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PUERTO LA PLATA

Palabras del Gobernador Kicillof durante un acto multisectorial en Ensenada

Sábado 27 de Abril 2024

Compañeras y compañeros, hoy estamos de vuelta en este gran puerto, en esta gran ciudad que se ha convertido en una región que es la locomotora productiva y política de la Provincia. Estamos reunidos de la mejor manera posible. Compañeras y compañeros, trabajadoras y trabajadores de todos los sindicatos, representantes de todos los movimientos sociales y las fuerzas políticas que, reunidos cada uno en su ámbito, deliberando, reflexionando y preparando, convocaron hoy a este encuentro. Y este encuentro tiene muchos motivos, pero el que empiezo por reivindicar y defender hoy, acá y ahora, es el de la construcción del Canal Magdalena.

Y quiero hacer un breve repaso de por qué hemos convertido en bandera al Canal Magdalena. Muchos no lo saben, pero creo que el problema que tenemos es que otros lo saben bien y lo ocultan y mienten para que no comprendan las argentinas y argentinos, las y los bonaerenses es de qué estamos hablando. La República Argentina cuenta con 4.500 kilómetros de costa marina. Tiene la vía navegable troncal que remonta el Paraná hacia el norte de nuestro continente. Hoy la Argentina y nuestra provincia tiene puertos fluviales allá al norte, en los ríos de la llamada hidrovía.

Y tiene puertos marítimos más abajo que están en nuestra provincia y también hasta en nuestra Patagonia. Esos puertos fluviales, esa Argentina fluvial y esa Argentina marítima, hoy está partida para navegar desde el Paraná, desde puertos de Escobar, puertos también del Paraná más arriba, Concepción del Uruguay, para llegar a los puertos del sur en nuestra provincia, como el de Quequén, el de Bahía Blanca, o más al sur de nuestra Patagonia, para completar carga, para sacar, como lo hacemos hoy, por vía marítima, el 80 por ciento de nuestra exportación, para que entre el 95 por ciento de las importaciones, que lo hacen de esta manera, para ir del norte de nuestra provincia y la Argentina, al sur de nuestra provincia y la Argentina, hay que ir navegando hasta Montevideo, pedirle permiso a la Prefectura uruguaya para que el mismo barco atraviese. 

La Argentina está partida, la provincia está partida. La vamos a juntar, la vamos a unir, la vamos a integrar. Esto significa, por supuesto, algo inexplicable: empezó ni más ni menos que Manuel Belgrano, antes todavía de la Revolución de Mayo, a plantear que el Canal Sur, que hoy llamamos Canal de Magdalena, era la vía para unir los puertos del Paraná con los puertos del Atlántico. Ese Canal Sur dijo, es el que tenemos que priorizar, el Canal Magdalena; pero dijo también cuáles iban a ser los beneficios de hacerlo de esa manera. Y, miren ustedes, hoy tenemos que reivindicar de nuevo al patriota Manuel Belgrano, que nos decía que hacía falta esto para que hubiera una flota fluvial y marítima argentina, para que hubiera astilleros argentinos, para que hubiera, por supuesto, riqueza, producción, trabajo, pero también para que haya soberanía nacional. El Canal Magdalena es soberanía nacional.

Y hay que recordar la historia desde aquel momento, porque esto no se hace por el predominio de poderosos intereses económicos y extranjeros. No seamos ingenuos, no es ni una cuestión de ingeniería, ni una cuestión de plata, es una cuestión de una disputa geopolítica internacional con poderosos intereses extranjeros que quieren una Argentina subordinada, que no tenga su independencia marítima, que tenga que pasar por otro lado y pedir permiso para ordenar su producción, su comercio y su integración nacional. No es solamente algo insensato y tonto y antieconómico, sino que es una fuente y un método de subordinación y de coloniaje. Por eso, hay que recordar esa historia. En el año 2014, por primera vez, estando nosotros en el Ministerio de Economía, Cristina [Fernández de Kirchner] en la Presidencia de la Nación, se llamó a una licitación para construir el Canal Magdalena. La paró [Mauricio] Macri, luego no se pudo hacer. 

Estamos cansados, no queremos esperar más. La Provincia de Buenos Aires se quiere hacer cargo del Canal Magdalena. Si no lo van a hacer ellos, lo convertimos en bandera, lo convertimos en lucha, hay que convertirlo en victoria de la Provincia, victoria del país, a este Canal Magdalena. 

Hablábamos el otro día, en las lanchas construidas en nuestro Astillero Río Santiago, que entre paréntesis se cansaron de decir que no sirve. Y comentábamos con quienes lo tripulaban que se podía y lo habían hecho navegar hoy todo el trazado del Canal Magdalena, que tiene siete metros en las zonas menos profundas. Tampoco es plata. Lo que hay que resolver no es un problema ni de financiamiento ni de proyecto, es de vocación, de voluntad y de coraje. Y vamos a demostrar que no es de un gobernador o un gobierno, sino que es de un pueblo de la provincia que se cansó y se hartó de tener que pedir por algo que no ocurre. Y ese Canal Magdalena que tiene que ver con las históricas luchas por la soberanía nacional, ese Canal Magdalena que tiene que ver, también, con grandes gestas que surgieron desde acá. Una de ellas que cambió para siempre la política argentina, dándole voz a los que no tenían voz, convirtiéndolos en el actor político fundamental de nuestra historia. Ese movimiento, ese surgimiento, ese nacimiento estuvo en la provincia de Buenos Aires, estuvo en esta región y se llama peronismo.

Estamos conmemorando también lo que un día como hoy, en plena dictadura militar, cuando todo parecía perdido para algunos, cuando creían porque ya había campeado fuerte la represión, el genocidio, la política de tortura y de muerte de una dictadura asesina, y algunos pensaban que todo estaba perdido y algunos esperaban que la dictadura se quedara con su proyecto para siempre, fue ahí, como en cada momento crucial, en cada momento histórico donde la patria está en peligro, que el movimiento obrero organizado se puso de pie. Después de la reunión, los dirigentes, esos 25 fueron presos y, sin embargo, un 27 de abril del año ‘79 hubo un parazo y se empezó a caer la dictadura.

Por eso, hoy conmemoramos también un 27 de octubre, pero del año 2003. Vamos a estar pronto, también, en Avellaneda, rodeado de compañeras y compañeros. Vamos a ir después a Quilmes. ¿Cómo nos vamos a olvidar? ¿Cómo nos vamos a olvidar de ese 27 de abril del año 2003? ¿Cómo nos vamos a olvidar de lo que se planteó ahí, después de la crisis más grande, después de la crisis más profunda, a la que nos llevó el neoliberalismo en el año 2001? ¿Cómo nos vamos a olvidar de que después de ese acto electoral nace en la Argentina un movimiento también histórico, que le da un nuevo significado al peronismo durante este siglo, a la lucha de los trabajadores, a la lucha de los estudiantes? ¿Cómo nos vamos a olvidar del que volvió para hacer renacer la política en la Argentina, para hacer renacer la participación, para darle fuerza a un proyecto nacional, popular y democrático? ¿Cómo nos vamos a olvidar del compañero Néstor Kirchner?

Estamos hoy en una coyuntura dramática, lo decían recién los representantes del movimiento obrero. Una coyuntura dramática donde vuelve el mismo proyecto que ya gobernó tantas veces en la Argentina, ahora vestido con un ropaje de novedad, con un presunto ropaje de rebeldía, con algo que le trata de dar una vuelta de tuerca, que durante la campaña dijo Milei: “¿cómo con los mismos de siempre se va a hacer algo distinto?”. Hoy se le cayeron todas las caretas, lo rodean, lo aupan y lo llevan los sectores concentrados de la Argentina, los intereses extranjeros, los mismos que tantas veces gobernaron el país para unos pocos. Por eso, creo que un pueblo tiene autoestima también, si tiene en cuenta y capitaliza y se para sobre las luchas que va llevando adelante. Dicen que el pueblo todavía no reaccionó.

Miren, compañeras y compañeros, llegó el gobierno de Milei, devaluó y encaró una ofensiva contra los derechos de las trabajadoras y los trabajadores. Y rápido, pronto, con reflejos, las centrales obreras llevaron adelante una movilización y un paro. Los trabajadores primero, después fueron las mujeres, luego de la provocación, se llenaron las calles para decirle a Milei que hubo 30.000 desaparecidos y para decirle que hay un pueblo que va a impedir y que va a gritar: Nunca más. Trabajadores, mujeres, luego los derechos humanos, el pueblo entero y, por último, también acompañando a estudiantes, a docentes, también acompañando a las universidades nacionales, provinciales, públicas. Estuvo el pueblo entero en la calle. 

Decían que a Milei lo apoyan los jóvenes: un millón de pibas y pibes fueron a decir que están dispuestos a defender sus derechos, sus conquistas, sus luchas, que están dispuestos a defender su futuro, la movilidad social ascendente. Y sí, Milei, “justicia social” se gritó en la calle. Y por si fuera poco, atacando al federalismo. Una historia de lucha, la configuración de nuestro país se la debemos al federalismo argentino y Milei le declaró la guerra santa a los gobernadores porque no le votaron su Ley Bases, porque se cayó la mitad por el Senado del DNU que presentó y que todavía está haciendo daño.

Y dijo entonces: “voy a fundir a las provincias”. No sólo a la provincia de Buenos Aires; le sacó los fondos a todas las provincias argentinas. Atacó a todos los gobernadores de la Argentina, la cosa no cambió. Hoy la están empujando en la Cámara de Diputados y en el Congreso Nacional y tenemos que decir, que como el primer día que la conocimos, aunque la hayan desplumado y dejado piel y huesos, no a la Ley Ómnibus de Milei, no a la quita de derechos para los trabajadores, no a las privatizaciones de las empresas que son del pueblo argentino. 

Y vamos a repetir: no al DNU. Abajo el DNU 70, que es el que posibilita los despidos, el desfinanciamiento de las universidades, el ajuste en la Argentina. No somos tontos, ese DNU no tiene un solo artículo que le haga bien a la provincia de Buenos Aires, a las y los bonaerenses. Le ha quitado recursos a las provincias. Le ha quitado recursos a la provincia de Buenos Aires. Parece creer en una versión trasnochada de la discusión entre unitarios y federales, que él hoy gobierna la Nación sin territorio, sin población, sin responsabilidades y sin cumplir la Constitución, que marca que hay derechos que no son optativos y que no dependen de ideologías externas, trasnochadas, viejas, inaplicables. Y digo esto porque la provincia de Buenos Aires, un tercio, el 40 por ciento de la población argentina, la mayor concentración, la mitad de la industria nacional, se desarrolla en el territorio de nuestra provincia. Otro tanto con la producción agropecuaria. Veremos una provincia que es una provincia industrial, agropecuaria. Es una provincia —que lo entiendan bien— de producción y trabajo. 

Por eso estamos acá, para defender los intereses de la provincia, nos sacaron los fondos y empezamos por vía administrativa. Ayer firmé una denuncia a Milei ante la Corte Suprema de Justicia, para que nos devuelva los fondos de los jubilados, los fondos de los maestros, los fondos del transporte. Defendemos los intereses de la provincia, acá hay algo muy claro: la República Argentina, si quiere ser independiente, si quiere soberanía, si quiere justicia social, necesita industria nacional, necesita producción propia, necesita cultura propia, necesita ciencia y tecnología, necesita universidad pública.

Los intereses de la provincia de Buenos Aires que defendemos son los intereses de la República Argentina. Son los intereses de un país más inclusivo, son los intereses de un país con todos adentro. Por eso, hemos protestado, hemos presentado los recursos, hemos hecho las quejas correspondientes. Pero se están agotando los tiempos administrativos, no podemos estar esperando que a los jueces de la Corte Suprema les dé por impartir justicia y devolverle al pueblo bonaerense lo que le corresponde. No es contra un gobernador, no es contra el Gobierno, es contra el pueblo de la provincia de Buenos Aires. Lo pedimos bien, lo pedimos por nota, por carta y por denuncia. Lo tenemos que empezar a pedir en las calles.

Es la lucha de una provincia entera que pelea por su educación, que pelea por su salud, que cree que donde hay una necesidad nace un derecho. Es una provincia que pelea por los puestos de trabajo, que no quiere que le cierren los comercios, que pelea por los sectores medios, profesionales. Es una provincia que pelea por su dignidad, es una Provincia que cree en los derechos, que cree en su futuro y que no lo va a entregar. Por eso, seguimos defendiendo en esta provincia lo que planteamos en la elección. Por eso en esta provincia de Buenos Aires le vamos a hacer frente una vez más a los proyectos neoliberales, le vamos a hacer frente una vez más al desguace del Estado, le vamos a hacer frente una vez más a la extranjerización y al saqueo. 

Compañeros y compañeras, nos llena de energía y nos llena de orgullo tener un pueblo que no cambia de idea, defiende sus banderas históricas de Perón, de Evita, de Néstor, de Cristina.

Muchísimas gracias.