Compañeras y compañeros, hace pocos días leíamos en los diarios que con esa mirada chicata, corta, y con esa falta de imaginación que tiene la derecha argentina, hablaban y discutían sobre quitarle el nombre al centro cultural en aquel edificio que estaba destruido, que era del correo históricamente, ese edificio hermoso, y decían que le querían cambiar el nombre como hicieron una vez con Perón y con Evita, luego del golpe del ‘55 cuando quisieron borrar la historia, borrar el recuerdo, borrar la construcción, borrar la emoción y el corazón de las argentinas y los argentinos, prohibiendo por decreto mencionar a Perón, a Evita, cantar la marcha, usar los símbolos del partido.
Pensaban que así iban a terminar con el peronismo. Ahora quieren sacarle el nombre de Néstor al centro cultural, otros monumentos, otros paisajes, otros paseos donde se recuerda a un presidente que cambió la historia. Aunque lo hicieran, no serviría de nada porque Néstor vive en el pueblo. Pero además, Jorge [Jorge Ferraresi, intendente de Avellaneda], te quiero agradecer porque a nivel nacional tratarán de borrar nuestros símbolos, los nombres que queremos, nuestra historia, pero centro cultural, como el Centro Cultural Kirchner, ahora también en la provincia de Buenos Aires, y que sepa Néstor que no van a poder borrarlo nunca.
Hoy estamos reunidos acá entre varios homenajes para recordar aquel 27 de abril donde Néstor se impuso en una elección después de la peor crisis que tuvo la Argentina. Una crisis causada por las mismas políticas que luego aplicó Macri; una crisis causada por las mismas políticas que hoy está aplicando Milei. Ganó Néstor, no lo vieron venir, no se esperaban que después de tanto destruir, romper, al pueblo le iba a quedar energía, pero sobre todo comprensión y conciencia para saber dónde quedaba el norte, eso hizo Néstor con millones de pibas y pibes que estaban ya alejados, desapasionados, desinteresados, despolitizados, como dicen ahora que está de nuevo la juventud, y ahí vino Néstor, y a lo largo y a lo ancho del país quedó claro que el pueblo está, solo hace falta que haya dirigentes que estén a la altura del pueblo.
Y volvió la militancia política, Néstor depositó de nuevo la política en manos del pueblo, de los trabajadores, en manos de los sectores populares, contra ese poder económico concentrado que siempre encuentra algún gil o algún oportunista o alguno que lo represente en sus intereses. Esos sectores concentrados y extranjeros se encontraron con que Argentina se iba a reconstruir de la mano de sus tradiciones, de la mano de su historia, de la mano de sus luchas, y floreció de nuevo la política en la Argentina.
Néstor logró incorporar aquellos actores que, víctimas de la crisis económica a la que los someten los planes de hambre, se habían convertido exclusivamente en factores que decían que venían a cortar calles y pedir planes. Néstor los incorporó a la política y los convirtió en factor de transformación de la Argentina. Por eso, cuando nos vienen a decir que los sectores populares, que los estudiantes, que los trabajadores, que los obreros, que los pequeños empresarios, que los pequeños productores están por la suya y no les importa o no les interesa la política, recordemos siempre que con Néstor y Cristina fueron protagonistas de la transformación más profunda del tiempo reciente.
Después de los ‘90, de la crisis neoliberal, donde nos venían a decir de nuevo que Argentina tenía que ser un país con relaciones carnales con las grandes potencias, que Argentina era un país rico en recursos naturales para que se llevaran, extrajeran y expoliaran, pero que no podía tener industria, que era ineficaz, que era ineficiente, cara y de mala calidad, como están diciendo ahora. Néstor vino y aplicó las políticas económicas que incentivaron el salario, el consumo y el mercado interno para demostrarnos que la Argentina sólo puede ser un país de progreso y de futuro con industria nacional. Después de que el neoliberalismo de nuevo intentara, allá por los ‘90, arancelar las universidades, ponerle límite al ingreso de los sectores populares, a la formación, pero también privarnos de ciencia, de tecnología, de cultura, de arte nacional.
En esas épocas, donde lo que campeaba era el desinterés, el malestar, vino Néstor a decir que el pueblo argentino tiene la mejor ciencia, el mejor arte, la mejor cultura y la mejor historia. A recuperar la autoestima. Cuando nos decían que no tiene que haber obra pública, en los ‘90, ni infraestructura, o que lo hagan los privados, Néstor vino y ya en aquel discurso, pocos días después de lo que estamos conmemorando, un 25 de mayo, en ese discurso donde habló de proponernos un sueño, nos dijo que había mucha deuda social, que había una deuda que no era ni con el Fondo, ni era tampoco con los acreedores extranjeros, era con nuestro pueblo, que no tenía cloaca, que no tenía agua, que no tenía vivienda, que no tenía rutas y llevó adelante con Cristina el plan de infraestructura más importante de los últimos tiempos.
Por eso, Jorge, ver lo que estás haciendo en Avellaneda fue siempre inspirador para lo que hicimos estos años en la provincia de Buenos Aires. Néstor mostró que la política no era un tema de burócratas. Néstor mostró que la política no era un tema de tecnócratas que venían con planes creados en Washington para aplicar en los países periféricos. Néstor mostró que hacía falta coraje, audacia, lucidez, pero sobre todo, coherencia y entrega para transformar este país. Podemos recordar la historia, podemos homenajear a quienes la hicieron y a quienes hicieron grande este país, pero para honrarla hay que tener la voluntad, la vocación y la audacia como la de Néstor para actualizar y realizar esos proyectos, ponerlos hoy y al día. Tenemos en frente nuestro uno de los gobiernos neoliberales de derecha más retrógradas que se haya gestado en nuestro país, que se haya gestado en nuestro continente. Y creo que lo último que tenemos que hacer es confundirnos, es distraernos.
Estos días están en el Congreso Nacional tratando de aplicar una ley, de aprobar una ley que significa la llamada flexibilización laboral, que no es más que sacarle derechos, garantías y seguridad jurídica a los trabajadores argentinos. Hablan de seguridad jurídica nada más cuando son las grandes empresas, pero proponen que te despidan sin indemnización, proponen que pierdas los derechos. Están tramando hoy, en el Congreso Nacional, en una versión reducida, llevar adelante los sueños de transformación regresiva de nuestro país.
Compañeras y compañeros, no nos confundamos, los dirigentes políticos que están sentados en las bancas del Congreso, que algunos se dicen oposición, tienen que hacer lo que demanda la democracia: defender los intereses del pueblo. Esa ley no tiene un sólo artículo en favor del pueblo. Privatizaciones, desregulaciones, entrega, no tiene un sólo artículo en favor de los intereses de la provincia de Buenos Aires. Esa Ley Ómnibus, minibús o como la llamen, no puede pasar el Congreso. Y lo mismo con el DNU 70, cuando vemos que de manera cruel, desalmada, espantosa, se dedican a cerrar, a desguazar y desmantelar el Estado argentino, porque no es eso lo que dicen. Dicen que están mirando, achicando y generando superávit. Están quitándole al Estado argentino la capacidad regular, pero le están quitando al Estado argentino la capacidad de ser un motor para el desarrollo nacional. Así que, compañeras y compañeros, ese DNU 70 no tiene que seguir vigente. Necesitamos que la Cámara de Diputados diga “abajo al DNU 70”.
¿De qué estamos hablando, entonces? De cuidar y defender a un país con sus sectores, que con inclusión social, que con mejor distribución de la riqueza, están en condiciones de llevar adelante un plan de desarrollo. Pero para eso, compañeras, compañeros, en una situación como la actual, donde quien es presidente de la Nación ha decidido fundir a las provincias argentinas, le ha quitado recursos a nuestro gobierno y a nuestra Provincia, tratando de decir que así le iba a hacer daño a un gobernador o a un gobierno.
Vengo a repetir lo que sabemos, pero tiene que entenderse bien: no es contra este gobernador o contra el Gobierno provincial, es contra el pueblo de la provincia de Buenos Aires. Le sacó a los maestros, a los alumnos, a las escuelas, paró la obra pública, quitó el fondo del transporte, el fondo de seguridad. Ayer, firmamos la denuncia ante la Corte Suprema de Justicia para que le devuelvan a nuestra provincia y a todas las provincias lo que corresponde. Pero sabemos muy bien que hay cosas que no se defienden con tinta y papel, hay cosas que se defienden en la calle, con organización, con lucha, con presencia.
Por eso, honrar a Néstor es reclamar lo que le manotearon y le deben a la provincia de Buenos Aires. Pero defender a la provincia de Buenos Aires, implica también dejar bien en claro que nosotros sabemos que el mercado se dedica a ciertas cosas que tienen que ver con el lucro, con la ganancia, pero que para todo lo demás, está el Estado, para reconocer los derechos.
En la provincia de Buenos Aires hay derecho a la educación, en la provincia de Buenos Aires hay derecho a la salud. En la provincia de Buenos Aires, junto con esta dirigencia, junto con los intendentes, seguimos defendiendo el derecho a la vivienda, seguimos defendiendo el derecho a la dignidad. Seguimos defendiendo, también, y para que quede claro por qué decimos que la patria no se vende. Argentina tuvo un presidente como Néstor que le dijo al Fondo Monetario Internacional, “todo bien, pero fuera de la Argentina”. Un presidente que dijo “ALCA, al carajo” y un presidente que fortaleció la unidad latinoamericana, que creó algo que parecía viejo y antiguo, pero que es la clave para poder crecer en la Argentina de una manera armónica con soberanía, con independencia y con justicia social.
Por eso, compañeras y compañeros, en este día venimos a comprometernos de nuevo con Néstor. Y comprometernos con Néstor es defender los derechos de esta provincia, los derechos de su pueblo, de las universidades públicas, de las pibas, es defender a la industria nacional, es defender la integración de la provincia, es defender a los que menos tienen, es enfrentar al neoliberalismo.
Compañeras y compañeros, cuenten con nosotros para llevar adelante la defensa de la provincia, de la soberanía, de nuestro país. Es así, es con movilización, con calle y con lucha que vamos a defender lo nuestro y conquistar nuestro futuro.
Muchas gracias.