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INFRAESTRUCTURA

Palabras del Gobernador Kicillof durante la inauguración de la obra que mejora la vinculación entre Hurlingham y Tres de Febrero

Martes 6 de Febrero 2024

Decía Kato [Gabriel Katopodis, ministro de Infraestructura y Servicios Públicos] que la tenemos difícil... Cuando uno recorre el territorio de la provincia de Buenos Aires y ve este grado de entusiasmo, de adhesión, de fuerza difícil no la tenemos, la tienen difícil y la empiezan a tener difícil los jubilados, las jubiladas, los trabajadores y las trabajadoras que están perdiendo los laburos: nuestra clase media.

Nuestro país —históricamente, en América Latina— se distingue en las estadísticas por ser un país que tiene amplios sectores medios. Llaman sector medio al que puede acceder a la vivienda, a la salud, a la educación, el que puede tener sus derechos cubiertos, el que tiene un resto para irse de vacaciones, el que tiene la posibilidad de pensar en una casa, en un auto, de mandar al pibe, a la piba a la universidad; a eso lo llaman sectores medio. En la Argentina, necesitamos que toda la Argentina sea de clase media, que pueda acceder a sus derechos, que pueda llegar a donde quiera y tenga un Estado que la acompañe.Esto de querer bajar a todos un escalón, bajarnos un peldaño, no lo votó nadie..

Así que digo este comentario porque Kato, Nico [Nicolás Kreplak, ministro de Salud], cada uno de los compañeros y compañeras que conforman el gabinete, cada uno de los intendentes y las intendentas, de nuestros legisladores y legisladoras, cada uno de nuestros dirigentes políticos, pero sobre todo, todo aquel que conformando nuestro pueblo comprende que lo más importante que tenemos siempre se ganó en una discusión, en una disputa, que nada es regalado. Los derechos laborales en nuestro país no son un regalo, son resultado de fuertes luchas dadas por la organización de nuestro pueblo, y que gobiernos, como los de Perón, Evita, Néstor y Cristina encontraron como conclusión que esos derechos aparecían garantizados.

Y la verdad es que estamos, hoy, en medio de esta circunstancia tan compleja, en una ocasión que nos da mucha alegría. Estamos acá con el nuevo intendente de Hurlingham, Damián Celsi. Quiero decir que Damián es un hombre de mucha perseverancia. Este mapa que mostraba recién del distrito, estas necesidades de obra de diferente tipo, vinculadas a la salud, vinculadas a la educación, vinculadas a la luminaria, no es sólo un tema de condición de vida para tener luz a la noche, es un tema también de seguridad, los asfaltos, esta ruta 4, que todos la conocemos como Camino de Cintura, es también uno de esos grandes proyectos.

Aprovecho, que lo tenemos a Kato acá que desde el Gobierno nacional inició una obra que, más allá de que vengan con las tijeras, la motosierra, con los ajustes, necesitamos terminar: es la autopista Presidente Perón, pero también, de la misma manera, estamos trabajando sobre el Camino de Cintura en los distritos de Almirante Brown, estamos trabajando también en el distrito de Lomas de Zamora, hemos firmado con San Martín, lo estamos haciendo también en Hurlingham. La provincia de Buenos Aires, el conurbano, necesita más conectividad, necesita más productividad, entonces necesita más obra pública, porque eso es dignidad, menos accidentes, mejor vida.

¿Cómo quieren que lo haga? ¿Qué privado va a venir a invertir en las luminarias? ¿Qué privado va a venir a hacer el polo educativo? ¿Qué privado va a traer dos ambulancias de última tecnología para todos y para todas? ¿Qué privado va a terminar el Camino de Cintura? Díganme, quién va a mejorar esta provincia; los privados, por supuesto, los trabajadores, obvio, y el Estado al lado de ellos llevando dignidad, llevando la obra que se necesita, reconociendo los derechos, mejorando los salarios, la distribución de la riqueza. 

¿Qué país es ese? Lleno de pobres por todos lados, recursos naturales que se llevan y una minoría que es la única que se atiende. No es el país que queremos. Y esto no es negar la dificultades que hay; hay que afrontarlas y tomarse el trabajo día por día de ir mejorando la situación de los que todavía no llegan. Pero de nuevo, hablan de libertad, hablan de buscar la libertad, y veíamos ahora que le niegan el alimento en los comedores escolares. ¿Qué libertad es esa? Y repito, una vez más, lo que muchos ya sabemos, pero hay que machacar con esto y dar todas las discusiones con mucho respeto, pero dar toda la discusiones. Sin igualdad de oportunidades, la libertad es un verso; es libertad del que tiene plata para hacer lo que quiere y para el resto nada. Igualdad de oportunidades, distribución del ingreso, inclusión social, justicia social para alcanzar la libertad, pero una libertad para todos y para todas.

En esta situación, donde lo dicen por la tele, no es que uno quiera subirse ni a discusiones estériles, ni a chicanas, menos todavía provocaciones, porque también esto es para distraer. Como si fuera una pelea, entre escuelas económicas, entre economistas cuando es mucho más sencillo. La realidad la conocen ustedes bien: han dejado que suban sin cuartel los precios de los alimentos, de los medicamentos. Ahora han aumentado las preparas también para los sectores medios, han aumentado la cuota de las escuelas, han aumentado las garrafas, el boleto de colectivo. Nos pasaríamos todo el día hablando de los aumentos que hay, a veces parece casi festejado. Y la verdad es que lo único que no ha aumentado en proporción, pero ni de lejos, son los salarios, las jubilaciones, los ingresos de los sectores populares.

Dicen que tenemos que pagar el litro de nafta lo mismo que en Europa y en Estados Unidos, y se ocupan rapidito de poner la nafta a ese precio. Que se ocupen también de poner los salarios en los niveles europeos y norteamericanos si quieren que acá la nafta —surgida de los hidrocarburos del petróleo, que es de todos los argentinos y las argentinas— se pague como afuera, que los sueldos sean los de afuera también. No estoy simplificando ni quitando responsabilidades, pero son discusiones que no admiten atajos y que no se resuelven de esta manera, dejando a todo el mundo en una situación tan compleja.

Ahora dicen —lo escuchaba ayer— que puede que los precios dejen de subir porque se va a extinguir la demanda, porque no va a haber... Claro y lo dicen como si fuera una cuestión de curvas de oferta y demanda, una cuestión de números, una cuestión de derivadas, de ecuaciones, de funciones, de teoría económica. Si quieren derrotar el aumento de los precios, yendo contra los ingresos de los sectores populares, yendo contra la alimentación, contra la posibilidad de comprar un remedio, cuando alguien se enferma. La verdad es que no, no es por ahí. Si quieren arreglar los problemas de déficit bajándole los impuestos —que es lo que han propuesto— a las propiedades más caras, más grandes, a la riqueza, y subiendo los impuestos a importaciones, a los sectores que consumen, y, bueno, no es por ahí.

Se pueden discutir muchísimas cosas, pero la verdad es que estamos en una situación complicada y asumimos que lo es complicada Habían dicho que esta vez el ajuste era ajuste como fue tantas veces, aceptaban esa continuidad con los gobiernos ajustadores, el de Martínez De Hoz, el de los 90 de Cavallo, gobiernos ajustadores como el de Macri decían, pero esta vez, por primera vez, es algo nuevo. El ajuste lo va a pagar la casta, porque el ajuste esta vez lo va a pagar la casta, no lo va a pagar la sociedad, no lo va a pagar el pueblo, no lo van a pagar sus votantes, lo va a pagar la casta dijeron. Le pregunto desde cuándo un jubilado, una jubilada tiene que elegir con qué enfermedad se queda porque no puede pagar los remedios es la casta, desde cuándo un laburante, una laburante que no puede pagar los alimentos es la casta, desde cuándo el que no puede llenar el tanque para ir a laburar es la casta. ¿Desde cuándo? ¿En qué definición? ¿En qué diccionario? ¿En qué lenguaje es la casta el laburante, la clase media, los sectores populares, los jubilados, las jubiladas? 

Así que la novedad no es tal, y yo llamo la atención sobre esto porque hoy en el Parlamento se está discutiendo, se va a empezar a discutir en particular, esa llamada Ley Ómnibus. Ley Ómnibus porque en su versión original —de la que va quedando menos, pero hay elementos sustanciales todavía— tenía más de 600 artículos, así como tenía más de 300 el DNU, que también está siendo cuestionado. Y escuchamos desde los micrófonos del gobierno, al propio presidente hablar de coimas, de idiotas útiles, incluso llama así a los que lo acompañan. Esos mismos, a pesar de que en los discursos dicen que la ley no sirve, o no contribuye, o no les gusta, o no le quieren dar esas facultades extraordinarias al presidente o no le quiere dar esa posibilidad a Caputo de endeudarnos de nuevo sin límites ni control, o no quieren darle a Bullrich esa posibilidad a cualquiera que levanta la voz, ir a buscarlo con la represión, lo dicen en el micrófono, después lo acompañan igual.

Escuchaba a un dirigente, creo que senador, si no me equivoco, presidente provisional del Senado —o sea, vendría a ser el tercero en la línea de sucesión después de Bullrich, después de la vicepresidenta Villarruel, viene esta persona— que decía, en una entrevista radial, que los gobernadores, no los de nuestro partido específicamente, los gobernadores son animalitos de gastar. Bueno, yo lo invito a ver acá la Avenida Pavón, después que nos llame como quiera llamarnos, pero que le explique a los vecinos y a las vecinas de Hurlingham por qué no van a tener la escuela, por qué no van a tener el hospital, por qué no van a tener la luminaria, porque se paró el gimnasio, que le expliquen ellos.

Y les pido una sola corrección: la obra pública no es gasto; la obra pública es inversión. La salud no es gasto; la salud es inversión. La educación no es gasto; la educación es inversión que estamos haciendo y los invito a recorrer las 209 escuelas que ya inauguramos en la provincia de Buenos Aires. Los invito a recorrer los 156 Centros de Atención Primaria de la Salud que ya inauguramos en la provincia de Buenos Aires. Los invito a recorrer los 6 hospitales de alta complejidad que inauguramos en la provincia de Buenos Aires. Los invito a tocar las sirenas de las 310 ambulancias que distribuimos en la provincia de Buenos Aires. Ahí están, llámenlo como quieran, es inversión; tiene que ver con los derechos y con la dignidad. 

Y quiero decir lo último, tomando la discusión que daba Nicolás recién. Yo les pido, por favor, que a todos los porteños y las porteñas, pero también a todos los habitantes de las restantes provincias que veranean en la provincia de Buenos Aires, que estén tranquilos, van a contar con todos nuestro esfuerzo, con todas las posibilidades para darle seguridad, salud, por supuesto, que hay condiciones difíciles, pero en nuestros hospitales atendemos también a los y las habitantes de otras provincias que vienen a la nuestra para tener, a veces, atención médica o porque vienen a laburar acá.

Si vienen a laburar a la provincia, como el que va a laburar a la nación de nuestra provincia, dicen que son 3 millones que van todos los días, tienen 3 millones de habitantes, dicen que son 3 millones de bonaerenses que cruzan la General Paz para trabajar y para aportar al producto nacional, pero también a la recaudación de la Ciudad de Buenos Aires porque hay impuestos que son locales como ingresos brutos. Así que cuando trabajan también aportan. Si quieren discutir estas cuestiones, lo haremos; no tenemos ningún problema. Nuestra provincia ha estado desfinanciada durante más de 30 años con la coparticipación federal de los impuestos. Y me dicen “entonces recuperen todo para ustedes, aportan 40, pidan recibir 40”. No. Nosotros vamos a buscar equidad, vamos a buscar desarrollo territorial, vamos a buscar dignidad para los y las bonaerenses, pero vamos a seguir siendo solidarios con otras provincias también en la distribución de los recursos.

Esto no es el sálvese quién pueda, no es la guerra de unos contra otros. No nos van a encontrar dedicándonos a eso. Después discutiremos, pero no nos distraigamos: hoy se está discutiendo en el Parlamento una ley que pone en riesgo el futuro de los argentinos y las argentinas:privatizaciones, endeudamiento, facultades delegadas. Que no nos distraigan. Vamos a dar esas discusiones desde la Provincia de Buenos Aires con nuestros legisladores y legisladoras en cada micrófono que tengamos y no vamos a aceptar chicanas ni provocaciones. Tampoco nos van a conmover si nos insultan o nos llaman de cualquier manera porque ante los únicos que tenemos que rendir cuentas es ante las y los bonaerenses que nos votaron. Así que vamos a seguir haciéndolo, se vienen tiempos muy complejos, muy difíciles.

Damián, cuenten con nosotros desde el Gobierno de la provincia. Querrán asfixiarnos, ahogarnos, algunos dicen que amenazarnos, extorsionarnos. Bueno, los que son derechos de la provincia de Buenos Aires no los vamos a resignar ni los vamos a entregar. Ahora, lo que son provocaciones, el pueblo sabe quién está laburando, quién está gobernando, quién está a su lado y quién se la pasa provocando en las redes sociales.