Buenos días, muchísimas gracias, Ari [Ariel Sujarchuk, intendente de Escobar]. Empiezo no por la formalidad, sino por algo más informal y sincero, la verdad es que he venido a Expo Escobar, no sé si todas, pero prácticamente todas las veces y tenemos en Escobar uno de los distritos que más crecimiento ha tenido en la Provincia, 20 por ciento. Hay otros que han crecido más, pero son mucho más pequeños. Entonces lo de Escobar es doblemente meritorio, por la velocidad y por la magnitud. Y, obviamente, un distrito que crece significa desafíos enormes desde el punto de vista del Estado.
Ustedes fíjense el crecimiento poblacional. Además de ser heterogéneo, nosotros, en la provincia de Buenos Aires, tenemos muchísimos pueblos en los 300.000 kilómetros cuadrados cuya población está o estancada o decreciente; pueblos que desfallecen, será porque en muchos de ellos han cerrado la estación de ferrocarril, otros por cambios en la tecnología y en las formas productivas. Doy un ejemplo, el campo que antes absorbía al peón rural, al llamado peón rural, al tractorista, el del alambrado, las nuevas tecnologías, la siembra directa, las diferentes modalidades, particularmente la soja, pero no solo de los transgénicos, ha reemplazado muchísima mano de obra por tecnología. Es más, la mano de obra ya no es propia ni del pueblo, se alquila y se contrata el servicio que hacen las labores agropecuarias, se tiran los alambrados, ustedes sabrán.
Esto que desde el punto de vista de la productividad agropecuaria es muchísimo: biotecnología, maquinaria, robotización, informatización de los procesos; desde el punto de vista de los pueblos de la provincia de Buenos Aires ha significado una merma enorme en las oportunidades de trabajo, los oficios rurales. Con esto quiero decir que estamos presenciando esta transformación, buena parte de la provincia de Buenos Aires que está reduciéndose, achicándose y algunos lugares, del tercer cordón, sería más o menos, del conurbano que están creciendo, pero están creciendo distinto. Y es un desafío enorme, porque hubo épocas donde ese crecimiento fue caótico. Fue un crecimiento que tuvo que ver con radicaciones basadas en lo que se podía hacer y una ausencia de Estado.
El crecimiento del conurbano bonaerense en sus orígenes fue tremendamente planificado. Tuvo que ver con las estaciones de tren, tuvo que ver con loteos, tuvo que ver con créditos y tuvo que ver con programas de vivienda popular, programas de acceso a la vivienda, que le dieron una fisonomía que es la antigua fisonomía de los 40, 50, 60, 70. Y luego de eso, la dictadura hizo algo que vale la pena recordar: sacó las villas de la Capital, los subió a camiones y los tiró en el conurbano bonaerense. Y no es que las villas miseria nacieron ahí, porque hay libros famosos del padre del Perro Verbitsky [Horacio Verbitsky, periodista] sobre las villas miseria anteriores, pero lo cierto es que empezó a generarse un modelo —para mí espantoso desde el punto de vista social—, que es una especie de modelo dual donde por un lado hay barrios privados que se empiezan a cerrar, por otro lado asentamientos, barrios populares, barrios vulnerables, villas miseria que crecen al costado de las oportunidades económicas.
Ese modelo es un modelo de mucha desigualdad, pero además de inseguridad, y además donde el Estado llega tarde en general. Porque fíjense que si se radica gran cantidad de población, luego hacen falta escuelas, hospitales o centros de salud, por supuesto asfaltos, luminarias, es decir, infraestructura social básica. Luego, [hace falta] agrandar las vías de comunicación; es decir que lo que hace el privado necesita después un correlato del Estado. Y si se hace sin planificación después, a veces, se hace imposible. Es mucho más difícil poner red de agua en un barrio que ya se instaló y que uno asfaltó, por ejemplo, porque hacés asfalto y cordón cuneta y después hay que romper el asfalto para poner red de agua potable, ni hablar después si viene el gas o si viene la cloaca. Entonces, llega tarde el Estado, y hay enojo porque falta la escuela, falta el hospital, falta la comisaría y sigue creciendo la población.
Por eso, creo que en Escobar, Ariel, tener una mirada de un Estado promotor, una mirada de un Estado que planifica, una mirada de un Estado que va generando, más o menos, en la medida de los recursos, acompasadamente la infraestructura que se necesita y los servicios sociales que se necesitan al tiempo que la población va creciendo, es todo un mérito. Y lo he visto a Ariel, y lo hemos hecho juntos, inaugurar todo tipo de infraestructura, rutas que abren caminos donde hay barrios privados, pero también aparecen playas públicas. Es decir, que es una integración socio urbana lo que hace que sea vivible, porque si no se convierten en una suerte de ciudades amuralladas medievales, de guetos modernos donde la sociedad está muy dividida.
Y la verdad es que romper eso en Escobar requiere muchísimo trabajo y cada vez que vengo con Ariel, estamos haciendo la 25, la 26, estamos haciendo un mercado, un lugar para que los feriantes puedan estar y no estén tirados al costado del camino y tengan más dignidad, una escuela, un jardín de infantes, hospitales. Bueno, un trabajo inmenso que hemos desarrollado en este tiempo, me parece que vale la pena ponerlo en valor acá en Escobar. Y eso no viene solo, sino que también hay que darle un discurso, hay que darle una cultura y hay que darle espacios de encuentro. Por eso, yo creo que Expo Escobar, traer trabajo a Escobar, traer nuevas oportunidades, nuevas tecnologías, la verdad es que es una política de Estado no tan frecuente en el país, no tan frecuente tampoco en la provincia. Así que, Ariel, primero y delante de toda la comunidad que hoy nos acompaña, [quiero] agradecerte por este laburo y ponerlo en valor, gracias.
Luego, ¿qué está pasando en la Argentina? Voy a basarme en lo que es evidente, en lo que se ve, en lo que se observa, incluso en la propia propaganda del Gobierno [nacional] y no voy a poder profundizar demasiado. Si después alguien quiere preguntarme, porque además siendo economista y habiendo trabajado toda mi vida historia económica, tengo mucho para opinar, para contar, para comparar con otras experiencias; pero quiero ser lo más breve posible, voy a tratar de ser sintético, que es hacia dónde va este modelo y, más o menos, de qué se trata.
Bueno, este modelo es un modelo de estabilización absolutamente convencional. Aviso, si alguien busca a Hayek, a los austríacos, a los liberal libertarios, al anarcocapitalismo no va a encontrar nada; este es un modelo de ajuste convencional de la Argentina, que ya se aplicó. Por supuesto, la historia nunca se repite en sus actores, en sus circunstancias, en su contexto, es imposible en cualquier experiencia hacer lo mismo, porque todo ha cambiado siempre. El problema hoy es que no existen los funcionarios, están desarticulados los ministerios, lo que quieren hacer no les sale tampoco; entonces es un gobierno mínimo, es un gobierno de un pequeño gabinete, casi un Ministerio de Economía y poco más lo que hay hoy.
Pero cuando fuimos a la reunión con los gobernadores, Milei dijo exactamente lo que yo estoy diciendo, lo dijo a todos los gobernadores que venía con un montón de ideas, como dolarizar, venía con ideas novedosas, qué sé yo, y que no pudo hacer ninguna, nada, porque tenía que aplicar un plan, él dijo “de estabilización”, o sea, de ajuste convencional, clásico. “Estoy aplicando esto, no me gusta, lo critiqué toda mi vida, pero es lo que tengo que hacer”, confesado por el propio Milei. Y es lo que pasa, es un plan que participa de una familia de planes que tuvieron también resultados coyunturales y estructurales parecidos a los que estamos viendo hoy, el más cercano es el programa de convertibilidad de Cavallo. Más allá de que Cavallo ahora es crítico del programa de Milei, Cavallo escribe críticamente del programa de Milei, él mismo reconoce que este es más o menos su programa. ¿Y por qué lo critica?
Porque dice que su programa es vulnerable, tiene fragilidades, es muy difícil de sustentar. Entonces quiere, por ejemplo, liberar el tipo de cambio, devaluar, cosas así. Desde la experiencia dice: “están haciendo lo mismo que yo, no quiero que terminen como yo”. Porque recordarán ustedes que el plan de convertibilidad vuela por los aires y nos genera la crisis más grande de la historia argentina, que es la de 2001. Después de haber dado durante mucho tiempo algo que, en algunos elementos, uno podría decir es un programa exitoso, paseó por el mundo, Cavallo exportó el programa a algunos países de los Balcanes. Bueno, esas cosas, tampoco es que lo exportó a Europa, pero era un presunto éxito de un programa de un plan de estabilización.
Y la otra experiencia es la tablita Martínez de Hoz. Lo digo sin ninguna intención peyorativa. Digo, como analista, me presentan el programa, me dicen de qué se trata y yo digo qué afinidades o qué similitudes tiene con otras experiencias. Es un programa de estabilización, que además tira a la basura toda la teoría y el discurso que Milei expuso en la campaña electoral, en particular que la inflación es solo, en todo lugar, únicamente un fenómeno monetario, que la inflación depende de la emisión y que la emisión depende del déficit. Eso está destruido conceptualmente hoy. Por más que el propio Milei da vueltas con respecto a esto —ahora voy a explicar por qué—, pero está destruido conceptual y empíricamente. Y el propio Milei lo había hecho antes. En aras de ser simple y veloz, puede que me ponga relativamente técnico, pero quiero simplemente explicar que Milei mismo tenía un problema para decir que iba a ganarle a la inflación con déficit cero y emisión cero, y el problema era Macri.
¿Por qué el problema era Macri? Porque los dos últimos años de Macri fueron de déficit cero y fueron de emisión cero, ¿se acuerdan? Anunciada medida de déficit cero, emisión cero. Los dos últimos años de Macri, el 18 y 19, y Macri termina con una inflación del 54 por ciento. Entonces, cuando le dicen a Milei: “Vos decís déficit cero, emisión cero” —textual búsquenlo— “pero Macri lo hizo a esto y tuvo una inflación re alta, ¿por qué?”. Y Milei contesta: “Porque hay una demora, hay un lag. Vos vas a emisión cero y déficit cero y no es que inmediatamente baja la inflación, tarda —Milei dixit— entre 12 y 18 meses”. Milei dice que la emisión determina la inflación si yo dejo de emitir hoy, ¿cuándo va a bajar la inflación?
Dentro de 12 y 18 meses. Se basa en un artículo, en un paper muy famoso de Milton Friedman, que es uno de sus ideólogos. Entonces ¿qué problema tenía? Yo voy a curar la inflación con una receta que ya se aplicó y no bajó la inflación, y entonces lo que él dice es que tampoco va a bajar ahora, va a tardar un montón. Y no es lo que estamos observando. Ni déficit cero, ni emisión cero, pero inflación baja. Entonces la pregunta es, ¿por qué la inflación bajó? Y ahí voy a decir algo que ahora el propio Gobierno admite, no lo admitió en campaña, no lo admitía el gobierno de Macri al principio, pero es que la inflación tiene un elemento de causa fundamental que es la devaluación y el tipo de cambio, que fue la clave de la convertibilidad y que fue la clave de Martínez de Hoz, que fue bajar la inflación con un dólar planchado.
Ese es el elemento central de estabilización del plan de Milei, mantener el dólar fijo, lo cual genera dos cosas: como no hay devaluación, la dinámica de los precios que tienen que ver con lo importado, con lo exportable, se detiene y después genera una bruta recesión. Y la bruta recesión es otro elemento que produce un enfriamiento de los precios, porque no hay demanda, no hay venta, bueno, cae 20 por ciento la demanda en muchísimos rubros, consumo. Ayer decía Milei, inaugurando un Coto, que subió el consumo. Mentira, pero una mentira refutable con el INDEC, el consumo está entre 17 y 30 por ciento abajo en casi todos los rubros relevantes, 17 por ciento en alimentos; es una cosa tremenda lo que está pasando.
Pero la clave de lo de Milei es sostener el tipo de cambio, por eso la discusión con la ortodoxia, con el establishment, con los liberales es que todos le dicen que saque el cepo y él dice que si saca el cepo se va a mover el tipo de cambio, y si se mueve el tipo de cambio se me mueven los precios. Lo cual, cualquiera que esté en el rubro, en cualquier rubro, prácticamente, sabe que si hay una devaluación del 20 por ciento, aún sin demanda, va a tener efecto en precios, porque es una devaluación de costos.
O sea, que toda la clave y todo el secreto del programa de Milei es mantener el tipo de cambio. ¿Qué problemas se generan cuando se mantiene el tipo de cambio fijo? Y bueno, la Argentina se pone cara en dólares, si eso viene acompañado de una apertura de las importaciones, la Argentina está cara en dólares; es decir, afuera está barato para los argentinos y, entonces, va destruyendo la producción y, por supuesto, la industria nacional.
Me parece —siendo relativamente sintético— que esto es lo que está ocurriendo. ¿De qué depende? ¿Qué genera en el corto y en el largo plazo? En el corto plazo, genera una sola industria que anda bien, que es la timba financiera, anda bárbaro. Hoy tenés la tasa de interés en dólares más alta del mundo en la Argentina. Vos venís con dólares, incluso el dólar bajando, los pones acá, lo pones a 3 por ciento, 4 por ciento de interés, por mes, o 2 y pico por mes. No hay negocio más seguro que este. ¿Qué garantía tiene? Un seguro de cambio del Estado. El Estado te dice que va a devaluar al 2 por ciento. Eso quiere decir que vos traes los dólares, los ponés a interés un mes y cuando los retires, el dólar va a salir lo mismo.
Entonces, cualquiera que tenga un excedente en dólares o dólarizable, o cualquiera que pueda traer dólares a la Argentina, tiene el negocio de timba financiera, de bicicleta, llamado técnicamente carry trade, más grande del planeta. Entonces, eso fomenta el ingreso de dólares, eso es lo que se vio en la tablita, o ingreso de dólares o excedentes en dólares que quedan jugando financieramente.
Hoy leí una nota. Los exportadores aceleran lo más que pueden los ingresos de divisas y la ponen a jugar en pesos. Entonces hay oferta de dólares que sostiene el esquema cambiario. Hoy tenemos ese modelo.
¿Qué problema tiene ese modelo? Bueno, dos problemas graves. En primer lugar, destruye la industria, destruye el comercio, destruye el consumo, la economía real de las mayorías. En segundo lugar, genera un proceso especulativo que vive tragando dólares. Cualquiera que haya vivido la década de los 90 [lo recordará]. En los 90 estaba claro que la convertibilidad era un esquema muy rígido cambiario y que, por diversos motivos, podía no poder sostenerse, se hacía insostenible. Era insostenible, pero duró 10 años. ¿Por qué duró 10 años? Porque, por coyuntura internacional y por medidas domésticas, se fueron consiguiendo los dólares para sostener ese tipo de cambio durante mucho tiempo. ¿Qué problema tiene? Como las estafas piramidales, cuando empieza a correr el rumor de que no se va a sostener, o cuando se ve un nubarrón adelante que muestra que no se va a sostener, hay una salida en estampida, y el último que sale pierde, se queda adentro. Entonces es un esquema especulativo insostenible.
Lo otro que puede andar, sobre todo si te perdonan todo tipo de impuestos; a ustedes que producen no se los perdonan, pero a los que explotan materias primas le perdonan todos los impuestos con el RIGI; inversiones de 200 millones de dólares, entonces puede haber un ingreso de capitales y una apropiación de recursos muy grande, al mismo tiempo, sobre todo asociado a Vaca Muerta. ¿Cuál es el resultado a largo plazo de esto? No lo digo peyorativamente, pero lo digo para que se entienda, una suerte de “latinoamericanización” más clara de la economía argentina; o sea, economías duales. Una economía con un sector moderno, que le va bien, que está asociado a importación, a finanzas o a determinados negocios de enclave o a materias primas, y todo el resto en condiciones como vemos hoy a los jubilados, como vemos el salario mínimo, como vemos al que hace changas que empieza a vivir muy mal.
Eso es así, y bajo este esquema económico, sobre todo con una retirada tan fuerte del Estado en diversos rubros, es inexorable. Si, además, no hay obra pública, va a ser lo que está pasando hoy en las rutas nacionales de la Argentina, se empiezan a deteriorar, a arruinar porque no hay ni mantenimiento. Todo lo que era vivienda, no hay vivienda. Cualquiera que tenga un poco de viaje por el continente, o ahora incluso a países desarrollados, ve que hay como una sociedad dual. Cualquiera que conozca, no para atacarlos, Paraguay, Perú, el propio Chile, Brasil, en el norte de Brasil, ve que hay gente que vive muy bien y una mayoría enorme que vive muy mal y que no encuentra una salida y que se va convirtiendo en estructural.
Agrego una cosa que también explica otras: una sociedad así no necesita universidad pública, no necesita escuela pública y universal, no necesita; sí lo necesita desde la perspectiva de la justicia social filosófica, pero para el modelo productivo no necesita. Yo siempre me acuerdo que Martínez de Hoz, además de poner la silla, la silla nacional y al lado de la silla importada, ¿se acuerdan de esa publicidad? Bueno, era en la dictadura, que se estaba destruyendo todo el tejido industrial argentino, una silla que decía importada, otra, industria nacional. Venía un tipo que se sentaba en la silla de industria nacional y se le rompía toda, entonces se sentaba en la otra y era cómoda, más barata y mejor. Había una promoción de eso.
Pero Martínez de Hoz decía con mucha claridad: “En el modelo que nosotros estamos promoviendo sobran 10 millones de personas”. Y éramos 25 millones de argentinos. ¿Por qué? Porque él en ese momento era el agroexportador. Milei también dice que quiere ir al [país] agroexportador, lo dice de todas las maneras posibles, le dió el faltazo a la UIA el otro día, y de su boca, no vierte la palabra industria, menos todavía industria nacional, nunca. Producción nacional, trabajo nacional, todo eso no está. Te puede hablar de las criptomonedas, no te va a hablar de la industria y la producción nacional.
¿Dificultades que tenemos nosotros con esto? Y, que nuestra Provincia tiene el 50 por ciento de la industria argentina. Entonces hay una incompatibilidad, llamémosla, obviamente ideológica, obviamente política, pero también material, real y estructural con el modelo que plantea Milei. Lo veo yo, tenemos hoy un uso de la capacidad instalada, obviamente cuando se dan estas transformaciones, si son rápidas, la realidad es muy heterogénea, no quiere decir que si alguno exporta, porque tiene un nicho, porque le vende a determinado segmento, no le puede ir bien, pero en el promedio muy mal, tenemos un uso del 52 por ciento de la capacidad instalada.
Nos hablan de promover inversiones pero una de cada dos máquinas está parada, cuando estas estadísticas eran 70, 70 y pico. Y si uno mira cómo le está yendo a los sectores industriales, Milei no va al Día de la Industria, porque el acumulado que tenemos desde que llegó Milei es menos 8 en alimentos y bebidas, menos 22 en textiles y cueros, menos 19 en papel y cartón, menos 28 en minerales no metálicos, menos 24 en caucho, menos 13 en vehículos.
Son números que no tuvimos en pandemia… Son más o menos comparables a 2001 en el período agudo, pero ya estabilizado después de un año y sin viso de solución. Entonces, la verdad es que las peculiaridades que tiene la Argentina: industria nacional, universidad pública de excelencia, todas esas cosas, están en disputa y en discusión porque este modelo promueve otro país distinto. Ni siquiera lo estoy evaluando, es un país con más exclusión, es un país con una pobreza, digamos, y un estancamiento en determinados niveles, consagrado, fosilizado. Bueno, todo eso. A mí no me gusta ese país, pero ni siquiera es para evaluarlo, les comento que es lo que va a pasar de seguir esto.
Cada uno estará o del lado de los ganadores o del lado de los perdedores. Para las mayorías populares, el comercio, las pequeñas industrias, los sectores vinculados al mercado interno, esto es una condena. Y no va a haber un rebote, porque tendría que haber aumento de salario real que no vamos a ver y no tiene por qué, si además se sacan los motores anticíclicos… Yo soy keynesiano, pero si uno no es keynesiano mira la experiencia mundial, mira hoy Estados Unidos, mira cualquier país razonablemente serio en el discurso, en una cosa, y dice: “Si hay crisis y hay caída de la demanda y hay caída del salario, el Estado ayuda con un rol contracíclico”. Aún la escuela más liberal del mundo piensa esto.
Bueno, hoy es “si la economía cae, que caiga”, o si no, “que el mercado reaccione solo y lo revierta”. ¿En base a qué variable? Si la inversión está en mínimos históricos, la exportación, lo que crece de la exportación es exportación de nicho e inversión no hay, si no hay mercado. Entonces, ¿qué demanda puede tirar el proceso productivo? Así que, como verán, hoy lo que se festeja es que las acciones de las grandes empresas argentinas en Wall Street suben y suben. Sí, hay fiesta en los mercados. Además creen que esta estabilización financiera, aún siendo recesiva, y aún siendo regresiva, y aún generando las dificultades de inestabilidad que tiene, incluso los economistas más ortodoxos dicen que esto es un riesgo.
Yo que viví los 90 siendo economista, estudiante primero, economista después; todo el tiempo “se viene el tequila, se va todo al demonio excepto que consigamos 10.000 palos”. Entonces venden YPF y aparecen los 10.000 palos y siguen. Ahora puede ser que el Fondo ponga 15.000 palos. Entonces, puede seguir. No estoy diciendo que se cae mañana. Estoy diciendo que depende de factores exógenos, de determinados elementos de conseguir para estabilizar, sobre todo el mercado cambiario, y hoy del cepo, del blanqueo, de varios elementos coyunturales, pero podría ser que esto genere, en base a una recesión muy profunda y permanente, menos demanda de divisas. Ahora aparece el turismo, cualquiera habrá visto lo que sale un paquete en el exterior, Brasil acaba de devaluar, el real a 6, el dólar a 6 reales. Claro, entonces, estas cosas solo pueden agravarse, pero puede aparecer plata, sea vía Trump, sea vía fondos, para sostener esto, por ahora fue blanqueo.
¿Cuál es el desafío que tenemos? Acá en Provincia de Buenos Aires pensamos distinto, sentimos distinto, no nos gusta ese país. Pero, además, necesitamos algo distinto, porque la verdad es que la gente nuestra, la que representamos, vive de producir, vive de laburar, vive del mercado interno, vive acá, no en Uruguay, o no por el mundo. Entonces, a esta situación hay que darle una respuesta. Para eso todos los instrumentos que tenemos, el Banco Provincia que es una banca estatal, Cuenta DNI para fomentar el consumo, crédito para pymes. Hemos batido, en todo este tiempo, récords de crédito productivo para pequeños y medianos empresarios.
Después, obviamente, política de parques industriales, seguir con la obra pública para los que están vinculados a la construcción, al desarrollo también. Sé que hay desarrolladores importantes, nosotros tenemos que tomar decisiones para que ustedes, dentro de los marcos y las reglas legales, por supuesto, puedan seguir invirtiendo, es fundamental para nosotros. De eso nos vamos a ocupar también. Tenemos que fomentar la inversión todo lo que podamos, aún en este bajón, y los distritos industriales, productivos, populares, tenemos que ver qué instrumentos tenemos para sostener mientras se desarrolla esta cuestión.
Sé que no estoy contando algo ni muy optimista ni muy bello, pero es lo que estamos viviendo. Y todos los números, todos los números reales, INDEC, de la economía productiva, de la economía real me dan la razón, son incontrastables. Lo que no quiere decir que, al mismo tiempo, la inflación no se pueda mantener y la timba financiera pueda seguir, y algunos negocios en Vaca Muerta, o el litio. Pero yo no sé quién de acá produce litio, y no creo que haya petróleo en Escobar. Conclusión, por más esfuerzos y expos que hagas va a ser muy difícil, entonces nosotros tenemos esta dificultad hoy.
Luego, poner a disposición todos los instrumentos del Ministerio de Producción, del Banco de la Provincia porque no hay mal que dure 100 años, ¿no? Entonces, y al mismo tiempo, tratar de, participativamente, con el esfuerzo de todos, presentarle a la sociedad una alternativa que sea productiva, que sea con producción, trabajo, salud, educación, que sea más equitativa, que promueva un poco el progreso en términos de oportunidades de aquellos que están mal. Bueno, lo que siempre pensamos. Por supuesto que es perfectible, por supuesto que es mejorable y, por supuesto, que venimos nosotros ya en lo electoral, de perder una elección, de gobernar, así que tenemos que dar una propuesta que sea interesante, que sea atractiva, que enamore, pero los ejes van a ser producción, trabajo, salud, educación, seguridad, lo que hemos hecho siempre.
Muchas gracias.