari, y Hugo Thomas que dió su testimonio por la desaparición de su hermano Alfredo Mario Thomas.
En la madrugada del 5 de junio de 1976, Gustavo Domingo Garay fue detenido en su domicilio en Mar del Plata. Esa misma noche, el ejército y la policía informaron a Thomas, Vaccari y Fanucchi que debían presentarse en el cuartel, donde fueron detenidos. Tras su detención, los trasladaron a Azul y los sometieron a simulacros de fusilamiento en el camino. Luego al Centro Clandestino de Detención conocido actualmente como Jardín Maternal De Paula donde los interrogaron y los mantuvieron al menos tres días sin comer ni beber liquido.
Después los llevaron nuevamente a los calabozos del cuartel donde permanecieron detenidos ilegalmente durante 20 o 25 días. Durante su detención, Garay y Fanucchi fueron interrogados y maltratados. Thomas fue visto por última vez antes de que supuestamente le dieran la baja y lo dejaran ir, aunque nunca llegó a su domicilio. Por su parte, Miguel Ángel Vaccari (Caso 11 iv) estuvo en un calabozo de la guardia y mientras estaba detenido pudo ver cómo llegaban al cuartel Thomas, Garay y Fanucchi, con ropa militar, más delgados y demacrados.
Fanucci declaró que los tuvieron tres días sin comer ni beber agua. Fue el último en ser liberado y se sintió a salvo cuando fue de día y su madre lo estaba esperaba afuera. Garay comenzó su declaración diciendo que durante 48 años hizo un esfuerzo especial para olvidar estos hechos por el dolor que le causaron. Expresó su deseo de saber “¿por qué?”. Durante su testimonio, recalcó que fueron trasladados en una “ambulancia”, corroborando los dichos de testigos anteriores, quienes mencionaron que este vehículo era usado para los traslados ilegales. “Todos sabían”, agregó. Garay fue secuestrado el día de su cumpleaños y tardó 20 años en mitigar algo del horror de ese día.
Vaccari aseguró que, de los cuatro, solo él y Thoma tenían simpatías políticas de izquierda. Miguel Ángel supo que, cuando liberaron a Alfredo, salió corriendo campo traviesa y nunca llegó a su casa. Lo supo porque, cuando la madre de Alfredo Thoma llamó al cuartel, él se hizo pasar por Alfredo y así supo que no había llegado a destino. Cuando a Miguel le dieron la libertad de noche, pidió quedarse hasta el alba en el calabozo. “Me largaron a la misma hora que Alfredo”. Finalmente, logró llegar a Mar del Plata; se dice que fue nuevamente apresado y mantenido en cautiverio una semana más en la comisaría 4ta de aquella ciudad.
Hugo Thoma declaró desde Barcelona, señaló a los acusados y dijo: “Sepan que están ahí, ahora acusados, por mí, por las investigaciones que yo hice y pagué. Y vos, Duret, te equivocaste”, refiriéndose a las pertenencias que el grupo de tareas se había llevado de su casa en los allanamientos: “Las revistas de izquierda eran mías, te equivocaste, mi hermano solamente hablaba de más, era yo”. Hugo, visiblemente afectado por el testimonio que estaba ofreciendo, dijo, señalando nuevamente a los acusados: “Ellos lo mandaron a matar”. Finalizó su intervención pidiendo justicia por su padre, que se volvió loco; su madre, que murió de tristeza; y él, que tuvo que emigrar. Las audiencias continuarán con testigos presentados por la defensa. La etapa de alegatos se llevará a cabo luego de la feria de invierno, habrá sentencia este año.
Nota realizada por Soledad Restivo /Agencia Comunica / RU 90.1/ UNICEN en el marco del convenio entre la Subsecretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires y la Universidad Nacional del Centro de la provincia de Buenos Aires (UNICEN)