facebook
PUNTA INDIO

Palabras del Gobernador Kicillof durante la inauguración de la nueva Estación Transformadora

Miércoles 23 de Octubre 2024

Acá estamos, la verdad es que le da un poco de clima heróico, de épica, estar un día [lluvioso] como hoy. Además, parece una demostración práctica de por qué hicimos esta obra; un ejercicio para decir por qué había que hacer una inversión de este tamaño y de esta envergadura en un pueblo, en una localidad, en un municipio de 12.000 habitantes. Y bueno, llovió y como viene pasando hace tanto tiempo, o por el aumento de la demanda en temporada turística, donde crece la cantidad de consumo, se corta o no alcanza. A mí me llena de orgullo porque acá estamos cerrando una herida que lleva décadas y décadas.

Recibimos en este segundo período la dureza y el desastre de la devaluación y las turbulencias macroeconómicas de Milei. Se paró toda la obra, en diciembre hizo la devaluación más grande de la historia de la Argentina, Milei, y, obviamente, la construcción, los planes, todo voló por los aires; así que hacía falta ponerse a laburar. Y nosotros escuchábamos en el discurso de campaña que Milei decía que iba a parar todas las obras y algunos decían: “No, no puede ser tan cruel, no puede ser tan desalmado”.

En la provincia de Buenos Aires, el Gobierno nacional en todo el territorio tiene 1.000 obras más o menos. 80 son escuelas, pero hay hospitales, hay rutas, hay cloacas, obras de agua, viviendas, hay 16.000 viviendas del Gobierno nacional. Paró todo Milei.

Y nosotros, en la provincia de Buenos Aires, estamos sometidos al castigo de Milei; algunos dicen que es para ajustar y ajusta a las provincias. Eso no es nuevo, siempre el ajuste, la motosierra, que iba a ser para la casta —verso total— fue para los jubilados y las jubiladas, fue para las maestras y los maestros con el FONID, fue para el Fondo Compensador de la Energía, de la seguridad, todo. Pero lo que quiero decir es que me parece que a la provincia de Buenos Aires la castiga un poco más, porque en la provincia de Buenos Aires Milei perdió las tres elecciones. Acá no queremos motosierra y lo dijimos en las urnas. No soy yo el único que no está de acuerdo.

Disputamos electoralmente, aún en una campaña tan complicada. Las obras de la Provincia, nosotros dijimos “no las podemos parar”. Está nuestro pueblo, nuestra sociedad viendo la Estación Transformadora y si la paramos, el sueño de décadas no se va a terminar porque falta, a veces, un porcentaje menor. Lo mismo pasaba con las rutas provinciales, por eso quería destacar que había que hacer un trabajo muy intenso como el que hizo Kato [Gabrilel Katopodis, ministro de Infraestructura y Servicios Públicos] para nuestras obras provinciales y que hizo el compañero Hernán Y Zurieta en Vialidad, para reactivar las obras, renegociar las obras de acá y de toda la Provincia de Buenos Aires. Trabajo complicado. Yo había venido a Punta Indio, vine alguna vez públicamente, lo hice alguna otra vez con los compañeros y las compañeras, y tuve que hacer la travesía por la Ruta 11 en el estado en que estaba. La verdad, orgullo y felicitaciones por el trabajo que se ha hecho: le cambiaron la cara y le cambiaron el futuro a Punta Indio.

Así que una alegría enorme. Como decían los propios vecinos del Municipio que van a poder disfrutar más lo que es de ellos, lo que es de todos. Así que muy feliz por eso y después esta Estación Transformadora, gran obra de infraestructura. Como fue en algún momento el ferrocarril, que permitió el desarrollo y después cerraron, lo mismo pasa con las rutas, con la infraestructura eléctrica, con los servicios básicos. Si no existen, la verdad que le pone un techo y un límite más allá del esfuerzo, de las ganas, del trabajo, de la imaginación. Si no hay energía, es muy difícil seguir creciendo, para la instalación de empresas, de emprendimientos turísticos, para la gente que vive, para los que visitan, era muy difícil, tenía un techo. Dicen “techo de cristal”, techo de acero tenía porque estaba saturada ya la capacidad energética que tenía el distrito. Entonces había que tomar la decisión.

¿Qué problema hay con estas obras? Llevan tiempo, son difíciles, mucho insumo importado, se complica; obviamente, son carísimas. Esta obra a precios de hoy sale 4.000 millones de pesos. Fíjense en comparación con lo que quieran, ¿no? Viene alguien y dice “voy a hacer una inversión muy grande”, es 1 millón, 2 millones. Bueno, 4.000 millones de pesos es una locura. Es mucha plata. Lo digo para ese discurso que sostiene hoy que todo se resuelve solo, que lo hace el mercado, y cuando hay que hacer grandes obras de infraestructura que se pongan de acuerdo los vecinos. Miren si yo estuviera acá diciendo: “vamos a aplicar la receta de Milei, hay que poner acá la Estación Transformadora, hagan una vaquita los vecinos, pasen la gorra, una rifa capaz, sorteen algo”.

Parece joda, pero es tristemente verdad. El otro día lo dijo con un puente: “Si los vecinos necesitan un puente, que se pongan de acuerdo, junten plata y hagan el puente”. Eso es lo que está mandando, porque no puede explicar y tiene que mentir, tiene que fabular, no puede explicar el daño que está causando. Las obras de infraestructura no la pueden hacer los vecinos con una vaquita, no la hace el mercado porque, aún cuando alguien quiere venir a invertir, hay emprendimientos, hay inversores, pero fíjense que si alguien pone cabañas, pone algún emprendimiento, pone algo, no puede al mismo tiempo poner 4.000 palos para tener energía. O sea que esas cosas no pasan y si no pasan entonces el desarrollo se ve trabado. No porque ustedes no tengan ni la capacidad ni las ganas, ni el entusiasmo, sino porque hace falta que se generen las posibilidades.

Esto tiene acá y en cualquier lugar del mundo, país desarrollado, en subdesarrollo, de la región, de cualquier lado, mucha importancia. No es verdad eso que dice Milei. Acá las obras de infraestructura —como en todos lados— o las hace el Estado o no las hace absolutamente nadie. Así que hoy vinimos a traer una comprobación práctica, una especie de ejercicio para explicar para qué hay Estado. Esto de destruir el Estado, bueno, no habría ruta, no habría energía, no habría nada. O la tendrían los que la pueden pagar, pero la harían para ellos. Y así vemos que ocurre cada vez más distancia y diferenciación entre los que más tienen y los que menos tienen, y esa es la única realidad, y la verdad es que a uno le da a veces como un poco de impotencia pensar que tenemos que discutir estas cuestiones de nuevo, pero ya se empiezan a ver, las rutas nacionales sin mantenimiento, las obras paradas por todos lados. Empieza a haber deterioro, intrusiones, no pasa nada y empieza a generar riesgos, problemas. Es lo que estamos viendo.

Pero en el Municipio están las obras que nosotros terminamos, por eso hoy vinimos a inaugurar la Estación Transformadora, que va a evitar los cortes de luz. Nos tiene muy contentos porque va a dar un horizonte más grande de crecimiento, pero hay otras obras, no del Gobierno provincial que las estamos continuando, sino del Gobierno nacional que son muy importantes, las contaba recién David [David Angueira, intendente de Punta Indio]. Algunas de ellas: el Centro de Primera Infancia que nos han dejado colgado, como otros 85 en la provincia de Buenos Aires.

Fíjense que hay que ser despiadado, hay que ser desalmado, porque a algunos de ellos les falta poquito, pero no los quieren terminar, entonces tenés a los vecinos viendo la obra donde van a poder ir sus hijos y sus hijas, mucha población, vecinos y vecinas que no tienen los medios para hacerlo por privado, sino probablemente lo harían, y pararon a todas las obras. Lo dijo David, me lo anunció Katopodis recién, vamos a terminar con fondos nuestros de la provincia de Buenos Aires, de todos nosotros, el Centro de Primera Infancia.

Pero después hay otra obra muy importante, muy sensible, que tiene que ver con el hospital; yo quiero hacer el comentario porque a veces las cosas pasan desapercibidas o se normalizan, se naturalizan y se pierde un poco la indignación que genera. Acá hay una obra nacional que tiene que ver con el hospital, lo empezó Cristina, lo paró Macri. Se siguió durante el gobierno anterior, lo para ahora Milei. Y es una historia de arranques y paradas, de avances y retrocesos que es muy frustrante. Y estuvimos, obviamente, analizando: esa obra se necesita, la pide la comunidad, la piden los vecinos, se necesita, lo ha dicho el intendente. Así que lo que vengo a anunciar es que esa obra, la del hospital, la vamos a licitar con fondos provinciales.

El hospital nuevo con fondos provinciales. Muy importante. Producto del esfuerzo de una comunidad; porque la verdad que también hay que decirlo: cuando se persevera, cuando se insiste, cuando se necesita realmente, cuando es sentida esa demanda y esa necesidad, a nosotros lo que nos toca es simplemente darle curso y ver cómo arbitramos los medios para que ocurra. Pero creo que también hay una demostración ahí y quiero traer de nuevo esas teorías extrañas de Milei, que todo lo soluciona el mercado. Hace rato que faltan obras de salud y el mercado no las hace, un privado no las hace, porque ustedes saben bien que si un privado pone la plata, es una inversión que pretende recuperar. Y recuperar con ganancia, es la lógica del negocio privado, es la lógica de la inversión privada, es un monto que se pone y que al cabo de un plazo tiene que haber vuelto y retornado, premiado digamos, de un beneficio.

Es negocio. Y cuando es negocio, las cosas pasan. Pero hay ciertas actividades en determinados lugares que no son negocio; no importa que lo des vuelta, que lo estires, que lo planches, no es negocio. No es negocio poner una gran clínica privada en localidades de 12.000 habitantes. No hay, no hay en toda la provincia de Buenos Aires. Los privados no lo hacen y no porque esté prohibido. Nadie se lo ha prohibido, o sea que no es una cuestión de libertad y que el Estado impide, es que no se somete a la lógica del beneficio; [por eso] tiene que haber otra idea, otra lógica, otro objetivo y otro propósito. Si uno lo ve como lo que se pone, la inversión, lo que se gasta en el funcionamiento, contra lo que ingresa y pretende obtener una diferencia, que es la ganancia: no, no va a pasar.

No va a pasar con buena parte del sistema educativo, del sistema de salud, de la seguridad. No es que no haya salud, educación y seguridad privada, hay. Pero no puede haber en todos lados, naturalmente. ¿Por qué no puede haber en todos lados? Porque no todos pueden pagarla. Y aún si pudieran pagarla algunos, a veces por la magnitud, por la escala, no es negocio. No alcanza. Entonces, ¿qué tiene que pasar? O, ¿qué va a pasar? Y bueno, que eso no va a aparecer nunca por el mercado, la mano invisible no se va a acordar de eso, no lo va a hacer, no lo va a resolver. Por eso yo digo que hay que pensar estas cosas de nuevo, porque a veces se venden como si fuera una verdad revelada que todo lo va a resolver la empresa privada y la realidad es que no todo lo puede resolver la empresa privada. Puede resolver aquellas cosas —y a veces las resuelve muy bien— que dan beneficios. Si no dan beneficio, la verdad es que no pasa y no existe.

¿Y cuál es el resultado de esa verdad tan sencilla y tan simple en nuestra provincia de Buenos Aires? Que con la lógica de mercado millones de personas no tendrían acceso a la salud. No lo tendrían porque no es negocio para un privado. Millones de personas no tendrían acceso a la educación, no habría, no hay. A veces dicen: “bueno, acá habría que poner una escuela", pero ¿quién va a venir a invertir en una escuela, si no puede cobrar una cuota que le devuelva el beneficio? No tiene suficientes alumnos. Escuelas rurales, como tenemos. Vino Vidal —¿se acuerdan?— y cerró escuelas rurales. Porque le trataba de aplicar una lógica del beneficio o equivalente: “mucho gasto, cero ingreso, poquitos alumnos, la cierro”. Bueno, con esa lógica se puede hacer un ajuste, lo que no se puede generar es una sociedad más igualitaria y una sociedad donde se garantice la felicidad de todos, aunque sea un poquitito más felices con las cosas resueltas.

Entonces, creo que hay que aprender de esto porque a veces aparecen estos discursos grandilocuentes, con agresión. Vieron que todo el tiempo es con agresión, con enojo, con violencia verbal, con descalificación hacia el otro. Yo no necesito agredir a nadie, insultar a nadie, descalificar a nadie, ¿saben por qué? Porque me parece que cuando uno habla con sinceridad y con la verdad, no hace falta putear a nadie. Basta con decirlo, con explicarlo, con hacerse entender, con escuchar lo que dicen. Si alguien grita mucho, insulta mucho, no hay un átomo de verdad. Olvídense. 

Me parece que esa es la situación en la que estamos, y es muy complicada. Nosotros no nos podemos borrar, no podemos andar viajando, saludando a millonarios extranjeros. Nosotros, los intendentes de la provincia de Buenos Aires, el Gobierno de la provincia de Buenos Aires tenemos que estar para responder cada vez a más necesidades.

Incluso pasa con el sistema de salud. Ha crecido muchísimo en este tiempo la demanda, las consultas en el sistema público de salud. El otro día estaba en el Hospital Rossi, en La Plata, crecieron un 30 por ciento las consultas en los consultorios externos. La gente va ahí y no es que hubo una ola migratoria, nació mucha gente y creció rápidamente. Lo que pasa es antes que lo solucionaban por privado y ahora no pueden porque entre lo que salen los servicios, más lo que sale el combustible, más lo que cayeron los salarios, más lo que sale el alimento, más lo que salen los remedios, no pueden comprarse algunas cosas, no pueden pagar algunas cosas que antes pagaban. ¿Y a dónde van? A donde la puerta está siempre abierta, donde los escuchan, donde tratan de resolverle el problema: al Estado.

Entonces fíjense qué situación paradójica y complicada: no tenemos menos necesidad, demanda, solicitud, tenemos más. Ha crecido muchísimo y, al mismo tiempo, los recursos, con los que tenemos que responder, se reducen. Porque si se reducen los salarios, las jubilaciones, el consumo, la producción, obviamente se reducen los ingresos del Estado también. La crisis hace caer los ingresos del Municipio y de Provincia.

Al mismo tiempo, el Gobierno nacional anda cortándoles los fondos, fundiendo a las provincias. Lo dijo Milei: “voy a fundir a las provincias”. Entonces, nos recortan los recursos, tenemos menos ingresos y cada vez hay más necesidades.

Esta es una época complicada, difícil y es una época de adversidad. Me parece que, además, es un gobierno que se la agarra con los débiles, con los jubilados, que le quita los remedios a los que tienen enfermedades oncológicas. Son cosas muy crueles. Cierra nuestras entidades culturales, ahora ataca a las universidades.

Recorro, he recorrido muchísimo la provincia de Buenos Aires; me han visto muchas veces por acá. Antes de ser gobernador y siendo gobernador. Y uno recorre y habla con los pibes y pibas de toda la Provincia, del interior de la Provincia, del conurbano también, y muchos quieren estudiar, tener estudios universitarios, quieren ir a la universidad. Y quieren ir porque viven en un país donde hay una universidad pública, gratuita, masiva y de calidad. No es lo que pasa ni en el resto de los países vecinos ni en el resto del mundo. Eso es Argentina.

Entonces el ataque a la universidad pública es algo que ataca uno de los factores centrales que tenemos nosotros como esperanza para los pibes y las pibas, la familia. Nosotros los llamamos “movilidad social ascendente”, es un instrumento con el cual un hijo de laburante puede empezar la universidad porque es gratuita y así y todo sale, es complicado, no es fácil. Entonces ataca eso también: a nuestro futuro.

Hoy los sueldos y los gastos de las universidades no los cubren. Ya están cerrando ofertas, carreras; la verdad es que es muy grave. Yo simplemente quería alertar sobre esto y decirles que hoy estamos acá, mientras Milei cierra, recorta, ajusta y amenaza, estamos acá reunidos, porque en el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires inauguramos, abrimos, recibimos las necesidades, escuchamos, y acompañamos también. No todo lo podemos resolver en una situación como esta, pero acompañamos también.

Así que yo quiero agradecerle muchísimo al intendente, muchísimo por supuesto a todo el equipo que tiene, porque son tiempos difíciles y yo sé que ustedes pueden contar con el intendente de Punta Indio, y sepan ustedes y sepa el intendente que pueden contar con este gobernador y con el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires para acompañarlos, para ayudarlos y que con solidaridad, con comprensión, tendiéndole la mano al otro, sin agresión, vamos a pasar esta etapa y, por supuesto, vamos a poner a funcionar de nuevo a la Argentina.

Muchas gracias.