Una muestra nace bajo la mirada de un curador, que interrelaciona las obras de uno o más artistas bajo un concepto. Incluso ese curador puede ser el mismo artista.
Una vez concebida la muestra, el área de Montaje y Conservación, integrada por artistas con múltiples y variados oficios, es la encargada de la puesta en escena, y para lograrla se ejecuta el siguiente orden de tareas:
Ya terminadas dichas tareas esta área del museo se concentra en la Conservación. Bajo su supervisión y coordinados con el resto de las áreas, se controlan y hacen cumplir las reglas de conservación (por ejemplo, la adecuada temperatura de las salas), previniendo, evitando y solucionando irregularidades, con el fin de preservar el estado original de las obras de arte y su entorno.
Una vez finalizada cada muestra, las tareas descriptas con anterioridad se repiten en sentido opuesto, para dar comienzo a una nueva exhibición.