Buenos días a todos y a todas. Muchísimas gracias por la invitación. Gracias también a los compañeros de CECIM [Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas]. Gracias, Julio [Julio Alak, intendente de La Plata], por la insistencia, porque estamos acá honrando un compromiso y lo hacemos en el carácter que me toca como gobernador de la Provincia de Buenos Aires.
Ustedes saben que en el día de hoy, en esta mañana, se están realizando innumerables actos y conmemoraciones del Día de los Veteranos, Veteranas Caídos en las Malvinas, en todo el territorio de la provincia de Buenos Aires; así que estando acá, lo primero que quiero hacer es dejar en claro que estamos en una provincia malvinera. Como todos los años, la verdad [es que] me invitan a varios de estos actos, pero era importante hoy estar acá en carácter de gobernador, en carácter de bonaerense, en carácter de argentino, pero también en carácter de vecino de La Plata. Gracias, Julio.
Bien, qué decir, además de agradecerles también a todas las autoridades, veo autoridades del Poder Judicial, además de los legislativos que nombraron, autoridades sindicales, municipales. Y veo también a quienes vinimos a homenajear hoy, que es para ellos este día y este acto, que es a los excombatientes que están ahí y que me acompañan.
Decía sentimientos encontrados porque estamos, un nuevo 2 de abril, renovando nuestro compromiso, renovando nuestra lucha, pero observamos todos los días, cada día, una nueva provocación, hoy mismo, y una nueva ofensa del Gobierno nacional. Yo creo que esto nos invita, por un lado, al temple, a no responder provocaciones con otras provocaciones, pero también nos invita a tener todavía más firmeza en los reclamos. No quiero hacer de este un acto de la polémica, pero la verdad es que duele mucho saber que quien preside hoy el Gobierno nacional, considera a quien diera la orden ilegal de hundir el Belgrano y de asesinar a compatriotas, quien preside la Nación, la considera una ídola, una genia u otro tipo de alabo por el estilo. La verdad es que duele mucho, así que yo llamo al presidente de la Nación a reflexionar y a rendir homenaje con un pueblo que lleva a los caídos y a Malvinas en su corazón. Son ellos quienes son nuestros héroes, no quien ordenó un asesinato como Margaret Thatcher.
Luego, decir que la causa Malvinas, que la reivindicación constitucional, histórica, que tenemos de la soberanía no es un hecho lateral, no es un hecho periférico. La cuestión Malvinas no es algo a lo que se puede adherir o no adherir como si se tratara de un agregado a un conjunto de valores, de creencias y, sobre todo, de proyectos. Creer, luchar, reivindicar la soberanía de las Malvinas, implica además reivindicar la soberanía argentina en todos los campos. Pedir y reivindicar justicia, denunciar lo que ocurrió, forma parte de una posición más amplia y general —como bien decía el compañero— es parte de la Memoria, la Verdad y la Justicia. Y en esta plaza, reivindicamos la causa Malvinas y que fueron 30.000 los compañeros detenidos desaparecidos durante la dictadura militar.
Digo que la causa Malvinas es un eje en torno al cual se organizan y ordenan muchísimas cuestiones con respecto al país que queremos y al país que necesitamos. Quien ofende, admitiendo sin protestar ejercicios militares, quien no defiende no solo nuestra soberanía, sino los recursos que pretenden saquear quienes hoy, de manera colonial, ostentan la posesión de las islas. Quien, además, alaba a los responsables de lo que fue una verdadera matanza. No lo hace simplemente por una cuestión aislada que tenga que ver con las islas Malvinas, forma parte del abandono y la deserción de un proyecto nacional, que junto con la reivindicación de la soberanía de las Malvinas, reivindica nuestra soberanía productiva, industrial, científica, geopolítica. Es mucho más amplio.
Por eso, les quiero decir que cuando seguimos luchando porque se lleve adelante el proyecto del Canal Magdalena, mientras seguimos luchando porque nos devuelvan los recursos que nos quitaron, mientras seguimos luchando por un proyecto nacional, popular y democrático, lo hacemos con la causa Malvinas como eje y como centro. Reivindicar la soberanía de las Malvinas es una condición necesaria para llevar adelante un proyecto de país más justo, más libre y soberano.
Por eso los invito hoy, en este nuevo 2 de abril, a tener bien alta la bandera de las Malvinas, la bandera argentina, la bandera bonaerense, la de la soberanía nacional, la de nuestras conquistas y la de nuestros compañeros. Así que termino este homenaje diciendo que las Malvinas fueron, son y serán argentinas.
Muchas gracias.