El Comité de Expertos y Expertas del ministerio de Salud bonaerense explicó por qué es seguro y necesario inmunizar a niños, niñas y adolescentes.
El gobierno de la Provincia de Buenos Aires envió más de 350 mil turnos a niños, niñas y adolescentes en el marco de la campaña Buenos Aires Vacunate, para la prevención del COVID-19. El envío coincide con la publicación de un documento del Comité de Expertos y Expertas del ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires en el que apoya y explica la necesidad de la vacunación pediátrica con la vacuna Sinopharm, autorizada por ANMAT.
El ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, detalló que se enviaron 64.560 turnos para jóvenes de entre 12 y 17 años; 289.389 para niños/as de 3 a 11 años y 570 para completar esquemas de quienes recibieron Moderna. El martes próximo se iniciará la inmunización de niños y niñas de entre 3 y 11 años con la vacuna Sinopharm. La inscripción para esa franja etaria comenzó el sábado pasado y ya hay en territorio bonaerense más de 500 mil anotados.
El Comité de expertos y expertas del ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires publicó un documento de posición en el que apoya y explica la conveniencia del uso de la vacuna Sinopharm, autorizada por ANMAT, en niños y niñas, en consonancia con las decisiones consensuadas en el último COFESA, el Consejo Federal de Salud del que participan todos los ministros y ministras de Salud del país.
En el documento emitido por el Comité de expertos y expertas se explica que “si bien el riesgo de progresión a formas graves y muerte por la COVID-19 es menor en niños y niñas que en la población adulta, son capaces de transmitir el virus”. Aclaran, no obstante, que la enfermedad puede afectar gravemente a los niños y las niñas con enfermedades de base y a los menores de un año.
La experiencia
En cuanto a lo ocurrido y estudiado en la provincia de Buenos Aires los/as expertos/as precisaron que se registraron 180.186 casos confirmados en niños, niñas y adolescentes desde el inicio de la pandemia hasta el último día de septiembre de este año. La mayor incidencia de casos se presentó en el grupo etario de 15 a 18 años, representando el 47 por ciento del total.
El documento indica, por otra parte, que de acuerdo con las simulaciones computacionales de la pandemia desarrolladas por investigadores del CONICET se ha estimado el posible impacto de la vacunación pediátrica en un escenario de circulación comunitaria de la variante delta en Argentina: “La vacunación de niños, niñas y adolescentes entre 6 y 17 años podría evitar unas 15 mil muertes principalmente por disminución del riesgo de infección intra-hogar de adultos mayores de 60 años a partir de convivientes no vacunados”.
El informe también destaca que los niños, niñas y adolescentes constituyen el 25 por ciento de la población de la provincia de Buenos Aires, por lo tanto, la vacunación de personas de esas edades “permitirá alcanzar de forma más rápida y efectiva un porcentaje elevado de población inmunizada evitando la propagación viral y el eventual surgimiento de nuevas variantes”.
En el mismo documento firmado por el Comité de expertos y expertas del gobierno bonaerense se explicita que “la Organización Mundial de la Salud refiere que los países son autónomos de definir y decidir su estrategia de vacunación en niños y niñas tomando como base las recomendaciones de su autoridad regulatoria”.
Hasta ahora hay cuatro vacunas contra la COVID-19 autorizadas en distintos países para su aplicación en menores de 11 años. China fue el primer país que autorizó la aplicación pediátrica de las vacunas Sinopharm y Sinovac y los datos de seguridad e inmunogenicidad (fase 1/2) de ambas inmunizaciones fueron publicados por la revista científica especializada The Lancet.
Estudio con Sinopharm
El documento del Comité bonaerense explica, también, que el ensayo clínico de fase 1 y 2 realizado sobre 288 y 720 niños y niñas de China concluyó que la vacuna Sinopharm es segura y bien tolerada en todos los niveles de dosis probadas.
Las reacciones adversas fueron en su mayoría de gravedad leve a moderada y transitorias, con resolución dentro de los cuatro días posteriores a la inoculación. La reacción adversa local más común fue dolor en el lugar de la inyección y la reacción sistémica adversa más común fue la fiebre.
En el último apartado, el documento explica que en el país son diversos los organismos que evalúan la evidencia científica de las nuevas vacunas. Entre ellos, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) es el único organismo del Estado que tiene como misión, función y responsabilidad regular y fiscalizar los medicamentos en todo el territorio nacional garantizando que sean seguros para la población. Su aprobación fue determinante para el uso de todas las vacunas que ya se encuentran en uso en el país para prevenir la COVID-19.
A su vez, la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaln) es un organismo técnico que asesora a las autoridades nacionales y a los decisores de políticas sanitarias para tomar medidas en relación con las vacunas a partir de la evidencia científica y la epidemiología local.