Buenos días a todos y a todas.
Muchas gracias, Ariel [Sujarchuk, intendente de Escobar], Beto [Alberto Sileoni, director general de Cultura y Educación]. Muchas gracias a la directora por recibirnos hoy en esta escuela en Escobar, en Matheu.
Ariel hablaba acerca de las 17 visitas a Escobar, de las 17 recorridas por Escobar. Quiero decirte, Ariel, que tengo que estar agradecido porque cada vez que vine a Escobar, vine a inaugurar una obra, vine a recorrerla, vine a ampliar un derecho y a acompañar a los vecinos y a las vecinas de Escobar. La Provincia es muy grande, pero vine tantas veces a Escobar porque tiene un intendente que labura todos los días por su gente.
Acá estamos, inaugurando un jardín de infantes, un edificio escolar. Además, tengo que decirte, Alberto, y decirle a tu ministerio, que cada vez que uno visita una de estas nuevas escuelas que inauguramos, encuentra un edificio como este.
Recién veíamos una institución privada con una gran inversión. Este jardín en Escobar no tiene nada que envidiarle a ninguna escuela privada. Es hermoso, digno, amplio, luminoso, es de calidad, es para que los pibes y las pibas —más allá de las dificultades que tengan en sus casas, económicas, los problemas que sabemos que hay— cuando vengan al jardín de infantes, cuando vengan a la escuela pública, experimenten y vivan estas posibilidades que van a tener cuando sigan su carrera, cuando sigan sus estudios, cuando sean más grandes, que es aspirar a lo mejor y a lo más alto.
Porque si no parece que depende de en qué cuna nacés y las dificultades que tenés, lo que te pone un techo. Bueno, la escuela pública viene a decirle a los pibes y las pibas de la provincia de Buenos Aires que no tienen ningún techo. Que el techo es infinito, que depende de ellos y de una sociedad que se ocupa de ellos.
Así que felicitaciones porque lo decía Eva Perón: que las escuelas, que los edificios, que lo que daba el Estado tenía que ser de primerísima calidad. Pero miren qué cruce, lo decía también Domingo Faustino Sarmiento, que seguramente si uno juntaba esas dos familias de ideas no iba a haber tanta coincidencia. Pero en esto, en Argentina, tenemos una gran coincidencia. Decía Sarmiento que las escuelas, que las escuelas públicas tenían que ser palacios, que tenían que ser un lugar donde alguien entrara, donde un chico entrara, donde la familia entrara y fuera una fiesta y fuera un reconocimiento, no a todo lo que nos falta sino a todo lo que vamos a conseguir. Por eso, cada escuela tenía que ser un palacio.
Quiero expresarlo en el marco de una discusión que se está dando en la sociedad. Me dirijo a las familias que hoy traen a sus hijos e hijas a un jardín de infantes de la escuela pública aquí en Matheu, donde antes no había nada y ahora contamos con esta institución educativa. Actualmente, hay una gran discusión. Escuché al Presidente que ahora tenemos que decir que el Estado es una organización criminal.
Ahora yo les pregunto a ustedes: este jardín, estas maestras, estos auxiliares, estas paredes, los pizarrones, los que formamos hoy la educación pública en la provincia de Buenos Aires, ¿qué vínculo tienen con una organización criminal? ¿Qué relación tiene con una organización criminal? ¿Cuál es la organización criminal? ¿Cuál es la organización y cuál es el Estado del que habla?
Me parece que, a veces, a algunos les gusta hablar en una teoría o en una ideología tan lejana de la realidad, tan lejana de lo concreto, tan lejana del día a día, que se animan a decir que el Estado es una organización criminal. No, no es así. El Estado es este jardín de infantes, el Estado son estas maestras, estos directivos, el Estado es la dignidad para los pibes y las pibas de la provincia de Buenos Aires.
Criminal no es el Estado. Criminal es dejarnos sin escuela. Criminal es dejarnos sin centros de salud. Criminal es abandonar a la gente. Criminal es pensar solo en los que más tienen, no en las necesidades de nuestro pueblo.
Tanta es la ignorancia, tanto el desconocimiento, tanta la insensibilidad también, porque se ha dicho mucho, se dijo mucho sobre qué significa gobernar, cómo hay que gobernar. Se ha dicho mucho sobre qué es un buen gobierno. Pero yo creo que hay una cualidad, por lo menos en estos tiempos y, particularmente, en esta provincia. Hablaba Ariel de la cantidad de veces que vinimos a Escobar. La provincia es enorme, pero yo sé que el gobernador, el ministro, pueden venir cada tanto a Escobar, y pueden venir cada tanto porque hay un intendente, están sus funcionarios, que recorren permanentemente cada uno de los barrios. Gobernar hoy es mirar a la sociedad, mirar al pueblo también sintiéndose parte de eso y con una sensibilidad especial, mirando cuáles son los problemas, sabiendo que no los vamos a poder resolver todos. Pero sabiendo, también, que la cercanía, que la transparencia, que esa sensibilidad, esa presencia es también hoy muy importante.
Así que los que andan por ahí recorriendo el mundo hablando mal de la Argentina, que tengan en cuenta que en la provincia de Buenos Aires estamos construyendo una provincia y un país mejor todos los días y al lado de la gente.
Muchísimas gracias.