La ministra Estela Díaz participó del conversatorio “Hacia la construcción de una Memoria Colectiva” junto a familiares y sobrevivientes de femicidio.
La ministra Estela Díaz participó del conversatorio “Hacia la construcción de una Memoria Colectiva” junto a familiares y sobrevivientes de femicidio, donde reflexionaron en torno a las experiencias de lucha, memoria y búsqueda de justicia.
"Es muy conmovedor escucharlas y escucharlos, nos trae mucha reflexión e inevitablemente mucho dolor. Sabemos que el femicidio es irreparable para sus seres queridos pero que eso es más grave y más duro cuando además hay una revictimización por parte del Estado. Hay un proceso que en lugar de ser reparatorio es revictimizante y se nota en sus palabras”, expresó Estela Díaz y agregó: “También señalaban a partir del 3 de junio del 2015 se posibilitó un cambio significativo en relación a tener mayor visibilidad y menor soledad, permitiendo que el duelo sea colectivo y que reclame a la política que de las respuestas que tiene que dar. No es casual que un eje político muy fuerte es el reclamo por la transformación del poder judicial. No puede ser que después de lo que ocurrió tengan que dedicar horas y días de su vida para pedir justicia. La justicia debe venir y ser veloz como parte del primer acto reparatorio”.
Con la moderación de la subsecretaria de Políticas contra las Violencias por Razones de Género Flavia Delmas, el encuentro abordó tres ejes temáticos: acciones en la Justicia y estrategias judiciales; construcción de la memoria, el arte y la cultura y las diferentes formas de visibilizar las situaciones y la importancia de los acompañamientos y el tejido de redes comunitarias para enfrentar situaciones y avanzar en la búsqueda de verdad y justicia.
"A 6 años del Ni Una Menos queríamos tener este espacio de encuentro y reflexión sobre las causas que ustedes encabezan y a través del intercambio aportar a la reflexión colectiva. Nos parece fundamental construir la memoria y los acompañamientos necesarios para seguir transitando estas batallas" señaló Flavia Delmas. "Las agradecidas somos nosotras por las palabras que salen del corazón, agradecidas por la lucha que cada una y cada uno de ustedes lleva adelante. Mientras escuchaba pensaba en la gran cantidad de acciones que se hacen para que el poder judicial actúe y todo lo que se hace para mantener viva la memoria".
Acciones de la Justicia y Estrategias Judiciales
“Cuando pasó lo de Nati lo primero que me dijo un juez fue que a mi hija la habían matado en pocas horas pero que me iba a llevar la vida hacer justicia”, recordó Gustavo Melmann, papá de Natalia, asesinada en el 2001. “Después de casi 21 años seguimos lidiando con la justicia. Es un femicidio con violencia institucional, fue la policía bonaerense la que le quitó la vida. Fue necesario que haya una investigación que no sea de la policía que en general está vinculada al encubrimiento. Es importante que podamos ser parte del proceso judicial, que nos notifiquen, que podamos presentar testigos, que podamos apelar cada una de las sentencias”, concluyó y valoró que “desde el Ni Una Menos tenemos ministerios en la Nación y en las provincias. No estamos solos sino acompañados por una parte del Estado”.
Respecto a este mismo eje la mamá de Johana Ramallo, Mart expresó: “A casi 4 años de una lucha muy dolorosa que no fue solo mía sino de todas las personas que me acompañan y sostienen, no hemos logrado que la causa tenga ni siquiera un imputado. Al poder judicial que no se compromete en las búsquedas y en la justicia le reclamamos por Johana, y no un expediente manoseado, con mentiras. Mi nieta me pregunta ‘¿qué se sabe de la causa de mami?’ y me cuesta decirle que no hemos logrado mucho. Lo poco que se ha avanzado es gracias a la querella que venimos trabajando en conjunto. Tenemos un poder judicial que juzga cómo éramos como mamás o cómo eran nuestras pibas víctimas de femicidios”.
Ana Laura Gonzales, sobreviviente y amiga de Emma Córdoba víctima de femicidio en el año 2017, manifestó que “hoy en día nos cuesta creer en la justicia porque seguimos esperando, dando vueltas y todavía no tenemos fecha para el juicio ni sabemos qué va a pasar con el imputado Ariel Osvaldo Baez porque no tiene condena. Y lo más difícil es que no somos escuchadas y siempre tenemos que pelear, juntar firmas, hacer marchas, jornadas para ver si así nos escuchan. La verdad que es muy difícil pero estamos agradecidas por el apoyo del Ministerio, las organizaciones, la familia, los vecinos de Emma”.
Lucía Pérez tenía 16 años cuando fue asesinada el 8 de octubre de 2016 en Mar del Plata. Marta Montero, su mamá, y Guillermo Pérez, su papá, participaron del encuentro y señalaron: “Después de que nos maten a nuestras hijas pasamos por el calvario de la justicia, el gran problema en la mayor parte de las causas. A 4 años y 8 meses todavía no hemos tenido justicia y lo que avanza lo hace a fuerza de pulmón, de nosotros como familia, de quienes nos acompañan. Y no debe ser así, debe ser como corresponde, porque sino, no es justicia”.
Construcción de la Memoria
“Tener a nuestras hijas presentes es lo que nos han enseñado las Madres de Plaza de Mayo y que nosotros hemos tomado para seguir teniendo viva la memoria, y que no se olviden de lo que pasó y principalmente que no se vuelva a repetir” dijo Gustavo Melmann y recordó cuando llenaron las calles de Miramar con fotos de Natalia y “cuando tuvimos que contarle a la hermana que ya no estaba nos dijo ‘¿cómo que ya no está si está por todo el pueblo?’. La memoria es una construcción colectiva”.
Marta Ramallo recordó: “La primera frase que le dediqué a Joha fue ‘te busco y te nombro porque no quiero tu olvido’ cuando hacía muy poquito de su desaparición. Después hicimos murales y la primera imagen de la cara de Johana fue en el Encuentro de Mujeres en Trelew y después cada aniversario íbamos buscando paredes en blanco en nuestra ciudad. Hicimos también uno frente al poder judicial que a los segundos lo taparon porque les molestaba que Johana esté frente a sus narices. Cuando me devolvieron los restos de mi hija me devolvieron también sus sueños destrozados”.
Por su parte Ana Laura Gonzales contó que cada año al cumplirse un nuevo aniversario del femicidio de Emma Córdoba se realizaron marchas, juntada de firmas y eventos culturales. “En Ensenada hay un centro cultural en memoria de Emma, cumpliendo uno de sus sueños que es ayudar a los que más necesitan. También hicimos jornadas en la Facultad de Medicina donde ella estudiaba, poco tiempo después del femicidio se creó la Secretaría de Género y el laboratorio donde ella daba clases lleva su nombre y también el anfiteatro del buffet y un mural en la entrada, con su cara sonriente”.
Marta Montero y Guillermo Pérez mencionaron la reciente muestra “El cuarto de Lucía” y señalaron: “Nos matan a nuestra hija de la manera más cruel y tenemos que hacer cosas para poder visibilizar y tener a nuestra hija en la memoria. Hacemos cosas para poder lograr justicia y no es justo porque no debe ser así. Los delincuentes son ellos, no nosotros, y no nos tenemos que acostumbrar a eso, porque para nosotros no es un orgullo mostrar a nuestras hijas de esta manera. Ella no quería que su cara esté en una bandera, lo hacemos para que nos vean y se haga justicia”.
Redes
“Cuantos han luchado y nos han acompañado en estos 20 años, toda una comunidad de Miramar nos acompañó” señaló Gustavo Melmann. “No deberíamos luchar por hacer justicia, sino que la justicia debería ser reparadora, permitirnos estar mejor y evitar que se cometa un nuevo femicidio”. Este año, a 20 años del femicidio de Natalia Melmann se descubrió una señalización para recordar a Natalia y sostener el reclamo por memoria, verdad y justicia con el impulso del Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual bonaerense junto a la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, la Subsecretaría de Derechos Humanos bonaerense y el municipio de Miramar. Gustavo destacó además la creación del Ministerio en la Provincia y el acompañamiento recibido.
Marta Ramallo expresó: “Si yo no hubiese tenido el acompañamiento de cada una y cada uno que se acercó sin conocer a Johana, levantando su imagen, exigiendo justicia, creo que no hubiese logrado los pocos pasos que hemos dado. Siempre voy a estar agradecida a Flavia y a Estela que me acompañan y me hacen creer que nunca voy a estar sola, aunque tengamos el alma destrozada porque nos faltan nuestras hijas, y cuesta vivir y sobrevivir, pero el acompañamiento sana para poder seguir, levantarme, seguir luchando. Tengo días en los que me caigo, pero gracias a ustedes puedo ponerme de pie”.
Ana Laura Gonzales agradeció el acompañamiento del Ministerio y dijo: “Gracias por abrirme las puertas a esta hermosa familia que se formó. Gracias a mi abogado, a la familia, al municipio de Ensenada, y sus amigos, a las personas de la Facultad que siempre la tienen presente, a mi familia que nunca me suelta la mano y la familia de Emma que se convirtió en mi familia. Estamos juntas, juntos para levantarnos y seguir tejiendo redes para que estas cosas no sigan pasando”.
Marta Montero y Guillermo Pérez destacaron la creación del Ministerio y expresaron: “Esta lucha, innecesaria, desgastante, perversa, es demoledora, no debemos pasar por esto, no debemos permitirlo, esto debe terminar. Salimos a la calle para que haya justicia y no deberíamos hacerlo porque la justicia debería estar. Es vergonzoso. Agradezco a la gente que nos acompaña, que levanta una foto de Lucía, y al Ministerio que nos acompaña”.