En la trigésima sexta audiencia declararon cinco testigos de los cuales tres pidieron no trasmitir sus testimonios por los canales habituales de difusión. Restan seis jornadas de debate antes de la feria judicial.
En la audiencia 36 del juicio conocido como Mega Causa Zona V, brindó su testimonio desde Puerto Rico a través de la conexión telemática, Carlos Weber, secuestrado el 30 de marzo de 1976 por un grupo de personas de civil que ingresó violentamente a la pensión que compartía con otros compatriotas chilenos exiliados del país trasandino. El testigo víctima contó que fue obligado a irse de su tierra porque era considerado “un peligro para Chile. Llegué a Argentina el 5 de abril de 1974 con 22 años. Mi interés en este juicio es preservar memoria, verdad y justicia”.
Weber, actualmente es periodista y contó que “poco antes del golpe de Estado de marzo de 1976, prácticamente todos los chilenos de esa pensión fuimos arrestados. Un día llegué al edificio y se me tiraron encima 6 o 7 personas. Lamentablemente no tengo ningún recuerdo desde ahí en adelante. Creo que mi inteligencia y mi cuerpo me están cuidando. Tampoco recuerdo cuánto tiempo estuve secuestrado ni en qué me trasladaron. No tengo recuerdo, me gustaría poder orientarlos pero no puedo. Eso es lo que me atormenta”.
“Lo sintomático, lo que me asusta, es que me acuerdo minuto por minuto de mi detención en Chile pero de Argentina se me fueron los recuerdos, no tengo idea. Luis Alberto Devia, alguna vez me conversó que estaba en la pensión y estuve con él secuestrado. Me dijo que en cautiverio, cuando se desesperaban, pateaban la puerta del lugar de detención y yo los calmaba a los compañeros. Creo que porque tenía la experiencia de haber estado detenido en Chile y no convenía alterar a los captores. Estos retazos que les estoy contando, las he ido recuperando de a poco”.
El auxiliar fiscal Pablo Fermento consultó al sobreviviente cómo impacta la persecución política en una persona, a lo que Weber respondió: “Impacta. El fascismo funciona igual en todos lados, yo sabía cómo iban a actuar si tomaban el poder. Así fue en muchas partes del mundo. Tratan de imponer sus ideas a toda la población sobre todo a un país completamente desarmado”.
En este sentido, Weber dijo que también “repercute al extremo, siempre fui un tipo muy reservado. Mi profesión aquí en Puerto Rico implica mucha visibilización. El ‘algo habrá hecho, de algo será culpable’ fue moderando mi estructura como ser humano, mi inteligencia, mi devenir.Esta declaración, hace 10 años no la hubiera hecho, porque a partir de 2011 cuando Chile me llama para pedirme perdón, me pregunté: "qué carajo hago con eso, para qué quiero el perdón. Ahí es cuando decido hablar”.
El protagonista del documental “Cuentas Pendientes” estrenado en 2016 y dirigido por Arleen Cruz-Alicea, expresó que “lo más importante es que sirva para la memoria y la verdad, aquello de la justicia no sé si puede existir. Yo no quiero gente presa, lo que quisiera es que hablaran y que dijeran lo que saben. Poder saber sobre los desaparecidos y que las Abuelas puedan saber qué pasó con toda esa gente ¿Perdón? Que busquen el perdón bíblico”.
Finalmente, quizá como una llamado a la hermandad latinoamericana, Weber pidió que “Chile y Argentina tomen en cuenta y busquen a Puerto Rico. Es parte de su mismo continente, si lo dejan solo seguro se va hacia el norte pero su camino real es hacia Latinoamérica. Memoria y verdad, salud y libertad, y pal’ ante”.
“Fui a la casa del General Azpitarte en el Barrio Palihue”
Posteriormente, declaró Luís Antonio Sellan, testigo por el caso de las hermanas Laura y Zulma Fuxman, secuestradas el 20 de julio de 1976 por personal del Ejército que irrumpió violentamente en el domicilio de ambas, con el objetivo de secuestrar a Laura, quien en aquel momento se encontraba en su lugar de trabajo, en la sucursal del Banco de la Provincia de Buenos Aires del barrio Villa Mitre en la ciudad de Bahía Blanca. Sellan es amigo de Laura, quien fue secuestrada en la mencionada sede bancaria “a la vista de todo el mundo y ante el reclamo de algunos de sus compañeros de trabajo”.
“Hice varias averiguaciones, fui a la CURIA para ver si monseñor Mayer sabía algo, pero no podían averiguar nada. También fui a la casa del General Azpitarte en el Barrio Palihue, que en ese momento era el general a cargo. Traté de hablar con él. No me atendió, me quedé esperando varias horas, y cuando salió de su casa me preguntó por qué reclamaba. Me dijo que seguramente Laura ya estaría en la casa. Obviamente no era cierto. Esa madrugada, alrededor de las cuatro de la mañana, las liberaron a ambas”, relató desde CABA a través de la conexión telemática.
Sobre los días de cautiverio de las hermanas Fuxman, Sellán dijo que Laura le contó que “a uno de sus torturadores le decían ‘el zorzal’. La desnudaron, la picanearon, le trajo bastantes problemas de salud. Lo pudo contar después de varios años de terapia.En cambio, su hermana nunca quiso hablar del secuestro. Ella suponía que la detuvieron por ser compañera Zulma Raquel Matzkin (secuestrada el 19 de julio del 1976) y luego murió en un falso enfrentamiento. Me contó que en el Centro Clandestino de Detención y Tortura “La Escuelita”, la carearon con Zulma”.
La próxima audiencia será el jueves 10 de noviembre a las 9 horas. El debate en Bahía Blanca se puede seguir de manera presencial en Lavalle y Chiclana con presentación del DNI o a través del canal de YouTube de la Subsecretaría de Derechos Humanos:www.youtube.com/derechoshumanospba
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