Muchas gracias a todos y a todas. Buenas tardes. Primero, agradecerle a Iván [Iván Villagrán, intendente de Carmen de Areco]. Quiero aprovechar para compartir con ustedes algunas sensaciones, algunas ideas que tienen que ver con la época. Porque esto lo venimos haciendo durante cuatro años, 100.000 escrituras, decíamos. Pero no es del todo cierto. Si bien la Escribanía de Gobierno estuvo recorriendo la provincia durante los cuatro años de la primera gestión, lo cierto es que hubo dos que transitamos en pandemia, donde todo se dificultaba, tuvimos también trabajadores, trabajadoras de la Escribanía que se contagiaron, porque los tomamos como esenciales.
Lo hicimos porque veíamos que había una deuda muy grande, una postergación muy grande con la cuestión de las escrituras en la provincia. Y es realmente incómodo, porque no es fácil tener una casa, pero si falta la escritura, falta el título. Falta el documento que certifica quién es el propietario o la propietaria, que le da valor legal. Como decía Julio Alak, nuestro ministro de Justicia en aquel momento, “la escritura es el documento de identidad de la casa”; y la gente sin documento, obviamente, tiene problemas. Tener una casa que no tiene su escritura es algo que los que no lo experimentan, los que no pasaron por eso, no lo conocen.
Pero, bueno, la insistencia, recién, de algunos de los que recibieron tiene que ver con que hay una necesidad y una ansiedad que, además, va creciendo con el tiempo. Aunque puede haber resignación, va creciendo con el tiempo. Porque la escritura da la posibilidad de venderla, de sacar un crédito. Obviamente, certificar la propiedad ya es mucho, pero además da la posibilidad de darla en herencia, de legarla a los que vienen después.
Entonces, al no tener la escritura se está en un estado de indefensión, en un estado de precariedad, a pesar de que la casa es la misma. Y hasta hay cosas que nadie sabe, como que una casa sin escritura se puede vender, pero se castiga el precio en la venta porque no está la escritura. Así que ese sólo papel representa un derecho económico y una seguridad.
Ni hablar en casos más graves, como ante una ocupación de viviendas. ¿Cómo se muestra y demuestra que la casa, que ese bien, esa propiedad, es de la familia, es de la persona? Bueno, era muy importante hacerlo,y hacerlo con urgencia.
En esta época donde parece que todo está en cuestión:el arte, la cultura, la diversidad, la soberanía. Tenemos un presidente de la nación que dice que su ídola es Margaret Thatcher. Y nosotros hemos pasado por una guerra con Gran Bretaña. Ustedes saben que el hundimiento del Belgrano fue ilegal, aún en las pocas reglas que tiene una guerra. Y esa fue una decisión de Thatcher. O sea que hay 323 muertos en la Argentina que tienen una responsable: Margaret Thatcher. Se debería callar la boca el presidente en lugar de decir que es su ídola. Porque tendría que ser, también, comprensivo, porque seguramente además fue una enorme verdugo de la sociedad inglesa y de los derechos de los ingleses. Eso fue Thatcher. Thatcher en Inglaterra es una persona muy cuestionada, porque además quitó derechos. Es recordada porque le bajó los salarios a los británicos, a los ingleses.
Estamos en un momento donde se discute todo. Y, yo no lo había escuchado, decían que andábamos regalando escrituras. Pero vale la pena hacer algunos comentarios, porque son esas cosas que se discuten hoy, que son tan agresivas, tan ignorantes, tan tontas, pero sobre todo tan dañinas.
Fíjense ustedes, están en un acto y están recibiendo una escritura tan esperada, y viene uno y les dice que el gobernador lo hace para que lo voten. Por eso, vale la pena remarcar que lo hemos hecho durante todo este tiempo, más allá del calendario electoral. Imagínense que 100.000 escrituras no se pueden hacer en un mes de campaña.
Así que es una tarea continua y permanente del Gobierno de la Provincia. Esos comentarios denigran, en realidad, a los que las reciben. Las ponen en cuestión como si fueran algo sucio, impropio. Eso, todo lo que se recibe, hasta la educación pública, lo ponen en clave de: “son planeros, no se lo pueden pagar y otros se los pagan”.
Y yo escuchaba a Paola en el video, una beneficiaria, que dijo unas palabras que me parecieron importantes. Porque acá, en la provincia de Buenos Aires, vamos a decirlo claramente, no es que no sea el presidente que tenemos Milei. Lo es, nadie está discutiendo ni las elecciones, ni si son legítimas, nada de eso lo hemos discutido, lo reconocemos. En la provincia de Buenos Aires, Milei no ganó ni las PASO, ni la primera vuelta, ni el balotaje.
Porque hoy empezamos a ver esos discursos un poco extraños. Porque yo, economista, estudié eso, sé lo que es la Escuela Austríaca, pero te vinieron a decir anarcocapitalismo, todas cosas extrañas, que bueno, tal vez alguien dijo “probemos con eso”. Y uno respeta también a cada uno de los votantes, no sólo la legitimidad sino la decisión individual de votar sus motivaciones. Y les dijeron: “bueno, vamos a hacer un ajuste”. Hoy andan diciendo, somos el gobierno, este es el ajuste más grande de la historia, de la historia de la humanidad. Bueno, pero él decía que el ajuste iba a estar focalizado en los políticos, o en la casta o en algo así, y hoy la gente está con problemas para comprar la comida, para pagar el alquiler, para comprar medicamentos.
Lo hemos escuchado al ministro decir que las prepagas están fundiendo o atacando o dañando a la clase media. Y bueno, pero son las políticas de este Gobierno. No era así antes. Y por más dificultades que había, no era así antes. Porque lo que hicieron fue desregular. Como es gente que dice que quiere destruir el Estado, y que el Estado no tiene que meterse en absolutamente nada. Ustedes lo van a entender, creo que fácilmente, no tengo que ponerme teórico ni extenderme demasiado en esto, pero la verdad es que creo que lo van a entender, y Milei todavía no lo entendió en todo este tiempo y, además, sostiene lo contrario.
Hay sectores de la economía que son muy concentrados, pero esto pasa en una ciudad, pasa en un barrio, eso quiere decir que hay pocos que venden un producto, que tienen un monopolio, un oligopolio, que tienen un poder de mercado muy grande. El mercado no es un lugar democrático y de igualdad. Al mercado siempre se lo ha identificado con la ley de la selva, porque el más grande se come al más chico. Y puede haber un comerciante o un empresario que sea benevolente, que sea generoso, pero su tarea es ganar plata.
No se trata de un comerciante, que capaz es el almacenero que te puede fiar, que lo conocés, que es vecino, sino de una gran multinacional con sucursales en todo el mundo, o una gran empresa que capaz es una empresa de la bolsa y ni siquiera está dirigida ni siquiera por su dueño, sino por un gerente, y uno no le puede pedir que se ponga las pilas y piense en la situación. Busca la máxima ganancia, es su función.
Entonces, todo el mundo entiende y todo el mundo sabe que cuando un mercado es muy concentrado, hay poquitos que venden y tienen el poder de fijar el precio. Más si se ponen de acuerdo entre ellos. Si hay tres tipos nada más, como hay en la Argentina, en casi todos, en casi todos los mercados más sensibles de la Argentina hay tres o cuatro empresas que, entre ellas, resuelven el 80 por ciento de lo que compramos todos nosotros: pañales, elementos de perfumería, alimentos, galletitas, harinas. A veces se ven cinco o seis marcas, pero hay dos empresas, que ponen primera marca, segunda marca.
Entonces, todo el mundo sabe, menos Milei, que cuando se da esta situación se puede producir el abuso. Es una situación de poder. Y porque si a ustedes le dan la tarea de ganar la mayor cantidad de plata posible y, por ejemplo, son dueños de una prepaga, capaz que les agarra la tentación de subir el precio, viendo a ver si la gente que se va es menos que lo que se gana subiendo el precio. Entonces se achica y se va la gente que no puede pagar. Claro, pero como cobran más, capaz que ganan más plata. No es tan difícil de entender.
Entonces, en un tema tan sensible como la salud, hay una regulación del Estado para que unas pocas empresas no abusen de los consumidores, o no hagan cosas como expulsar al que tiene más enfermedades y entonces ahorrarse un mango o subir mucho determinado plan. Una regulación del Estado no es un invento argentino. La oficina pública más grande de la parte económica de los Estados Unidos es la que se llama Defensa del consumidor y defensa de la competencia, para impedir los abusos en el mercado.
El otro día leía un mensaje del ministro de Economía que decía que a las prepagas se les fue la mano. El que desreguló las prepagas para que puedan hacer lo que quieran con los precios es el mismo Gobierno, es ese ministro de Economía. Y lo sabe todo el mundo. Lo hicieron y ocurrió lo que dijimos que iba a ocurrir.
Y esto está ocurriendo a nivel de todos los procesos económicos. Lo digo, porque ya pasaron cuatro meses, desregularon los alimentos, quitaron instrumentos, —como es el caso de las prepagas pero lo hicieron con todo— para cuidar al consumidor, para que no haya no sólo abusos sino, a veces, hasta retiro de productos. Ha pasado, con los repelentes, de nuevo lo mismo, un gobierno que no consigue que haya repelentes en medio de una epidemia de dengue. Es increíble.
Entonces, lo votaron para que ajuste a la casta, o para que ajuste a la política, lo habrán votado algunos pensando que los iba a beneficiar. Y lo que está pasando es que está ajustando al laburante, está ajustando al estudiante, está ajustando al comerciante, está ajustando al pequeño empresario, al pequeño productor agropecuario. Está ajustando a todos. Y los que están bárbaros son los más millonarios de la Argentina. O sea, que ajustó a todos y se olvidó de la casta, que son esos sectores tan concentrados.
Y lo digo hoy, porque yo escuchaba a Paola después de recibir su escritura, o sabiendo que la iba a recibir, decir que ojalá que este programa continúe. Ella ya la tiene. Y me pasa acá en Carmen, y yo los felicito, pero me pasa en toda la provincia de Buenos Aires. El aplauso más grande de los que reciben la escritura, que están recibiendo algo, es cuando escuchan que la está recibiendo junto con 100.000 bonaerenses de toda la provincia de Buenos Aires, que no es algo sólo para Carmen.
Conclusión a esta introducción, en la provincia de Buenos Aires habrá individualistas, egoístas pero el conjunto, la mayoría no.Lo decía Ivan: es un pueblo solidario, tenemos un pueblo solidario. Y somos solidarios porque nos faltan muchas cosas hace mucho tiempo, porque algunos viven lejos de los centros urbanos, porque hay mucha desigualdad. Y somos un pueblo solidario. Hay los que no, pero me parece que en esa sintonía el Gobierno actual la anda pifiando. Y la anda pifiando diciéndole a ustedes que les están dando regalos que no se merecen, y después vienen con toda una sospecha de por qué ustedes, etcétera.
Y yo lo siento así. Cuando distribuimos escrituras, los que la reciben se alegran, esperan y acompañan para que todos los demás también la reciban. Y eso es una característica del pueblo de la provincia de Buenos Aires. Tal vez en otra región del país sea distinto, pero yo eso es lo que observo.
Otra de las cuestiones que se dicen, y disculpen que me detenga en esto, pero a veces lo que se escucha por la tele, o toda esa agresión en las redes, pareciera que por repetirlo —y como la mayoría de la sociedad no tiene posibilidad de intervenir en esa discusión, y está esperando que algo le mejore— pareciera que fuera cierto porque se repite y no se discute. Nos dicen que el Estado es un desastre, que tiene que desaparecer, que hay que dinamitarlo, que hace daño, que vamos a estar mejor sin Estado. Y esto no ocurre en ningún país del mundo. Aviso que este ejercicio, este experimento de buscar que no haya Estado en ningún lado, que no cuide a nadie, que no regule nada, que no distribuya nada, no existe en ningún lugar del mundo. Ni en los países más capitalistas, pero todavía menos en los más desarrollados, los países escandinavos, Suecia, Noruega. En esos lugares, hay muchísimo más Estado que acá. Y hay muchísimos más impuestos, también.
Pero, fuera de esa discusión de grado, no existe ningún país del mundo, capitalista, moderno, que no tenga Estado. ¿Qué quedaría si se va todo el Estado? Nos dicen que quedaría el mercado y que el mercado resuelve todo. El mercado es el que hacía que saliera 40.000 pesos un repelente. Eso lo hizo el mercado.A algunos le soluciona: al que tiene los 40.000 pesos para comprar un tubito de repelente. Pero a todos los demás los deja afuera.
Y esa es una característica de un mercado, que es eso, y de la empresa privada que es eso. No está mal, no la criticamos. Cuando Iván cuenta y muestra su pueblo con orgullo, son negocios privados, son decisiones, no es contra el mercado. Es una mentira que hay que elegir mercado o Estado en términos absolutos. Eso no existe y no es verdad. Y creo que se está usando de excusa para privar de protección a los sectores vulnerables, a los sectores trabajadores. Y es una verdadera excusa, y es un verso. Fijense, la escritura también la resuelve el mercado.
Claramente, podría agarrar al que espera hace 62 años de la solapa y decirle: “bueno, la tendrías que haber hecho vos”. ¿Por qué? ¿Y saben por qué? Yo solía decir que salía 400.000 pesos una escritura. Y en realidad sale 1 millón de pesos hoy una escritura. Y es claro y es evidente que no todos, casi diría pocos, la pueden pagar. Y menos todavía el que accedió a una vivienda con muchísimo esfuerzo, y que a duras penas, a veces, puede sostener el mes, y más en una situación como la que está generando el gobierno de Milei.
Entonces, quiero decir que también ahí hay una discriminación. Y nadie dice que el que tiene 1 millón de pesos no se haga la escritura en una escribanía privada. Por supuesto. No estamos en contra del escribano ni en contra del que lo tiene, pero ¿qué hacemos con todos los demás? Son cientos de miles en la provincia de Buenos Aires.
Entonces, este es un problema práctico en el que yo les doy la respuesta de nuestro gobierno. Si hay algo que se puede conseguir por el mercado, está muy bien, pero que el mercado no resuelve, no resolvió, porque hay cientos de miles sin escrituras, así que el mercado fracasó, falló. Y para resolverlo tiene que estar el Estado. Eso es lo que estamos haciendo: reparar una desigualdad, reparar una diferencia, reparar una injusticia.
Porque, finalmente, nos dicen que en esta sociedad está la libertad, la igualdad, hablan, ahora, más de libertad que de igualdad porque se les cae la cara si hablan de igualdad, pero lo que vemos es que esa no es la realidad. No hay esa igualdad. Hay una desigualdad que además se potencia y se reproduce con este tipo de cosas.
Entonces, ¿por qué si hay un derecho a tener el título de la casa propia, algunos pueden y otros no? Porque tienen más plata unos que otros, o porque viven más cerca de los centros urbanos universitarios. Bueno, entonces no somos iguales. No somos iguales. Uno puede tener escritura y otro no, y los dos la necesitan por igual.
Entonces, la necesidad está y nosotros venimos insistiendo con esto. Hay una necesidad, nosotros decimos que hay un derecho. Y ellos no quieren reconocer que hay un derecho porque si no deberían reconocer que no quieren, no saben y no van a gobernar para el conjunto. Si reconocen que donde hay una necesidad nace un derecho, deberían darse cuenta de que así no se gobierna, porque están dejando afuera cada vez a un porcentaje mayor de nuestra población.
Nosotros creemos que sí, que es una cuestión de justicia también, de justicia social, reconocer y reparar y acompañar a aquel que, por los medios del mercado, no puede llegar a determinadas cosas básicas, indispensables, como la educación, como la infraestructura, como la vivienda, como la salud. Ahí está el Estado.
En Carmen, probablemente, no estoy seguro, pero si hay algo de medicina privada no es mucho. Prestador en buena parte de nuestra provincia de Buenos Aires es el hospital municipal. Por supuesto que se puede perfeccionar, por supuesto que todos tenemos dificultades, problemas económicos, financieros, operativos. Pero ¿qué están proponiendo? Y, que tenga salud, que tenga acceso a la salud el que la puede pagar.
Eso es lo que está pasando ahora: ha caído un 25 por ciento la demanda de medicamentos, muchos de esos medicamentos crónicos, que toma la gente que tiene problemas de alta tensión o que necesita tomar una pastillita diariamente. Y si no la toma, no es que ahorra plata, porque después termina con un problema grave en el hospital y es mucho más caro. Si uno se pone en economista, o en contador, es mucho más caro atenderlo cuando ya tuvo la dificultad, que haberlo acompañado con la medicación. Muchos de los que tenían que tomar la pastilla todos los días, la están tomando día por medio. Es muy cruel.
Entonces, detrás de ese discurso a veces gritón, a veces insultante, a veces violento hay mucha crueldad. Y creo que se repone o que se impide tener que aceptar esa realidad que se está generando a los gritos, insultando a todos y a todas. Pero la realidad está y va apareciendo, va aflorando y se va profundizando. Porque la decisión que se toma desde el Estado nacional es bajar los salarios, la decisión que se toma es bajar las jubilaciones, la decisión que se toma es desfinanciar la salud, la educación.
El Gobierno nacional paró toda la obra pública. Acá en Carmen hay 5 obras del Gobierno nacional paradas, más la autopista. ¿Y qué ha dicho la máxima autoridad de nuestro país cuando le preguntaron sobre el tema? Que los vecinos hagan una vaquita, junten una platita y hagan la autopista. Es muy cínico, es muy desalmado también. Porque los vecinos de Carmen saben que no van a poder, que no podrían entubar el canal juntando plata. A duras penas, a veces, se llega a fin de mes; a duras penas se puede completar determinadas cosas básicas Tiene que haber un Estado. Son grandes mentiras, son grandes engaños. Es un engaña pichanga. Porque al decirlo gritando y capaz con un lenguaje como si fuera económico, alguien puede pensar que tal vez sea así.
Pero piensenlo un minuto, no se podría. De hecho el mercado ya no lo hizo, porque hace añares que no se hace esa obra. Otras grandes obras que hemos hecho aquí, lo que hemos hecho hoy, parques ambientales y, bueno, centros de salud. El mercado… ¿Por qué acá no hay una clínica? ¿Vieron la Clínica Los Arcos, que siempre aparece cuando internan a alguien y la muestran en Capital? ¿Por qué acá no hay y allí sí? Y, porque hay más gente, por supuesto, y hay otro poder adquisitivo, está en determinados sectores. Y si no hay esa cantidad de gente, ese volumen, ni ese poder adquisitivo, no va a haber salud privada. O va a haber para sectores muy limitados.
Y es lo que decía Iván, finalmente, al retirarse el Estado de la regulación y del cuidado, le cae más al hospital municipal, y le cae más a la escuela pública. Sumado a que además, nos quieren fundir a las provincias. Entonces estamos en esa situación.
Nosotros acá, en la provincia de Buenos Aires, decidimos dar la pelea. Dar la pelea en términos de la explicación, de la discusión y del modelo de provincia que queremos. Esta no es una provincia del sálvese quién pueda. Esta no es una provincia donde le vamos a reconocer los derechos nada más al que tiene el poder adquisitivo para pagarlo. Esta es una provincia donde vamos a seguir empujando para que haya más igualdad de oportunidades.
Para que ustedes tengan el derecho de que sus hijos vayan a la universidad de Carmen. Empiecen sus estudios universitarios en Carmen, que no tengan que viajar, que no tengan que ausentarse, que no tengan que, finalmente algunos, no volver con la familia de origen, que no sea un discriminador si se pueden pagar esa estadía. Esa es la educación pública y es fundante en nuestro país. Sarmiento, Roca, que son adalides teóricamente del liberalismo argentino, eran liberales, sí, pero tenían cabeza y tenían, por lo menos, algo de sensibilidad con respecto a aquellos que no podían. Entonces fueron defensores de la educación pública, de la educación gratuita y de la educación universal.
Estos días han bajado los presupuestos universitarios. Nosotros estamos abriendo universidades, centros universitarios en 56 distritos de la provincia de Buenos Aires y quieren cerrarnos las universidades nacionales que están en el territorio. Bueno, no los tenemos que dejar. Por supuesto que nosotros vamos a acompañar la lucha del sector universitario, pero la invitación es que cuidemos todos eso, porque no es solamente del que estudia, es de la sociedad en su conjunto. Así que que sepan bien que desde la provincia de Buenos Aires vamos a cuidar a la universidad pública.
Por eso, me parece que hoy lo que estamos haciendo es un acto de reparación a familias que no habían podido acceder durante mucho tiempo a algo que representa un derecho, que es lógico, que además lo tiene que garantizar el Estado si no se puede por la situación económica. Eso es lo que estamos haciendo a lo largo y a lo ancho de la provincia de Buenos Aires.
En lo que respecta a la obra pública, cuando el Gobierno nacional cortó toda la obra, nosotros no sólo nos proponemos continuar las obras que tenemos, sino que estamos anunciando hoy el inicio de una obra tan esperada, una obra histórica que no se puede hacer con una vaquita y a la gorra entre los vecinos y las vecinas. Tiene que hacerlo el Estado. Así que todo el tiempo que se tardó vamos a tratar de recuperarlo terminando esa obra con el esfuerzo de toda la Provincia.
Para terminar, son tiempos difíciles, son tiempos a veces tristes, porque escuchamos decir a las más altas autoridades que no se van a ocupar de cosas que son su responsabilidad. No es que el Gobierno nacional puede desentenderse de la salud, de la educación, y que se ocupe el intendente, el gobernador. Dice ahí la Constitución, juraron sobre la Constitución, y la Constitución garantiza esos derechos y es responsabilidad concurrente, o sea nuestra, sí, del intendente, sí, pero también del Gobierno nacional.
Así que yo soy respetuoso de lo que votó cada uno, del resultado de las urnas, lo que les digo es que lo que está pasando no es lo que se planteó, no es lo que se prometió. Está pasando algo distinto, que afecta muy fuerte. Así que yo creo que tiene que haber compromiso de comprensión, un compromiso de participación, porque finalmente si se cierran las universidades no sé si se van a poder volver a abrir, si interrumpen las obras vamos a perder demasiado tiempo, si al mismo tiempo nos dejan sin medicamentos, se van a perder vidas.
Así que son cosas muy graves, muy importantes, y que en la provincia de Buenos Aires, entiendo yo, que tanto Iván como el Gobierno provincial tenemos el mandato del pueblo de la Provincia de defenderlas.
Así que muchísimas gracias, felicitaciones hoy, felicidades para todos ustedes, muchas gracias, y a seguir trabajando. Muchísimas gracias.