Muchas gracias a todos y a todas.
A modo de síntesis, acabamos de hacer varios anuncios de gran importancia, que tienen que ver con nuestro programa Puentes, que es un programa que permite extender y ampliar el alcance de la universidad pública a todos los municipios de la Provincia. Cuando llegamos había muchas universidades nacionales en territorio bonaerense, y las universidades provinciales, totalizando hoy 27, pero de la misma manera, estaba muy mal distribuído en el territorio provincial el acceso y la cercanía a la formación universitaria. Esto generaba graves problemas en las localidades del interior, algunas bastante importantes en términos de población, pero que no tenían forma de desarrollar en el municipio, en la localidad, o cerca, los estudios universitarios, causando un problema de inequidad, que tiene que ver con algo que se discutió varias veces en la Argentina, con el tema de abrir universidades, antes decían en el Conurbano.
Venimos de una etapa anterior, la que estuvo encabezada por Vidal en la provincia, y por Macri en la Nación, donde se quejaban de que hubiera universidades en el Conurbano bonaerense, inauguradas por Cristina, pero el resultado real de esas sedes de universidades o nuevas universidades fue que muchos más pibes y pibas de nuestra provincia pudieron acceder, porque también había una barrera de distancia. Además de la cuestión obvia de la gratuidad, como un elemento para democratizar el acceso a la universidad, estaba el problema de la distancia.
Nosotros decidimos darle a nivel provincial una vuelta de tuerca más a la ampliación del sistema universitario, llevándolo a los municipios del interior, a través de centros donde se dictan carreras universitarias, que están hechos en convenio con universidades nacionales o provinciales.
El día viernes se realizó un encuentro en Mar del Plata del programa Puentes y le dimos otro salto más en su alcance, así que los que se quejaban de que hubieran universidades en el Conurbano, ahora tienen la dificultad de que en la provincia de Buenos Aires se valora mucho que también haya más centros universitarios en el interior de nuestra provincia. Son 66 municipios, 152 carreras, 19 universidades. Como todo, tiene también su situación general, su contexto, que es el de un ataque como nunca se vio a la universidad pública argentina, lo vimos desde el comienzo de este gobierno de Milei, lo vemos con el desfinanciamiento a las universidades ya existentes.
No sólo no se proponen ampliar el sistema universitario y hacerlo todavía más accesible, sino que además hoy las universidades nacionales no tienen para pagar las investigaciones, no tiene para pagar buenos sueldos, ni siquiera para sostener el poder adquisitivo de lo que ya había. Están desarticulando laboratorios, programas de investigación, CONICET, INTA, INTI, Agencia. La verdad es que es una situación bochornosa y terrible.
Quiero decir, para que tome nota el Gobierno nacional, que cuando uno recorre la provincia de Buenos Aires, en cualquier lugar donde uno se reúna con vecinos y vecinas, pero particularmente en los secundarios, cuando con el programa Conectar Igualdad Bonaerense, que sigue funcionando, distribuimos computadoras encontramos que los pibes y las pibas de las secundarias, es decir, por tanto también sus familias, su comunidad, tienen la aspiración de acceder a la universidad, en una proporción altísima. Tal vez no todos lo logran, tal vez no todos pueden, tal vez después hay cambios de planes o dificultades nuevas. Pero hay una aspiración, hay un deseo, hay un sueño de las familias bonaerenses de mandar al pibe y a la piba a la universidad. Y que de esa manera, lo llamamos nosotros movilidad social ascendente, pero es un derecho también que está vigente y que está presente en la familia bonaerense.
Por eso, cuando el Gobierno nacional pretende impedir, ahora por veto, algo que ya se discutió en el Congreso con amplísima mayoría para que sostenga la formación universitaria, sostenga el financiamiento universitario, no solo nos oponemos al veto, que todavía no produjo, se produjo el veto a los jubilados, pero no todavía el veto a las universidades. Nosotros rechazamos ese veto por su gravedad y, al mismo tiempo, mientras tanto, escudo y red dijimos, seguir ampliando el acceso a la universidad pública en todo el territorio de la provincia de Buenos Aires. Así que eso es una parte importante de este anuncio.
Lo otro tiene que ver con la seguridad. Tres cuestiones que ocurrieron la semana pasada que, obviamente, no tuvieron la cobertura, creo yo, adecuada en los medios porteños. Pero bueno, estamos acostumbrados, así que agradezco a algunos representantes hoy, para que quede en claro que se desbarató una importante organización vinculada al juego clandestino. Hoy tenemos adicción a través de las aplicaciones para el juego legal. Está prohibido en determinadas edades y determinados segmentos, pero el juego clandestino penetra y esto es lo que hemos logrado desbaratar.
Es muy importante también, central, y tampoco tuvo suficiente cobertura por la importancia que tiene: el anuncio que se hizo en Bahía Blanca. El ministro de Justicia, Juan Martín Mena, junto con el ministro de Seguridad fueron al territorio, al lugar donde había ocurrido. Había habido un atentado a una unidad básica de La Cámpora en Bahía Blanca, pero hubo no sólo ese atentado ahí en la región, sino que son 4 los atentados que estaban todavía sin esclarecerse en mano de la justicia federal, pero que tuvo que ver con la persecución y amenazas a un funcionario de nuestro gobierno del sector salud, el que dirige la región sanitaria en la zona de Bahía Blanca. También un atentado, amenazas a una dirigente comunitaria. Y un cuarto atentado que fue una bomba con folletos en una plaza, siempre con el mismo mensaje. Atentados contra organizaciones populares, organizaciones de la sociedad civil. Siempre el mismo mensaje de impartir y generar, con la violencia, miedo para evitar actividades políticas o actividades comunitarias.
Así que es muy importante. A través de otra investigación dimos con uno de los responsables. Lo quiero decir de nuevo por la gravedad que tiene. Son dos organizaciones, en realidad, separadas, que cayeron la semana pasada. Todas vinculadas, algunas de las redes sociales, por amenazar a dirigentes políticos o populares. Otra que ya había puesto, había pasado a la acción a través de la instalación de artefactos. Y encontramos algo terrorífico: 4 artefactos explosivos sofisticados, armados y preparados para otros tantos atentados que se pensaban hacer.
Vamos a seguir con la investigación, porque se obtuvieron los teléfonos, las computadoras, pero es muy importante marcar que seguimos trabajando en esto. Se esclarecieron esos atentados y se evitaron nuevos también. Lo vimos, lo decía el ministro, en la Sociedad Rural, que el presidente recibió un artefacto explosivo, pero bueno, esto sigue pasando en la Argentina. Obviamente, no puedo dejar de decir, que tiene una vinculación con los discursos de odio que plantean al adversario, al que no piensa igual, como un virus, como una rata, como algo despreciable.
Lamentablemente, no estoy diciendo que haya una conexión porque no la tenemos, y no quiero hablar de eso, una conexión inmediata, directa, en estos casos, pero, obviamente, cuando se fomentan estos discursos del que no piensa igual es un virus, ¿qué se hace con un virus? Se lo intenta erradicar. Entonces después eso, obviamente instalado, genera actitudes. Lo vimos también cuando ocurrió el atentado contra la vida de Cristina. Lo vimos en varios eventos, pero tiene que ver con discursos de odio, discursos violentos, discursos de persecución. La verdad es que tiene que terminarse. Nosotros, desde acá, no promovemos esos discursos. Los combatimos, y combatimos también a las organizaciones que llevan adelante, ya cuando pasan a la acción, atentados que ponen en riesgo la vida, los bienes, la propiedad si quieren decirlo, también, de personas que es teóricamente lo que defienden y terminan destruyendo.
Después, lo del Plan de Manejo del Fuego a nivel nacional. Lo advertimos cuando fue el decreto 70, el DNU 70, que desarticulaba, a través de quitarle el financiamiento, el Plan Nacional de Manejo del Fuego. Ya nos ha ocurrido en varios eventos. Siempre lo hacíamos, históricamente, pero la provincia de Buenos Aires, sea con patrulleros, con ambulancias, con helicópteros hidrantes, con lo que haga falta vamos a estar ayudando y colaborando solidariamente con las demás provincias.
Lo vengo diciendo, a nosotros no es que nos sobren los recursos, pero si ante una emergencia o ante una necesidad imperiosa y ante, a veces, el corrimiento, la ausencia o la deserción del Gobierno nacional, entre provincias también poder colaborar y contribuir. Me comuniqué con el Gobernador de la provincia de Córdoba ni bien tuvimos noticias de los incendios. Lo hizo también el Ministro con su par cordobés, poniendo a disposición no sólo lo que hemos enviado, helicópteros, los apoyo en tierra, sino también brigadistas de la provincia de Buenos Aires. Todo lo que haga falta, a disposición de la provincia de Córdoba y del pueblo cordobés para apagar estos incendios.
Lo cual me hace pensar qué desafortunado y qué absurdo es que el Gobierno nacional esté entre los que ahora —también en Naciones Unidas— se oponen a las medidas mundiales para evitar el cambio climático, ¿no? En este último tiempo hemos tenido desde huracanes a enormes incendios, y se esperan más incendios para el verano. Se pensaba que después, por el fenómeno de la Niña, el Niño, hubiera un cambio en el clima, pero, evidentemente, lo que ocurrió es que estamos ante una situación, a nivel internacional, de fenómenos climáticos de una escala y de una profusión hasta ahora desconocidos.
Así que la Provincia de Buenos Aires se preparó e invirtió fuertemente en capacitación, en equipamiento. Tenemos a Fabián García, que es nuestro experto en la materia, trabajando en Córdoba. De nuevo, [quedamos] a disposición del pueblo cordobés. [Queremos] Mandarles desde acá no sólo nuestro acompañamiento sino también decirles públicamente que ponemos todos los recursos de la Provincia de Buenos Aires a disposición del Gobierno de la provincia de Córdoba. Por supuesto, [también a disposición] del Gobierno nacional, si es que se pone a coordinar.
A veces, el Gobierno nacional cree que sus funciones son muy limitadas. Lo escuchaba el otro día al presidente de la Nación cuando presentaba el Presupuesto . Pareciera que el Gobierno nacional tiene solamente tres funciones: una sola de mucho interés, que es pagar la deuda externa o incrementarla. Escuchábamos que quieren ir a pedirle más plata al Fondo Monetario Internacional. O sea, [quieren] trabajar simplemente de sostener acreedores externos, vínculos con acreedores externos, incrementar el endeudamiento externo. La única regla que dijeron para el Presupuesto, que además invalida todo lo que presentaron en los renglones presupuestarios, estimaciones macroeconómicas, etcétera y además es el artículo 1 —si no me equivoco— del proyecto de Ley de presupuesto, que dice: “el Gobierno nacional tiene una sola prioridad que es pagar la deuda externa”.
Y va a ajustar todas las partidas que haga falta, en materia de inversión pública, en materia de seguridad alimentaria, en materia de necesidades, en materia de atención de calamidades, en todas las materias; la única prioridad es pagar la deuda externa. Como decía, en aquel momento que añoran, Nicolás Avellaneda: sobre el hambre y la sed del pueblo argentino, literal. Porque dicen que si por algún motivo baja el ingreso, por la crisis que están generando también, entonces lo que van a hacer es ajustar la inversión y el gasto para poder pagar los servicios de la deuda externa.
Lo único que no se toca, lo único que no está en discusión, son los servicios de deuda, todo lo demás, sometido al ajuste. Por lo tanto, ese primer artículo dice que todas las partidas que han puesto son provisorias y cambiantes. Repito, si bajan los ingresos por cualquier motivo —baja el precio internacional de los productos de exportación, de la soja—, lo que va a ajustar es la inversión en materia de responsabilidades que tiene el Gobierno nacional y no cumple, de atender a la población argentina. O sea, la deuda externa está por encima de cualquier necesidad de los argentinos y las argentinas.
Y esto me lleva a la cuestión de infraestructura. Recién hacía un informe clarísimo el ministro Katopodis, de que se ha paralizado toda la obra pública de origen nacional. Ante esa situación, el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires sostiene la obra que estamos llevando adelante comprendiendo que tiene que ver con salud, con educación, con vivienda, con infraestructura, con logística, tiene que ver con la infancia también, con los centros de infancia. Bueno, todo lo que estamos llevando adelante, tiene que ver con necesidades del pueblo de la provincia de Buenos Aires.
Además, en nuestro caso, no es una decisión que podamos tomar si no es violando, rechazando y negando el mandato que tenemos. Porque a nosotros nos han votado para que haya más salud, más educación, más infraestructura. Hemos ido a elecciones, en un segundo mandato, ya sabían de qué se trataba el Gobierno provincial y las hemos ganado por una distancia de 20 puntos, una distancia muy significativa. Es decir, que el programa es sostener y ampliar los derechos del pueblo de la provincia de Buenos Aires. Esto lo venimos haciendo sistemáticamente, con un esfuerzo muy grande, con un esfuerzo presupuestario y de trabajo muy grande en conjunto con los intendentes e intendentas de los 135 de la provincia de Buenos Aires, para sostener nuestro programa de infraestructura.
Obviamente, a esto se agrega lo que hacemos, en la medida de lo posible, que es sustituir las ausencias y las deserciones del Gobierno nacional. Por eso, hemos asumido obras estratégicas para la Provincia, como Centros para la Primera Infancia, CDI, 86 que abandonó el Gobierno nacional. Hemos firmado acuerdos con los intendentes de la provincia de Buenos Aires para continuar y terminar las obras. Ya hemos terminado —si no me equivoco— 8 de esas 86. Pero lo vamos a seguir haciendo, porque el Gobierno de la provincia comprende, que la Provincia de Buenos Aires no puede darse el lujo de no tener los Centros de Infancias que abandonó el Gobierno nacional. Lo mismo con obras universitarias que dejó a medio hacer, o peor, casi terminadas, ya las hemos asumido. Estamos trabajando con 40 obras, 20 que ya tenemos en carpeta. Y, después, 200 obras de agua y saneamiento que abandonó el Gobierno nacional, también, en la medida de nuestras posibilidades, [queremos] continuarlas y terminarlas.
Después, lo que contaba el ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque, que tenemos efectivamente una tragedia social que va a in crescendo, que se va incrementando, que se va complicando. El informe de UNICEF que se presentó como primicia, como novedad, en este mismo salón, donde nos dijo que, según sus estimaciones, había crecido, en el orden de 20 puntos, la pobreza y la indigencia en niños, niñas y adolescentes, llegando a niveles que nunca había tenido. El récord de Milei, el nobel de Milei, que no va a llegar, es precisamente, porque lo que hizo con su política es incrementar como nunca la pobreza y la indigencia en los pibes y las pibas de la provincia de Buenos Aires y de todo el país.
Así que, según las estimaciones de UNICEF —no nuestras— la pobreza está llegando al 70 por ciento y la indigencia, al 40 por ciento. Son valores récord y una verdadera tragedia social y una vergüenza del gobierno de Milei. Ante eso, la provincia de Buenos Aires respondió incrementando las partidas, vinculadas con el Servicio Alimentario Escolar [SAE] y el programa MESA [Módulo Extraordinario para la Seguridad Alimentaria]. Son los programas de mayor alcance alimentario hoy en el país, incluido, por supuesto, lo que ocurrió con la deserción del Gobierno nacional.
Así que esto alcanza hoy, en las escuelas de la Provincia de Buenos Aires, a 2 millones y medio de pibes y pibas que reciben una colación, sea desayuno o merienda, a casi un 1.200.000 que reciben también el almuerzo en las escuelas de la Provincia de Buenos Aires, y un programa que creamos en la época de la pandemia y que sostenemos: 2.070.000 pibes y pibas que reciben además un Módulo Extraordinario de Seguridad Alimentaria, el programa MESA, que llevan a su domicilio para complementar lo que hacemos en las escuelas. Además de los 6.000 comedores comunitarios, que están por fuera de las escuelas, la copa de leche, lo que anunciamos ahora desde OPISU, también, para complementar lo que estamos haciendo.
Así que abandona el Gobierno nacional y nosotros no podemos no tender una mano, no acompañar, no sólo sosteniendo, sino también incrementando en alcance, en cantidades y en inversión en valores.
Los Juegos Bonaerenses son una política central, todos sabemos que el deporte, las actividades deportivas son importantísimas para la vida de nuestra Provincia, y para los pibes y las pibas, a veces, es una alternativa a situaciones complejas que están viviendo. Así que a seguir invirtiendo en esto también.
Quiero hacer dos comentarios más. Uno tiene que ver con la famosa inversión de GNL. Yo quiero dejar claro el carácter de este comentario que quiero hacer. El carácter es el siguiente, estrictamente: ni quejarme, ni señalar, sino pedirle por favor al Gobierno nacional, al gobierno de Milei, que no nos lleve a perder esta inversión para la Argentina, que es lo que —según trascendió— está en juego hoy.
Quiero explicar bien a qué me refiero con inversión. Cuando se recuperó YPF y se puso a funcionar Vaca Muerta, quedó claro que somos la primera reserva de gas natural no convencional del mundo, por lo tanto esto nos permite ampliar la producción mucho más allá de las necesidades domésticas. Lo lógico y razonable es que esa producción abastezca al mercado interno, a la industria nacional. Esto no está entre los objetivos del Gobierno actual. Abastecer a las familias argentinas, abastecer a la industria nacional, estas dos cosas son ignoradas, pero en todos los casos se iba a presentar un excedente exportable. Ese excedente exportable necesita convertir, para que sea así, el gas en líquido. Desde aquel momento, con una empresa líder internacional que es la malaya Petronas, empezamos a trabajar para que esto pueda ser así. Para que haya una posibilidad de la Argentina de exportar parte de ese gas, también elaborándolo o licuándolo en territorio nacional.
La inversión no es traer un barco. La inversión de la que veníamos hablando —de 50.000 millones de dólares, sobre la que trabajamos [durante] 10 años y fue anunciada en el puerto de Bahía Blanca— no es traer uno o dos barcos, tecnología que ya existe y ya tenemos, incluso, en el propio puerto de Bahía Blanca, para que se conecten a un gasoducto. Eso se hace aguas afuera, viene un barco, se sitúa ahí y, a través de un procedimiento sobre el barco, se convierte en líquido el gas. Esa no es la gran inversión.
La gran inversión es construir una planta en tierra que, con trabajo argentino, con inversión en territorio nacional, le dé un horizonte de muchísimo más crecimiento a las posibilidades de traer uno, dos o los barcos que sean, que [son] bienvenidos, pero si eso ocurre no es la inversión que se había anunciado. Si no se hace la planta en tierra, la inversión se perdió. Entonces, esto es lo que a mí me preocupa, que a través de las confusiones, a través del uso político que han tratado de hacer, que el RIGI, no RIGI. Ya eso lo dejó en claro YPF, que la decisión de localización no tenía nada que ver con el RIGI o con que si adhería la Provincia de Buenos Aires.
Un papelón de Milei. Ahora esperemos que no espante a los inversores. Que no espante a Petronas, que estaba decidida, que ya había puesto plata en el análisis para hacerlo en Bahía Blanca y, después, por una cuestión que aparenta ser un capricho, decidieron correrla. Lo cual se podría discutir y tendremos que ver, todavía no conocimos los números finitos, pero, aparentemente, lo que está perdiendo el país y la Provincia es una inversión grandísima, de 50.000 millones de dólares en una planta en tierra. Eso es lo que se está perdiendo.
Así que yo lo que hago no es chicanear ni discutir porque esta es una cuestión muy seria y muy grave, que se llamó “la inversión del siglo”. Necesitamos que el presidente Milei, que sus funcionarios, trabajen para que esa inversión se haga. Porque estaba diseñada, estaba prevista, estaba anunciada y, luego, por esto de embarrar la cancha políticamente, podemos terminar sin tener la planta en tierra, sobre la que se trabajó tanto tiempo. Así que, eso es lo único que tengo para decir.
Desde ya, porque algunos me preguntaban si nos alegra porque al final se frustró… No, nos entristece. Y estamos asustados y devastados por la posibilidad de que por un manejo mal hecho se pierda una planta en tierra inmensa para el procesamiento de gas natural licuado, porque, además, los barcos se van, vienen y son inversiones de orden transitorio.
Esperamos que el Gobierno nacional ponga sus empeños, no en hacerse los cancheros por la tele o chicanear a otro, sino en que esta inversión se haga, porque ya estaba lista, llegó Milei y está en riesgo hoy de frustrarse. Y es para la Argentina.
Muchas gracias.