La producción se realizó en las cárceles de mujeres de Los Hornos, que dependen del Servicio Penitenciario Bonaerense. Beneficiará a niños que reciben nutrición parenteral
En una acción solidaria, mujeres privadas de la libertad de las cárceles de Los Hornos confeccionaron 75 camisolines y 30 tapabocas que fueron donados al Hospital de Niños “Sor María Ludovica”, en La Plata.
Internas de las Unidades 8 y 33 del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) elaboraron la producción para beneficio de los niños y niñas que reciben nutrición parenteral en sus hogares.
La iniciativa se enmarca en el programa “Más trabajo, menos reincidencia” y fue coordinada entre la Dirección de Niños en Contexto de Encierro del SPB y la Dirección Provincial de Políticas de Inclusión del Ministerio de Justicia de la provincia de Buenos Aires.
En primer lugar, cinco internas de la Unidad 8 armaron los moldes. Luego, cortaron las telas y, por último, cosieron las piezas de los camisolines. En tanto, otra mujer alojada en la Unidad 33 se ocupó de fabricar los cubrebocas.
“Nuestro trabajo trasciende las unidades penitenciarias en función de garantizar los derechos de los niños. Por eso, trabajamos en pos de colaborar y sumar, tanto para la institución, como para el afuera. Para nosotros es una gran emoción contribuir con las necesidades de este hospital”, indicó la directora de Niños en Contexto de Encierro, Andrea Bartolomé.
Además, la funcionaria contó que el pedido del nosocomio surgió cuando les entregaron los 350 tapabocas realizados por privadas de libertad de la Unidad 46 San Martín.
Cumpliendo con los estrictos protocolos de bioseguridad, en el marco de la pandemia de covid-19, la donación se realizó ayer en el Hospital. Bartolomé, junto al director provincial de Políticas de Inclusión, Marcelo Iafolla, y al coordinador zonal de la Subdirección General de Trabajo, Daniel Mariano, entregaron los insumos al director ejecutivo, Eduardo Pucci, y a las directoras asociadas Cecilia Gaviot y Daiana Galván.
Gaviot agradeció el gesto solidario y explicó: “Los camisolines se destinarán a los pacientes que reciben nutrición parenteral en sus domicilios. Son pacientitos que pasaron por una enfermedad muy grave, que hizo que fuera necesaria una cirugía en la que se resecó gran parte del intestino. Por ende, no pueden absorber el alimento y necesitan sí o sí recibirlo por una vena”.
A su vez, la directora asociada precisó: “Como esa acción implica el manejo de catéteres, requiere muchísimo cuidado y material especial, y dentro de ese material están los camisolines que las internas hicieron con tanta generosidad”.
Los niños que utilizarán los insumos donados por el SPB pertenecen a la Sala 13 de Nutrición Parenteral del “Sor María Ludovica”. “Ellos están muy, muy agradecidos. Hace unos días que, ansiosos, los estaban esperando”, concluyó Gaviot.