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Banfield, Quilmes y Avellaneda

Testimonio de Laura Le Fleur: "Todo este relato me genera ausencia, no tengo recuerdos de mi papá"

En esta jornada declararon el hijo y la hija de Gustavo La Fleur y la sobreviviente Patricia Eva Rinderknecht en realción al caso de Liliana Corina Yoli

Martes 31 de Agosto 2021
Lesa Humanidad
Lesa Humanidad

En el marco del juicio oral y público que investiga los delitos perpetrados en los ex Centros Clandestinos de Detención Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes y El Infierno de Avellaneda, el Tribunal Oral Federal Nº1 de La Plata tomó declaración a Lautaro La Fleur, Laura La Fleur y Patricia Eva Rinderknecht.
En primer lugar declaró Lautaro  La Fleur, hijo de Gustavo La Fleur secuestrado y desaparecido el 11 de noviembre de 1976. El testigo relató cómo ocurrió el secuestro de su padre en su domicilio de la localidad bonaerense de Castelar: "De esa noche lo que me acuerdo es que compartía cuarto con mi hermana y  me desperté en algún momento de la noche. Ya había gente en mi casa , se escuchaban voces de hombres, había un hombre parado en la entrada del cuarto. Los ruidos cesaron, la gente se fue y mi madre salió a casa de un vecino a llamar a los abuelos, después volvió  y ya  de día nos fuimos a la  casa de mis abuelos".
El testigo explicó al tribunal que su padre era un trabajador metalúrgico, miltante peronista y miembro de la organización Montoneros, que desarrollaba tareas políticas y sindicales. Respecto de los hechos que se investigan en este juicio Lautaro La Fleur declaró que pudo saber que su padre estuvo secuestrado en el Centro Clandestino de Detención "El Infierno" por la declaración del sobreviviente Horacio Matoso.
A continuación fue el turno de Laura La Fleur, quien comezó su relato explicando que tenía 2 años cuando el ejército ingresó a su casa para secuestrar y desaparecer a su padre, Gustavo. La testigo dio cuenta de las circuntancias en las que se llevaron a su padre según los relatos que escuchó de su familia y remarcó: "Todo este relato me genera ausencia, no tengo recuerdos de mi papa".
Luego de dar cuenta de las gestiones que su familia realizó para dar con el paradero de su padre, la testigo expresó: "De muy chica tengo el recuerdo de ser como rara, no tenía papá, luego con el advenimiento de la democracia tenía la fantasía de que viniera mi papá a buscarme a la escuela". Su testimonio finalizó de la siguente manera: "Aprovechó para expresar la importancia que tiene participar de los juicios para las personas que quedamos. Este país tiene muchos defectos, pero seguimos juzgando a los genocidas", a su vez la testigo destacó la importancia del trabajo que realiza  La Dirección de Grupos en Situación de Vulnerabilidad que acompaña a las víctimas y familiares en este juicio.
Finalmente el tribunal tomó declaración  a la sobreviviente Patricia Eva Rinderknecht, quien comenzó su testimonio explicando que llegó a Argentina en 1973, luego del golpe de Estado en su Uruguay natal. A continuación explicó que el 24 de agosto de 1976 fue secuestrada cuando ingresaba a su departamento junto a Liliana Corina Yoli: "Al abrir la puerta se me tiraron encima , me dan unos cuantos golpes y me tapan la cabeza, Corina estaba en el departamento y me ponen con ella contra la pared. Nos insultaban y nos golpeaban".
La sobreviviente dio cuenta de que unas horas más tarde fueron traladadas junto a un amigo que llegó de casualidad al departamento: "Cerca de la medianoche nos sacan a los tres encapuchados y de repente llegamos a un lugar donde no había ruido de autos y había olor a campo. Luego, paran los autos,  yo siento que golpean con algo como si fuera una cadena,   me sacan del auto y me ponen el baúl , me dejan ahí,  me ataron las manos muy duro". La testigo explicó que a la mañana siguiente la sacaron del vehículo y la sometieron a tortura mediante picana eléctrica.
Patricia Eva Rinderknecht siguió siendo interrogada sobre sus actividades en Uruguay y en Argentina, hasta que fue liberada días después,  Liliana Corina Yoli continúa desaparecida.

Los hechos que se juzgan
El juicio por los pozos de Banfield y Quilmes unifica una serie de causas, la primera de ellas  elevada a juicio hace ocho años. Se trata de dos de los centros clandestinos de detención más grandes que funcionaron en la Provincia de Buenos Aires durante la última dictadura cívico-militar. 
En el caso de El Infierno  se investigará la responsabilidad de cuatro policías de la Provincia de Buenos Aires y un civil por los delitos de privación ilegal de la libertad y aplicación de tormentos, hechos incluidos dentro de la categoría de crímenes de lesa humanidad, cometidos en el ex CCDyT “El Infierno” ubicado en Avellaneda.
El Tribunal Oral Federal N 1 de La Plata está conformado por Walter Venditti, Esteban Rodríguez Eggers y Ricardo Basílico, mientras que por el Ministerio Público Fiscal intervienen Hernán Shapiro, Gonzalo Miranda y Juan Martín Nogueira. 
A través de la Dirección de Querellas por Crímenes de Lesa Humanidad y Leyes Reparatorias de la Subsecretaría de Derechos Humanos,  la Provincia es querellante en este debate en el que se investigará la responsabilidad de los imputados por los delitos de privación ilegal de la libertad, aplicación de tormentos, homicidio calificado, abuso sexual con acceso carnal y sustracción, retención y ocultamiento de menores.  La Dirección de Grupos en Situción de Vulnerabilidad acompana a las víctimas y familiares en este juicio.
Seguí las audiencias de este juicio por crímenes de lesa humanidad los días martes a las 10:00 horas en: http://www.laretaguardia.com.ar/