Muchas gracias a todos y a todas. Muchas gracias, Pablo [Pablo Descalzo, intendente de Ituzaingó], por invitarnos de nuevo a compartir con Ituzaingó, con vos, con el pueblo de Ituzaingó. Gracias también, lo decía Pablo, pero lo tengo que decir porque guardo un recuerdo allá del 2019 cuando en campaña vinimos a Ituzaingó, me invitaron a la municipalidad y fui con un gran gobernante, con un gran intendente y maestro de gobernadores, que es el señor Alberto Descalzo. Pablo, Alberto es tu viejo, pero todos aprendemos de Alberto y todos nos sentimos contenidos y, de alguna manera, siguiendo un camino y una herencia. Así que hoy estamos inaugurando la escuela. Hace un calor bárbaro, así que vamos a ser breves, quiero decir unas poquitas palabras.
Obviamente, no vinimos acá a confrontar, menos todavía a faltar el respeto, a insultar, eso lo quiero dejar en claro. Nos podrán poner 500 tuits, referirse a nosotros como quieran, insultarnos, maltratarnos. De nuestra boca, de la dirigencia de la Provincia de Buenos Aires, no se va a responder a ninguna provocación. ¿Qué ejemplo le daríamos a nuestros pibes si contestamos a insultos, a denigraciones y al maltrato con lo mismo? La verdad que no, las cosas pueden ser durísimas y decirlas con respeto también. Así que yo tenía ganas de, en esta escuela que lleva este nombre, referirme un poco al presente que estamos viviendo.
Estuvimos recorriendo un aula, estuvimos antes en Morón también inaugurando hoy otra escuela secundaria y la verdad es que hay que ser muy cruel, muy desalmado, casi inhumano para no darse cuenta de lo que significa en la provincia de Buenos Aires y en la República Argentina hacer una escuela para los pibes y pibas y sus familias. Significa, evidentemente, algo que el Gobierno nacional no entiende. Los hemos escuchado hablar de dinamitar edificios públicos, de andar con una motosierra, de romper y destruir el Estado desde adentro. Todo eso han dicho. Bueno, bien, acá en la Provincia de Buenos Aires no queremos romper, no queremos motosierra, no queremos topo, venimos a construir, venimos a ampliar, venimos a facilitar. Qué feo que las palabras para llamar la atención sean destrucción y motosierra. Ojalá fueran pala, ladrillo y dignidad, las palabras que usan.
¿Por qué una escuela? Porque abrir una escuela significa el día y la noche para la comunidad, para los pibes y las pibas, que seguramente su familia no pueden afrontarla a través de lo privado. Ustedes saben que hoy una cuota —y lo quiero decir por descarnado que parezca— en una escuela privada vale 300 lucas, 400 lucas, no digo las que son subvencionadas por el Estado provincial, porque acá llamamos escuela privada a las que son de gestión privada pero subvencionadas también, pagamos los sueldos desde el Estado [provincial].
Pero, ¿por qué? Porque buena parte de nuestra sociedad no se puede pagar la educación por privado, ni la primaria, ni la secundaria, menos todavía la universidad ni la salud por privado, no pueden pagárselo.
¿Qué ofrece el Gobierno nacional? Ese único modelo: “arréglense como puedan”, haciendo creer que lo privado es la solución a todas las dificultades y todos los problemas. Yo quiero decir, todo bien con lo privado, pero sin Estado no hay escuela pública, y sin escuela pública no hay futuro para los pibes. Es una verdad, en el fondo, tan simple y evidente.
Por eso, mientras desde el Gobierno nacional nos sacaron los recursos para la seguridad, Pablo, le sacaron el Fondo de Incentivo Docente al bolsillo de los maestros y maestras, mientras nos sacaron el Fondo de Transporte para que se fuera el boleto de colectivo y, mientras tanto, todos esos recursos se los dan a los acreedores privados, a la deuda externa y ahora nos venden que al país le va a ir bien con el Fondo Monetario Internacional.
Si una desgracia tuvo la Argentina se llama Fondo Monetario Internacional; nunca nos trajo nada bueno, nunca trajo una obra a un barrio, nunca trajo educación a un pibe.
Y mientras tanto, reprimiendo a los jubilados que pedían que se tratara y que se discutiera una jubilación más digna. Ese es el modelo con el que nos quieren convencer de que es lo mejor para nuestro país.
En la Provincia de Buenos Aires, nosotros sabemos que tenemos una obligación, que creemos profundamente en esto, pero además tenemos un mandato. Ya fuimos a las elecciones, nosotros también, y nos votaron para que haya más y mejor escuela pública.
Esto es simplemente cumplir con un compromiso, pero necesitamos intendentes, como el compañero Pablo Descalzo, que hagan su trabajo como lo hace, con esa pasión, con esa entrega, con esa dedicación, con esta escuela. Hoy estábamos inaugurando otra escuela.
Ustedes saben que a nivel nacional nos pararon 1.000 obras, 1.000 obras que interrumpió, como las que describía Pablo, el Gobierno de Milei, 80 de ellas son escuelas como esta. Por eso, hablaba de lo que significa inaugurar una escuela. Lo que significa para la familia, para los pibes y pibas tener su escuela, tener su edificio. Bueno, hoy estamos entrando en un año electoral donde va a haber que decidir y va a haber que elegir qué queremos para adelante.
Queremos una provincia, nosotros, con más escuelas, no con menos escuelas. Queremos una provincia con más hospitales, con más centros de salud, no con menos centros de salud. Queremos una provincia con centros universitarios que le den educación superior a nuestros pibes. Eso es lo que estamos discutiendo. Es tan sencillo como eso.
Y quiero referirme a que esta escuela, hoy inauguramos dos, pero a mí lo que me llena de alegría es que mientras predican egoísmo, individualismo, el sálvese quien pueda, el mejor aplauso que se consigue en la provincia Buenos Aires es cuando se dice: “acá inauguramos una escuela, pero inauguramos 248 escuelas para toda la provincia”. Y eso es un acto de generosidad, porque no es con la tuya y no es para mí, es para todos los mismos derechos.
Y luego, lo dijo Pablo muy bien, lo dijo la directora, lo dijo Alberto, pero a mí me llena de orgullo que mientras desde el Gobierno nacional se predica el negacionismo, falsear la historia y ocultarla, reivindicar incluso a los que llevaron adelante la peor y más atroz política de persecución y de exterminio en nuestro pueblo, mientras eso pasa en el TikTok del presidente, de la vicepresidenta, mientras eso pasa en el Gobierno nacional, acá —para que tome nota Milei— cuando a los pibes y pibas de la secundaria les piden que voten un nombre para su escuela, votan el de Sonia. Así que la provincia de Buenos Aires, territorio libre de motosierra, de topos, territorio de Memoria, Verdad y Justicia.
Yo le quiero agradecer también a la familia, ustedes saben está nuestro ministro de Seguridad, Javier Alonso, trabaja con nosotros Marcelo, [el] hermano de Sonia y acá están sus [otros] hermanos, hay también compañeros. Yo creo que por más que insistan, por más que usen el Big Data, las redes sociales, por más que falseen, por más que crean que de repetirlo nos van a convencer, nosotros conocemos nuestra historia y queremos construir una historia mejor con esta escuela, con ese nombre, para esos pibes y pibas.
Gracias.