Buenos días. Muchas gracias, Pablo [Pablo Barrena, intendente de Lobería], a toda la dirigencia política de Lobería, a los responsables del sistema de salud, de educación.
Quería aprovechar este ratito, más allá de la celebración, más allá de compartir un momento, para reflexionar un poco. La verdad es que son momentos donde pensar, discutir, analizar es imprescindible, no necesario, imprescindible. Porque estamos atravesando en la Argentina una situación inédita. Yo sé y observo y además uno es muy respetuoso del voto, de la voluntad popular, que ha habido, en la provincia no, pero a nivel nacional, una mayoría que apoyó al actual presidente de la Nación. Tengan en cuenta que esto no es un discurso electoral porque no estamos en un proceso electoral, falta mucho para las elecciones. Pero yo insisto con que hay que aprovechar para reflexionar porque están pasando cosas en nuestro país que se miran desde todo el planeta. Y no porque Milei sea el liberal libertario más importante del mundo, se mira porque es una verdadera excepcionalidad, una rareza. Una rareza.
Casi, diría, algo bizarro. Porque quien preside hoy la Nación, que fue votado, y repito: en la provincia de Buenos Aires perdió en las tres elecciones, pero a nivel nacional consiguió una victoria considerable, y en muchos distritos también. Es decir, que hay mucha gente que votó a Milei y le depositó su confianza, su esperanza, su futuro, que es lo que tenemos hoy.
Por eso digo que hay que reflexionar, ni embroncarse, ni enojarse, ni menos todavía ponerse agresivo, violento, o devolver la violencia que baja todos los días desde las redes sociales, desde los medios de comunicación. Porque si vamos a devolver violencia y agresión con violencia y agresión, vamos a una escalada que no termina nunca. Y miren que soy víctima habitual de las descalificaciones del presidente. Yo he dicho siempre lo mismo, que a mí me agreda todo lo que quiera. El problema es cuando agrede —como lo está haciendo— al pueblo de la provincia de Buenos Aires, a ustedes, a Lobería y a los 135 municipios. Ahí viene el problema, a los dirigentes políticos, a los diputados, a los senadores, a los y las laburantes, a los y las artistas, a los científicos y las científicas, y al pueblo, y a los pibes y pibas también.
Me permito decirlo y creo que hay que reflexionar, porque sino uno reacciona mal y reacciona con bronca, sobre todo cuando escucha —y es mi opinión— tanta mentira. Porque lo han votado, en provincia de Buenos Aires, no ganó ni en el balotaje, pero lo han votado. El que lo votó, yo descuento, lo hizo para estar mejor y que fue por disconformidad, por angustia, por enojo, por decepción, por malestar. Todo eso vale. Apareció un dirigente, hoy un dirigente político, ayer estaba de asado con los que votan con él, los que votaron para que los jubilados y las jubiladas no ganen más plata. Estaban festejando ayer. No estoy diciendo nada descalificador, porque es lo que ocurrió ayer: fueron a festejar que sostuvieron el descuento a los jubilados y a las jubiladas de toda la Argentina. Una cosa notable, rara, y que requiere procesarla. Lo votaron para estar mejor, indudablemente, y ese es un voto genuino.
Como economista, yo venía advirtiendo, que su teoría económica, austríaca, liberal libertaria era un disparate. Que lo de dolarizar, no era que iban a ganar en dólares lo mismo que ganaban en pesos, el uno a uno. Advertíamos pero, bueno, se lo ha votado. Acá, en Provincia de Buenos Aires, en la elección general sacó creo que 24 o 25 por ciento. Pero, luego, es como que se juntaron también los que habían votado a Bullrich, y eso le dio el triunfo. Es casi matemático. Es un hecho matemático. Si uno mira distrito por distrito, lo que terminó pasando fue eso. Nosotros en primera vuelta hicimos 45 puntos, luego crecimos un poco, pero el resto se sumó para votarlo a Milei.
La verdad es que a mí me gusta decirlo, porque es lo que veo y lo que siento: fue una inmensa estafa electoral. Se lo votó porque decía que iba a solucionar todo muy rápidamente haciendo un ajuste, pero un ajuste teledirigido, quirúrgico, era un ajuste a la casta. Él no dijo que era sacarle 20 puntos a los jubilados y a las jubiladas. Eso se llama ajuste, acá y en la China, ajuste pero no era para los jubilados. Si él hubiera dicho que el ajuste iba a ser para los jubilados, para los docentes, iba a ser en el combustible, en la comida, yo creo que hubiera obtenido otro resultado. Por eso hablo de estafa electoral. No tengo duda de que si él explicaba que de ministro de Economía iba a tener al que fue el ministro de Macri, o de ministra de Seguridad, a la que fue ministra de Seguridad de Macri y que sale tercera en las elecciones, los que decían que había llegado la novedad lo hubieran pensado dos veces. Yo creo que lo que está pasando no se avisó.
Pero aún así digo estafa electoral, porque los que lo votaron —a mí me da la impresión— ese 56 por ciento nacional, o ese 40 y pico provincial, no era para que el alquiler sea impagable, para que el salario baje. El salario bajó un 20 por ciento, pocas veces en la historia argentina [bajó tanto]. Porque uno dice 20 por ciento y como la inflación era no sé qué. Pero fíjense, el salario real, el poder de compra del salario, que no es cuánto te sube en el aumento del recibo de sueldo, sino comparado con los precios. Ese es el salario, finalmente, más importante porque es cuánto podés comprar con lo que cobrás. Lo que pasó acá es que se perdió poder adquisitivo del salario, un 20 por ciento aproximadamente, como las jubilaciones. Para que se entienda que esto no es ni la maldad, ni los palos en la rueda: aplicaron esta política económica, que la aplica Caputo que fue el ministro que ya lo había hecho una vez, entonces vino a hacer más o menos lo mismo.
Después, ¿qué pasa? ¿Qué está pasando en toda nuestra provincia? Obviamente, cuando caen salarios y jubilaciones, caen las ventas en los comercios, porque no hay plata en los bolsillos. Lo que sale cargar un tanque de nafta, recién una familia que recibía una casa, estaba pagando 200.000 pesos de alquiler, la jubilación no es mucho más que eso. O sea, que se te iría el 100 por ciento en un alquiler. Ni hablar d elo que salen los remedios, han suspendido medicamentos del PAMI, medicamentos oncológicos; todo suspendido. No avisó todo esto. Por eso yo planteo que el voto es sagrado para nosotros porque les dijeron una cosa y pasa otra. Y hay una cuestión a discutir, por supuesto. Y lo digo con mucho respeto. Tenemos esa situación que es muy extraña. Pero yo quería ir al fondo de esta filosofía.
También una rareza, una persona que se presenta a una elección, que se postula para un cargo: ser jefe del Estado. Milei hoy es el jefe del Estado argentino. ¿Qué dice que va a hacer? ¿Cuál va a ser su tarea? Destruir al Estado. Es raro, ¿no? Como que alguien se postula para ser conductor de colectivo y dice “mi tarea es destruir el colectivo”. No, mejoralo, arreglalo, cambiá el recorrido. Pero, ¿destruir el colectivo?
Es medio raro lo que está ocurriendo, por eso quería hablarlo, y por eso quería ejemplificarlo. Además, los que son opositores y no piensan igual que él, [los llama] ratas inmundas. Yo quiero mostrar esto, porque nos acompaña por supuesto la dirigencia política de nuestro espacio, pero estamos en un municipio de la oposición tratándonos con respeto, inaugurando obras. Creo que eso hay que destacarlo, porque hoy en la Argentina, mínima convivencia democrática, aunque haya diferencias, ¿por qué tenemos que maltratar, acusar, denigrar al otro? Yo creo que no le va a servir. Mi idea es que nuestro pueblo no es así de agresivo, puede tener diferencias. Sabemos que la historia argentina es de grandes polémicas, discusiones, desde unitarios y federales, realistas y patriotas, tenemos una historia de discusión adentro de familias. Por supuesto, con el peronismo, pero también con el yrigoyenismo, y también con Ilia.
O sea, hubo grandes discusiones históricas en la Argentina, pero [nunca] con este nivel de agresión, de violencia, de descalificación, de denigrar al otro, de descalificarlo y hacer como que no tuviera valor. Entonces yo quiero discutir un poquito lo que dice, porque acabamos de distribuir computadoras para el Conectar Igualdad bonaerense.
El Conectar Igualdad es un programa que viene de la época de Cristina, fueron más de 5 millones de computadoras para todos los pibes y las pibas de las secundarias argentinas. Algunos decían “son planeros, les regalan cosas para que los voten”. Yo acabo de distribuir computadoras, también antes hubo un trabajo de las escuelas, ¿alguien les pidió el voto? No. Nadie les pide el voto. No estamos discutiendo a quién van a votar, o que nos voten porque… A los que tienen la vivienda, se las da un intendente de un signo, un gobernador de otro signo político, no estamos discutiendo eso, no es clientelismo, no es dádiva, no es eso. Es el papel del Estado lo que estamos discutiendo. Qué hace el Estado y para quién lo hace.
Nosotros recibimos y tenemos una provincia que tiene muchísima desigualdad, es una provincia donde hay mercado por todos lados. Yo voy a Lobería y tengo desde el mercado, el hipermercado, el supermercado, hay mercado. Hay un negocio de informática, de computación, alguno, uno, dos. Se puede comprar una computadora, ¿cómo no? El mercado resuelve.
¿Cuál es el problemita que tenemos con el tema del Conectar Igualdad? Que la computadora te la podes comprar en el mercado, sos libre, la libertad de comprar y vender. Que es la libertad que pregonan ahora como la única que existe. Pero la verdad es que los pibes y pibas de la provincia de Buenos Aires, en su enorme mayoría, sus familias, no pueden ni pagarle una prepaga, en algunos lugares ni hay, hay solamente sistema público de salud. Pero no podrían, [porque] una prepaga está 500 lucas por mes, entre 300.000 y 500.000 pesos. Hay algunos planes de 700.000. Bueno, ¿quién puede pagar esos valores?
Entonces el mercado te da salud, tal vez de altísima sofisticación, comodidad u hotelería, pero, ¿quién puede pagarla? Esa es la discusión que falta en lo que dice el presidente de la nación. Es su definición restringida y extraña de libertad; libertad es comprar y vender. Todos pueden hacer lo que quieran, sí, pero siempre y cuando lo puedan abonar, abonando. Entonces ahí tenemos el problema de las computadoras.
Los pibes y las pibas de la provincia de Buenos Aires, en edad de secundaria, ¿necesitan o no necesitan una computadora? Claro que la necesitan, uno dice “ojalá todos tuvieran”. Porque te abre horizontes, te abre posibilidades, porque tiene que ver con tu desarrollo personal, familiar. Y no por vos, vos más feliz o mejor. El conjunto también se beneficia. Eso también. No se trata de evaluar lo que hace cada persona en la persona sola. Es una visión egoísta, individualista, pero además es chicata. La sociedad no es que tenemos que procurar que cada uno, en soledad, resuelva su vida. Tenemos que resolverla entre todos, tenemos que contribuir a que tenga esas posibilidades.
Por eso lo de las computadoras me parece muy expresivo. No está prohibido, no es como la libertad contra la prohibición. Nadie prohíbe comprar una computadora. El problema es que hay una enorme mayoría, una inmensa mayoría que no puede comprarse una computadora. Les pregunté a los chicos y chicas que la recibieron si tenían una computadora. No tienen. Y, probablemente, a esa edad la computadora te da más posibilidades de crecer en lo individual, pero además colectivamente porque podés desde aprender a estudiar, a laburar y también a pasarla bien y divertirte, con una tecnología que es el ABC. Y hay una enorme cantidad, una enorme proporción de las familias y sus pibes que no tienen acceso, que hay una barrera.
Entonces dicen “la libertad es que no se meta nadie y que cada uno haga lo que quiera o lo que pueda”. Pero si hay una barrera, pero si hay una muralla entre los pibes, las pibas y la universidad privada, la computadora, en el negocio. Hay una muralla injusta, tremendamente injusta porque no depende del mérito. No se resuelve así. Entonces, me parece que ahí hay algo para discutir con las computadoras, y con las viviendas también. Lo decía recién el intendente, hay una necesidad de viviendas, claro que hay una necesidad de viviendas. ¿Quién puede comprarse una vivienda nueva? Muy poquitos. Entonces resulta que el mercado resuelve para pocos, para el resto no resuelve, [sino que] genera dificultades, problemas, obstáculos, y a veces angustia, y a veces privación. Y a veces, quedarte fuera de todo.
Entonces, este modelo de que lo único que tiene que haber es mercado y el Estado cero, primero que no se practica en ningún lugar del planeta. No existe. Ni en el país más capitalista, ni en China esto es así. ¿No?, que se dice comunista. No existe ni sólo Estado, ni sólo mercado. No hay en ningún lado del mundo. Lo que nos están planteando, elegir Estado y mercado y destruir uno para que esté el otro, no existe en ningún lado del mundo. Se ha comprendido, hace muchísimo tiempo, que está muy bien la libertad de comprar y vender, que tiene que haber libertad de mercado, pero que no es toda la libertad que hay.
Porque después la libertad de aprender, la libertad de vivir y de curarte, la libertad de tener una vivienda y no estar corriendo porque no podes pagar el alquiler, esa libertad, para la enorme mayoría, no la garantiza el mercado. Así que antes de hablar de libertad hablemos un poco de igualdad de oportunidades y hablemos un poco de lo que nosotros llamamos justicia social. ¿Qué es eso? Que haya acceso. Entre tener una computadora y no tenerla hay una distancia muy grande. ¿Cómo se mide? Y bueno, en las posibilidades que tenés, por supuesto. Y a los pibes y pibas vamos a darle la mayor cantidad de posibilidades. Después, obviamente, empiezan a ejercer su libertad dadas las posibilidades que tienen.
Entonces, a mí me parece que con el tema de la vivienda está pasando lo mismo y estamos en un momento donde el Gobierno nacional paró todas las obras. 1.000 obras paró en la provincia de Buenos Aires y no es especial con nosotros. Paró en todo el país la obra [pública]. No hay una obra nacional que esté funcionando. ¿Y qué son las obras que paró? Son aguas, cloacas, rutas, 16.000 viviendas paró en la provincia de Buenos Aires que estaban construyéndose.
Tenemos las obras paradas a nivel nacional y tenemos un plan de ajuste, de devaluación, que ha generado una caída de los ingresos. Si no hay ingresos, si no hay salarios, si no hay jubilación, no hay ventas, y si no hay ventas, no hay producción. Entonces después empieza a no haber laburo, que es lo que está pasando hoy.
Así que es una situación muy complicada. Nosotros, desde el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, no tenemos todos los instrumentos porque somos un Gobierno provincial. Así como el intendente no puede con recursos propios hacer viviendas, probablemente no le alcance el presupuesto municipal.
Yo veía recién, por ejemplo, el presupuesto municipal de este año 10.000 millones de pesos. Y, fíjense, que el Banco de la Provincia de Buenos Aires, un banco público, dio crédito, en este tiempo, desde que tomamos nosotros, pero sumado al precio de hoy, por 36.000 millones de pesos. ¿Crédito a quién? A los privados. Que no me vengan a decir a mí que hay que elegir [entre] Estado o privado. La banca pública le dió el crédito a las empresas privadas, a las pymes y a los productores y productoras. Ese es el modelo virtuoso: trabajadores, trabajadoras, empresarios, empresarias, Estado dándose la mano para mejorar la vida de la gente. Ese es el modelo que nosotros buscamos, no una falsa discusión, una teoría absurda y una realidad espantosa que es lo que tenemos.
Nosotros en la Provincia teníamos también 1.000 obras. Empezamos este segundo mandato con 1.000 obras nacionales todas paradas, 1.000 obras de la Provincia todas funcionando.
Fíjense que la obra privada, con esta situación que hay, [está] totalmente parada. Eso lo han entendido los economistas desde hace un montón de tiempo. Para salir de la Crisis del 30, que fue una crisis mundial, se salió así. De la de 2008, también se salió así. Entonces, en las crisis, en general, el privado duda, no sabe, hay recesión, hay incertidumbre, no invierte, necesita un empujoncito, y necesita que se sostenga y que se ponga en marcha la actividad. Eso también lo hace el Estado. Y que la construya con mano de obra, con capacidad municipal, para mí, es algo a destacar. A los que dicen ‘el Estado no puede, el Estado no sabe, todo es mentira, todo no anda’... Bueno, que Milei venga a Lobería y mire estas viviendas, con financiamiento estatal, producidas por el Estado, construidas por el Estado; Provincia, Municipio, signo político distinto. Y que hable con las familias, porque está dejando a 16.000 familias sin viviendas. Y es Milei. Me parece que hay que llamar las cosas por su nombre.
Por eso, quiero contar que el año pasado distribuimos 168.000 computadoras con el Conectar Igualdad [Bonaerense], a todos los pibes y pibas que están terminando la secundaria en la provincia de Buenos Aires. Este año, con la situación que hay, entre la devaluación y el ajuste que está poniendo a las provincias Milei, [está] muy complicado. Pero decidimos hacer el esfuerzo y seguir distribuyendo computadoras. Lo hacemos en escuelas rurales, en escuelas de educación especial; es un sector, pero creemos que tiene, a veces, más barreras todavía de acceso a la tecnología.
No es una cuestión de fijarse quién tiene el mérito, quién hace el sacrificio, quién hace el esfuerzo. Me decían el otro día “le dan la computadora y los pibes juegan con la computadora, hacen esas cosas y está mal. Está mal porque en vez de estudiar, juegan”. Qué crueldad también, ¿no?. Resulta que si la computadora te la comprás, podés hacer lo que quieras, pero si la computadora es un instrumento que te da el Estado, que te da la sociedad, entonces hay que tenerla guardada en un cajón con llave y solamente llevarla a la escuela. No es así. Nosotros pensamos distinto. Disfrutar, divertirse, conocer, entretenerse, pasarla bien, explorar es un derecho también.
Así que, obvio, sáquenle el jugo, cuídenla, compártanla con los que no tienen, hay que ser generosos... El pueblo de la provincia de Buenos Aires es un pueblo generoso, es un pueblo solidario. Hemos llevado ayuda a la provincia de Chubut cuando necesitó, a la de Santa Fe cuando necesitó. Hemos ayudado a apagar incendios en Entre Ríos, en todas las provincias argentinas. Pero decían “faltando tanto en la provincia de Buenos Aires, ¿cómo van a estar ayudando a otros?”. Y claro, somos así los y las bonaerenses, ¿cómo no? Si tenemos recursos que podemos compartir, ¿cómo no lo vamos a compartir? Un pueblo solidario, y más cuando el Gobierno nacional no está, se borra y deserta. Así que [es] una enorme alegría, muchísimas gracias al intendente, muchísimas gracias a todos y a todas. Una alegría estar entregando 10 viviendas y comprometernos a terminar, junto con Silvina, las 32 que tienen ahí.
Y a seguir con el esfuerzo. Me parece que en tiempos difíciles [hay que] agarrarse de la mano, tirar para adelante y no dejar a nadie al costado del camino. Hay gente que la está pasando muy mal por esta política económica, así que tenemos que poner todo desde el Estado.
Miraba los números: 3.000 y pico de pibes y pibas de Lobería comen en la escuela con el Servicio Alimentario Escolar [SAE]. Hemos aumentado los presupuestos en alimentación, en el programa Mesa, que es el Módulo Extraordinario para la Seguridad Alimentaria. Estamos haciendo lo que el Gobierno nacional no hace, [porque] dejó en banda no [solo] a la provincia de Buenos Aires, [sino] a todas las provincias. Pero bueno, yo diría que les falta también conocimiento y comprensión porque nosotros somos casi 40 por ciento del país, y la verdad es que sabemos lo que queremos: queremos mejorar, queremos por supuesto, todo el tiempo, tener más eficacia, todo eso, pero no queremos menos Estado, queremos más Estado, más salud pública, más educación pública para todos y para todas, más viviendas. Así que para eso estamos.
Muchísimas gracias.