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CASA DE GOBIERNO

Palabras del Gobernador Kicillof durante la presentación del proyecto “Feminismos en Red”

Martes 8 de Octubre 2024

Muchas gracias a todas, a todos también, por haberme esperado para poder compartir la firma y el acto. La verdad es que son días complicados, en un año muy complicado.

Hace poquitos días volví de México, de haber estado para la asunción de la presidenta de México, de Claudia Sheinbaum; estuve también reunido con Clara Brugada, que el 5 [de octubre] asumió como jefa de gobierno de la Ciudad de México. Un poco para que tengan en cuenta que las cosas que se están viviendo en la Argentina están muy distantes de lo que está ocurriendo en el continente. Porque a veces corremos el riesgo de que a fuerza de discursos violentos, de tuits, de discursos mediáticos logren instalar un clima, una corriente de opinión como si de pronto toda la estructura de sensibilidad, la trayectoria cultural, histórica de nuestro país hubiera cambiado ¿no? De un día para el otro, porque desde la presidencia de la Nación se baja una línea y un discurso cargado de violencia, de agresión, donde las políticas nacionales se están desarticulando.

Como si eso fuera una expresión y la representación de un cambio en la sensibilidad de nuestra sociedad y que entonces toda las luchas que se han dado durante este tiempo, que pusieron a la Argentina, particularmente en lo que refiere al feminismo, a la discusiones acerca de las cuestiones de género y diversidad, su anclaje institucional, de pronto se hubieran desvanecido en el aire y esa fuera realmente la forma de sentir de nuestro pueblo, de nuestra sociedad, sólo por un cambio de gobierno o por la potencia que cobran determinados discursos desde las más altas autoridades. Y que eso, además, indicara un cambio de época o un anacronismo o un retroceso generalizado. Y la verdad es que viene bien a veces —aunque es difícil también— viajar. No tengan dudas de que en Bogotá va a estar una representación de la Provincia de Buenos Aires con ustedes acompañándolos.

Hay un riesgo que es dejarse impregnar, dejarse teñir, dejarse llevar por estas olas —a veces tan poderosas— de opinión, que incluso atribuyen resultados electorales o cuestiones que se juegan a determinado ritmo, o que se hicieron determinadas cosas, o se dieron determinadas prioridades. La verdad que es falso, falso de toda falsedad.

En primer lugar, falso que ese sea el ambiente y el clima que se respira en nuestra Latinoamérica. No es así. Tanto en el Gobierno nacional de México como en el Gobierno de la Ciudad de México, hay una enorme insistencia con las políticas de género, con la presencia institucional; estuve reunido, incluso, con ministras y secretarías vinculadas al área.

Para que quede muy claro: ni en la región, ni en nuestro pueblo, ni en las cabezas, ni en las mujeres del continente, del mundo y, menos todavía, de la Argentina y de la provincia de Buenos Aires, ha habido ningún retroceso. Que esta corriente de opinión y estas verdaderas campañas y políticas no nos lleven a dudar, que no nos lleven a titubear sino, por el contrario, en la Provincia de Buenos Aires —y lo representa de una forma muy clara el haber sostenido nuestro Ministerio de Mujeres, haber sostenido y ampliado las políticas que llevamos adelante— nosotros tenemos la convicción de que lo hacemos por un mandato popular y representando el sentir y las necesidades y los derechos del pueblo bonaerense. 

Que nadie baje los brazos, que nadie dude, por el contrario, creo que una situación como esta nos invita a seguir avanzando, y a hacerlo de otras formas probablemente en etapas adversas. Uno a veces piensa, porque yo hablaba de los discursos, en el daño que ya ha hecho este Gobierno [nacional]. Acá tengo un pequeño resumen del enorme retroceso en materia de políticas, la desarticulación en 10 meses de gestión. Quiero acompañar con una breve lectura de todo lo que se está perdiendo en la Argentina por responsabilidad de Milei. Porque sino parece que simplemente estamos hablando de discursos, de ideologías, de posicionamientos, y esto es mucho más grave. 

Se limitó el acceso al programa Acompañar, hay más requerimientos para el ingreso, disminuyó el periodo de asistencia, un programa importantísimo para la provincia de Buenos Aires. Luego, el programa Acercar Derechos, que acompañaba a personas en situación de violencia de género en todas las provincias y en la Ciudad Autónoma también. Están reduciendo los equipos, los profesionales. Tampoco se ejecutaron las líneas de los programas para fortalecer la independencia económica. Programa Producir, Registradas, Igualar para la Igualdad de Género en el Trabajo, el Empleo y la Producción, el programa Constructora. Muchos programas que habían tenido un efecto importantísimo y mucha llegada en la provincia de Buenos Aires.

Tampoco se realizaron entre enero y julio las transferencias de los programas de Fortalecimiento de Hogares y Espacios de Protección y Asistencia, Apoyo Urgente y Asistencia Integral Inmediata para Casos de Violencia Extrema por Motivos de Género. Después interrumpieron las obras también, 24 Centros Territoriales Integrales suspendidos. Tampoco hay políticas en torno a la formación de la Ley Micaela.

Este es un breve resumen del daño que está haciendo el gobierno [nacional] actual día a día y de las situaciones que se generan por su ausencia. Acá quiero ser muy claro: nosotros, desde el Gobierno provincial —lo manifiesta este encuentro— no sólo no cambiamos de convicciones, sino que estamos reforzando y ampliando, en la medida de lo posible y con recursos, obviamente muy tensionados por la situación actual de una aplicación ilegal de recortes y restricciones de fondos que les corresponden a todas las provincias argentinas, a pesar de eso, estamos haciendo un gran esfuerzo para sustituir y compensar las ausencias del Gobierno nacional.

Es algo que nos gustaría poder hacer en una dimensión mayor, pero como todo el mundo debe entender no somos un país, hay políticas que le corresponden al Gobierno nacional porque son interjurisdiccionales o son programas que atañen al país entero, entonces sería imposible que desde una provincia lográramos actuar como si no existiera esta ausencia. A mí me gusta más llamarlo deserción, que ausencia o retirada. Y me parece que si bien parece una sutileza terminológica, es muy importante marcarlo porque una cosa es que no estés, una cosa es que te vayas, pero otra cosa es que tengas determinadas obligaciones que no estés cumpliendo, son leyes, son presupuestos, son programas, son transferencias, son recursos sobre los que el Gobierno nacional, como en el caso de las políticas para las cuestiones de género, diversidad, está incumpliendo.

Pero también lo está haciendo con el FONID, los fondos para los maestros y las maestras, lo está haciendo también con los fondos para los jubilados y las jubiladas a través de las cajas no transferidas y la falta de compensación, lo está haciendo también con los fondos para la seguridad.

Y lo quiero dejar muy en claro, porque si no sería una cuestión optativa, circunstancial, o apenas de preferencia de quien ocupa determinado lugar institucional: hay un incumplimiento fuerte, grave, de leyes, normas, acuerdos, programas institucionalizados, firmados, por eso no hay que naturalizarlo, no hay que dejarlo pasar, hay que reclamarle al Gobierno de la Nación y al presidente Milei que cumpla con todas las leyes de la Argentina y que cumpla, para empezar, con la Constitución Nacional, que dice que hay un Gobierno nacional, pero también hay provincias y que somos un país federal. Si no cumple eso, no se puede ni empezar. Cuando nosotros juramos, cada uno en su cargo, por la Constitución Provincial, por la Constitución Nacional, juramos respetarla, pero también prometimos hacerla respetar y hacerla cumplir, así que esa es la otra invitación que yo les traigo y sumo. Tiene que cumplir el Gobierno nacional sus responsabilidades y las leyes. No hay que parar de reclamarlo.

A todos estos incumplimientos y estas ausencias se agrega que, obviamente, por decisión política, por una convicción —que hoy no me voy a dedicar a caracterizar del presidente de la Nación, de quienes lo acompañan con respecto a la economía del país— ha generado una crisis de dimensiones inmensas. Cuando decía que es un año complicado, me refería a cómo nuestra sociedad y nuestro pueblo, principalmente, va perdiendo bienestar, va perdiendo condiciones de vida, va perdiendo a veces empleo directamente, y si no salarios, jubilaciones y cómo cuando nos dicen que el Estado tiene que retirarse y achicarse más, hasta diluirse o terminarse, lo único que nosotros observamos, caminando por los barrios, por las ciudades, por los municipios de la provincia de Buenos Aires, es que nuestra sociedad y nuestro pueblo con la crisis producto de las políticas de Milei no necesita menos Estado, necesita más Estado. 

Y, particularmente, el efecto que tienen las crisis económicas sobre las mujeres. Que se les carga a ellas buena parte del peso de las crisis y, por lo tanto, creo que, entre todas las aberraciones que hay, haber abandonado las políticas en punto a las violencias, las políticas en punto al acompañamiento que abandonó el Gobierno nacional es todavía peor con la crisis que ellos mismos generan. Así que cuenten con nosotros para seguir sosteniendo esta lucha y ese acompañamiento a las mujeres de la provincia de Buenos Aires y de toda la Argentina.

Esto también es lo difícil y lo doloroso: nosotros veníamos con planes y con programas que tenían que ver con avances, con expansión, con novedades, y ahora resulta que por lo que ha ocurrido desde el Gobierno nacional, muchos de esos planes se ven sustituidos por medidas de emergencia, de acompañamiento y asistencia. Además, respuestas a situaciones que antes no pasaban, y las graves que ya pasaban, están peores. Eso es lo que estamos observando.

Por eso es tan importante lo que estamos celebrando hoy. Por eso, nuestro agradecimiento a través de Karina Batthyány [directora ejecutiva] a CLACSO. Nosotros, en la Provincia, llevamos adelante una batería de políticas que seguramente conocerán, que ya deben haber enumerado, que venimos difundiendo. Pero es importante para nosotros la formación de una red, primero, en materia nacional dado lo que está ocurriendo en la Argentina. Es importante para la Provincia de Buenos Aires articular, encontrar puntos de colaboración, de cooperación, de trabajo con todas las provincias argentinas. Y si nos resulta difícil a veces con algunos gobiernos provinciales, debemos hacerlo con los representantes de la sociedad, con las organizaciones, con los colectivos. Así que la Provincia de Buenos Aires no va a retroceder ni un paso y va a avanzar incluso en la articulación ante la ausencia del Gobierno nacional, con las demás provincias argentinas.

La Provincia de Buenos Aires no se siente por arriba de nadie, no se siente superior a nadie, pero sí tienen que saber todas la provincias argentinas que cuentan, en la medida de nuestras posibilidades, con la cooperación, con la asistencia, con la ayuda, con la articulación, con este Gobierno provincial para fortalecer aquello en lo que a veces hay dificultades de hacer en cada una de las provincias.

Eso es lo que yo entiendo de esta red: la posibilidad de institucionalizar un trabajo cooperativo, un trabajo de intercambio, de formación entre todas las provincias argentinas. La provincia de Buenos Aires es una más, pero ustedes cuenten, también, con este gobierno.

Y ni hablar de una red como la que se ha planteado: iberoamericana, regional, internacional. Obviamente que es parte de lo que creemos, pensamos y siempre promovimos, pero en situaciones como estas, donde la Argentina está atravesando una etapa compleja, de mucho retroceso, me parece que se pone de manifiesto más todavía la necesidad de la integración con las demás experiencias, con los demás pueblos, con los demás países de Latinoamérica. Es una pena la pérdida de una gran oportunidad la que está produciendo el gobierno de Milei, un momento donde varios países como Colombia, Brasil, Chile, México están en posición de trabajar con políticas de este tipo, políticas ambientales, tenemos un gobierno negacionista.

No que no aborda el problema, no que no lo resuelve, como pasa con otros problemas que también reconoce, en este caso ni siquiera lo acepta, ni siquiera lo comprende, es más, lo niega y lo tapa y lo cancela. Un gobierno que de la misma manera que niega el cambio climático, por hacer una comparación simplemente entre las tantas, que no reconoce que haya desigualdad ni siquiera salarial, no reconoce hechos que son objetivos, entre los tantos, no reconoce el papel ni las dificultades y las desigualdades que atraviesan las mujeres, y que necesitamos que más varones acompañen también.

Entonces, ante una situación de este tipo, es más necesaria que nunca una integración con pueblos hermanos, con experiencias que están ocurriendo en otros lugares, tengo que traer también de México, de Brasil, lugares por donde anduve, la plena disposición de los gobiernos de trabajar con la Provincia de Buenos Aires, y de trabajar también en los derechos que están cercenados o que están amenazados o que han sido atacados del pueblo argentino en todas las dimensiones. Nosotros somos un gobierno, la Provincia representa el 40 por ciento de la población del país y a veces el Gobierno nacional justifica sus decisiones en una legitimidad, hasta en una campaña o en una plataforma, donde dice haber advertido todo esto que está haciendo.

Yo creo que no es así, que buena parte de lo que ocurre no tiene que ver con lo que se planteó en campaña, empezando por la cuestión central que parece ser la única política de este gobierno que es el ajuste, donde se había dicho con mucha claridad que el ajuste no iba a ser para los trabajadores, las trabajadoras, para las mujeres, para los sectores populares, para los sectores medios ni para los estudiantes, el ajuste no iba a ser para los productores rurales, el ajuste no iba a ser para los jubilados, el ajuste no iba a ser para las pymes. Y hoy vemos que están haciendo un desparramo en materia económica, de ingresos, social y productiva. Así que yo tampoco consiento y permito que se diga que este programa, que se está aplicando hoy, es el que se propuso y el que se votó en las últimas elecciones.

Incluso la motosierra se decía que era para un sector pequeño, minúsculo y que por primera vez iba a ser un ajuste que no iba —casi textualmente— a afectar al pueblo. Y vemos que lo que ocurre es exactamente lo contrario. Los únicos que festejan —y en este momento diría con entusiasmo—, apoyan, son sectores minúsculos, muy pequeños, privilegiados y favorecidos. Así que si la casta tenía que ver con privilegios, los más privilegiados resultaron ser los beneficiarios de todas estas políticas.

Dicho esto, aún si el Gobierno nacional cree que tiene legitimidad o mandato para hacer lo que está haciendo, yo les digo, desde la Provincia de Buenos Aires, que nosotros también nos presentamos a elecciones, fuimos a tres elecciones, fuimos con una posición muy clara, fuimos además, no como una promesa, un interrogante, una incógnita. Fuimos después de 4 años de mandato, de políticas aplicadas, de una expansión en términos de la llegada del Gobierno, tanto con el Ministerio de las Mujeres, con el Ministerio de Ambiente, con tantas otras políticas que no quiero mencionar.

Así que los y las bonaerenses sabían qué votaban cuando apoyaron a este gobierno. Y la verdad es que el Gobierno nacional puede decir lo que quiera, pero nosotros para hacer lo que hacemos, hacerlo como hacemos, seguir en la línea de la ampliación de los derechos, tenderle una mano a los que más necesitan, acompañar a aquellos que están en condiciones de desigualdad, para todo eso, tenemos también mandato popular en la provincia de Buenos Aires. Así que no tengan ninguna duda de que vamos a seguir por ese camino. Y esto es consolidar, ampliar y fortalecer las políticas que llevamos adelante en el Gobierno de la Provincia. Simplemente, agradecerles y darles el apoyo y todo lo que necesiten, saben que cuentan con el Gobierno de la Provincia.

Muchísimas gracias.