Primero, buenos días. Gracias por estar acá en La Plata, donde estamos es el Salón Dorado de la Gobernación, es un lugar, además inspirador para hablar de estos temas y que históricamente se usaba para otro tipo de reuniones.
Voy a dar algunos comentarios, como uno también tiene una voz pública no voy a repetir ideas, apreciaciones, diagnósticos o pronósticos que ya hice en otros lugares para no utilizar demasiado tiempo. Si quiero decir primero que el número de la caída en términos de las actividades, de los ingresos del sector, es bastante homogéneo. Ahí sí pongo un paréntesis, una de las particularidades de estos programas económicos, que en términos de mi formación, de mi profesión, lo que se está haciendo no tiene nada de nuevo, ni de original, ni de disruptivo: se está aplicando un programa de ajuste convencional ortodoxo como el que se aplicó varias veces en la Argentina. Lo digo porque, además, antes incluso de dedicarnos a esto, nos dedicamos a estudiar Historia Económica Argentina y lo que está pasando hoy obedece exactamente a la misma lógica y responde a los mismos conceptos que lo que fue el plan económico de la dictadura militar de Martínez de Hoz.
No es un calificativo que estoy haciendo de lo que pasa hoy, simplemente es una mera comparación de las medidas que se están tomando y las que se proponen: en términos de paquete económico, es lo mismo que pasó con Martínez de Hoz, con Cavallo en los 90 y lo mismo que inició Macri con algunas particularidades, tal vez por el ritmo y por los avances y retrocesos. Pero no tiene nada de nuevo en su concepción, en las medidas y tampoco en las consecuencias que está teniendo; la única particularidad es la velocidad y profundidad.
Efectivamente cuando uno mira, por ejemplo, estadísticas de consumo, y toma la última experiencia de este tipo, que fue la de Macri, el consumo en su conjunto cayó en los cuatro años de Macri 17 por ciento, tomando de punta a punta del gobierno. Obviamente, como toda cuestión económica en un período de tiempo tiene altos y bajos, pero se consolidó en un 17 por ciento de caída del consumo. Con un pico que fue en agosto de 2018, aproximadamente, que tuvo 18 puntos de caída, y eso es más o menos un récord de caída del consumo. Bueno, en el mes de enero el consumo en la Argentina cayó 28 puntos con extremos en algunos rubros, por ejemplo, farmacias, de 47 puntos, se redujo a la mitad la venta de medicamentos y la compra de medicamentos y 37 por ciento los alimentos. Eso durante el mes de enero solamente, en un promedio de algunas actividades porque estas son estadísticas de CAME, que además son bastante fragmentarias, no es que mida el consumo a nivel agregado, PBI, recaudaciones si no que mide a través de encuestas en algunos asociados de CAME.
Probablemente ustedes no estén, así que no tenía los números de esta actividad. Pero sí cayó 47 por ciento el consumo de medicamentos, no hay ni una entrada de cine. Simplemente estoy poniendo sobre la mesa lo que nos está pasando. El consumo de medicamentos es una decisión, decimos los economistas, inelástica. Quiere decir que la decisión de consumo de medicamento no obedece mucho al precio, ni obedece demasiado al ingreso, que serían los dos factores que a cualquier actividad económica le puede hacer caer el consumo. Que suba mucho o que el ingreso de los que demandan caiga sin que se mueva el precio, o sea que uno puede tener precios estables, pero cae el consumo porque cayó el ingreso en general que depende de muchos otros precios. O sea que estamos delante de una tragedia, porque si cae 47 por ciento el consumo de medicamentos es que hay buena parte, por la heterogeneidad que tiene el consumo, que está postergando o cancelando la compra de remedios.
Así que es una situación muy compleja; creo yo que estamos delante de un escenario que forma parte de una familia de programas económicos que se aplicaron en la Argentina, pero esta vez se está aplicando de una manera furiosa, rabiosa y despiadada. Porque incluso cuando se llevaron adelante planes de ajuste, que empiezan en general con una fuerte devaluación, el de Macri por ejemplo, tuvo una devaluación del 60 por ciento y después paró la mano por un tiempo relativamente largo. En este caso fue de un 120 por ciento, el doble, pero aún en esa devaluación, ese plan de ajuste reciente, vino acompañado de una serie de medidas, digamos de compensación, paliativas o de acompañamiento a determinados sectores. Bueno, ahora nada, no hay redes, no hay paracaídas, no hay nada.
Hemos visto el aumento del boleto: estaba a 52 pesos hace poco el boleto en AMBA, pasó a 72 pesos y ahora lo llevaron a 270 pesos. Una persona que para ir a laburar tiene dos viajes por día, porque además cortaron esto de la acumulación, que tiene dos viajes por día de ida al trabajo y dos viajes de vuelta, está gastando 1.000 pesos por día; 20.000 pesos por mes en ir a trabajar, todavía ni empezó a consumir, esa parte es de ir a trabajar. Son cosas que están pasando, que si bien no son novedosas, porque no se ha dinamitado el Banco Central, está vivito y coleando; no se ha dolarizado; no se ha aplicado el váucher, que eran las medidas novedosas en lo económico, pero sí se está aplicando un plan de ajuste convencional que ya conocemos.
Por eso digo preocupado, no sorprendido, en la parte de diagnóstico que hace cada uno de los sectores que habló hoy aquí. Digo no sorprendido tampoco por la heterogeneidad, lo vimos en la temporada turística: esta fue una temporada turística donde cayó mucho, por ejemplo, no la afluencia turística medida por viajes en la autopista, por lo menos no hasta el último momento de la nafta, pero hasta ahí había afluencia turística, gente que iba a los destinos turísticos, pero se acortó mucho la estadía y se redujo mucho el gasto y el consumo. O sea que es un turismo prácticamente furtivo: “me tomo dos días”. Y además está esto de la heterogeneidad. Cayó mucho la ocupación, siempre doy este ejemplo: en Gesell cayó en hoteles de 1, 2, 3 estrellas, pero no cayó la ocupación hotelera en destinos de “alta gama”, de altos precios. O sea que eso es un poco lo que empieza a ocurrir, y lo que consolidan estos programas, hay sectores a los que esto no le hace ni cosquillas y hay otros sectores que una parte importante de su ingreso lo destina alimentos, otra parte a pagar alquileres, tarifas y se le extingue el ingreso de manera muy acelerada, entonces el resto de los consumos o el resto de las actividades se empieza a contraer.
Veíamos que en Mar de las Pampas hay 98 por ciento de ocupación, no cayó la ocupación con respecto al verano récord pasado, pero en Gesell cayó un 30 por ciento. O sea, que además si bien uno puede decir que en el agregado hay una caída muy fuerte, cuando uno lo divide por sectores, se ve que los que más sufren, obviamente, son los que menos tienen, los que menos resto tienen, lo que menos ingresos tienen, etcétera. La caída del salario en este último período es de 14 por ciento, hay pocos episodios históricos de esta magnitud. Comparaba todo el período de Macri con enero: el doble de caída de consumo que los cuatro años del macrismo, pero cayó por las mismas medidas: tarifazo, devaluación muy fuerte y, obviamente, caída del crédito. Nosotros en el Banco Provincia, con un esfuerzo muy grande, sostenemos promociones y también crédito a diferentes sectores. La privatización del Banco Nación habla de que nos vamos quedando solos en este trabajo de banca pública, banca de fomento.
Para explicar bien lo que hace la banca pública en comparación con la banca privada, hay que decir que la banca pública primero tiene una dimensión social territorial que no tiene la banca privada, que se instala donde hay negocio, donde está la crema del negocio; segundo, esos descuentos, por ejemplo, surgen de que la banca pública no tiene un dueño privado que retira ganancias entonces invierte toda la rentabilidad de otros negocios en cuestiones como estas, que tienen otro objetivo y otro contenido.
Entonces me parece que, de nuevo, estoy preocupado, no sorprendido y, además, un poco diría asustado por la evolución que está teniendo esto y por lo vertiginoso de sus consecuencias. Estuvimos reunidos con muchísimos sectores, este es uno de ellos, les agradezco de nuevo que hayan venido. Nos hemos reunido con trabajadores y trabajadoras del sector, no con empresarios, hacía falta porque necesitábamos compartir un encuentro de este tipo y ahora voy a hacer algunos comentarios concretos.
Esto no va a parar, más allá de la Ley Ómnibus, las amenazas son un ajuste más profundo como si fuera contra los gobernadores o contra los diputados; me parece que ahí hay un equipo muy grande con el que se trabajó durante la campaña también esta idea de casta. Porque el ajuste les llegó a ustedes, entonces creo que hay que verlo al revés, no por una definición anterior, exante digamos, sino por una expost para la casta; entonces los jubilados resulta que sí que son casta y los laburantes son casta, todos los sectores productivos, las pymes, los pequeños productores, todo era casta. Había un tema, me parece, ahí de jugar con la ambigüedad de la palabra casta porque todos entendíamos, por ejemplo, en la provincia de Buenos Aires si el ajuste de las cuentas públicas se hace quitando el salario a todos los funcionarios del Gobierno de la Provincia, ministros, gobernador, directores, secretarios, subsecretarios, todos tenemos salarios cero…
Cuando me dicen que un empleado o un funcionario va ad honorem la gran pregunta es quién le paga el sueldo. En la República Argentina, en un momento, para ser diputado había que tener como condición una renta, tenías que demostrar que eras rico o que pertenecías a determinado sector social para acceder a un cargo representativo. Es uno de los avances de la democracia que los funcionarios públicos cobren un sueldo y que vivan de ese sueldo; porque si no se sobreentiende no sólo que son más vulnerables a algún tipo de relación económica con sectores económicos, sino también que proviene de cierta extracción social. Pero haciendo la cuenta de cuánto quedaría el ajuste si el sueldo de todos los funcionarios públicos fuera cero, no da 10 por ciento de ahorro, ni 5 por ciento, ni dos, ni uno: da 0,37 por ciento de ahorro de gasto público: la verdad es que no mueve la aguja del déficit fiscal o de nada que uno quiera.
Era un verdadero verso, como cuando dice el tipo que nos endeudó a 100 años que se paga él mismo el café. Creo que como sociedad nos gustaría poder pagarle el café, si eso implica que no nos endeude de nuevo de esa manera y que no cobre de esos sectores. La Ley Ómnibus estuvo a punto de salir. Y no, yo no comparto o por lo menos no de manera general, la confianza en todos los que están ahí, en todos nuestros legisladores. Más bien lo contrario, porque me tocó ser diputado durante el macrismo y se rompió nuestro bloque y salieron buena parte de las leyes, cuyos efectos todavía lamentamos, con los votos de algunos que habían sido elegidos en boletas del peronismo, del campo popular, del Frente de Todos; así que no, todos los días estamos en peligro de que se consigan esa mayorías. Y estuvo a punto de ocurrir; de hecho se sentaron ahí a tratar la ley porque había un acuerdo de conseguir determinadas mayorías, así que ya estaba consumado. La traición hubiera sido, de la que habla Milei, que esos diputados votaran estas leyes.
La traición a la que refiere Milei es que habían acordado, vaya a saber con qué condiciones, que le votaran leyes que incluían, entiendo yo, que todo esto es opinable, la cuestión de la cultura. Ya estaba acordado. Se cayó porque en algún momento alguien tuvo alguna conexión con los pensamientos ideológico-político de sus votantes, o algún riesgo que pensó que corría votando en contra de cuestiones tan básicas como como el funcionamiento de las instituciones, darle poderes delegados. Incluso algunos de los diputados mencionaron a la provincia de Buenos Aires y decían cómo le votaron al gobernador. Bueno, votaron emergencias, pero no delegación de poderes, que es darle las atribuciones legislativas al Poder Ejecutivo.
Es muy grave, tremendamente grave. Las cosas que están circulando son gravísimas, sobre todo por condiciones que tienen que ver también con cómo se llegó a esta situación; son diagnósticos más largos. Lo que quiero decir en concreto habiendo escuchado la palabra de ustedes: me parece que lo más grave de todo, considerando que todo esto es tremendo, es terrorífico, las leyes, los artículos de las leyes, cómo quieren llevar adelante las privatizaciones, pero escuchándolos a ustedes comparto que una de las cuestiones más complicadas y más graves tiene que ver con la cuestión que también representan ustedes, la cuestión simbólica, la cuestión cultural, la cuestión política, pero en general, histórica. Me parece que una novedad también de este gobierno es haber puesto del lado de la casta o de los privilegios a los científicos, a los artistas, al INCAA, pero también al CONICET; como que ahí ahora están acusados de vivir de subsidios. Toda una discusión que, obviamente, se puede dar, hay que darla mil veces, por cómo funciona, cómo debería funcionar.
El fomento de la música es verdad que no está establecido por ley, y es verdad que representantes nuestros presentaron una ley que se trabajó, la conozco. Me parece muy bien, pero estamos en un momento donde no se consiguió pasar la Ley Ómnibus, pero no hay presidente del INCAA, o sea que no hay INCAA y se incumplen las leyes que hoy existen, entonces está bien.
Yo creo que hay que discutirlo, no me parece el momento más favorable, la situación más favorable, pero coincido en que hay que presentar las leyes y discutirlas, las de fomento y también de la actividad, claro, hay que discutirlas, hay que dar esa discusión y ahí yo los invito por esta doble sintonía que parece haber. Yo creo que acá en la provincia de Buenos Aires, para tratar de decirlo con propiedad y no decir cualquier cosa o no dejarme llevar por la indignación, Milei, su partido, sus ideas, no ganaron ninguna elección. Perdieron en las PASO, en las generales, también en el balotaje en la provincia de Buenos Aires.
Obviamente, eso institucionalmente como es el modo de elección nacional en un balotaje no cambia mucho las cosas porque esto no le quita legitimidad o legalidad por lo menos para ser presidente, pero acá aún con todo ese bombardeo mediático, en las redes sociales, con toda esa superficialidad con la que se discutieron ciertas cosas las ideas libertarias de la Escuela Austríaca, todo eso que se discutió con mucha liviandad, yo me animo a decir que en la provincia de Buenos Aires esas ideas no imperan o no son mayoría. Más allá de lo otro, que lo vengo diciendo porque estoy convencido, el propio presidente actual, Milei, está rompiendo su contrato electoral. Sé que si lo cumpliera no sé cómo estaríamos tampoco. No es que le pido o lo emplazo a que cumpla su contrato electoral, porque no me gusta, no coincido y creo que tuvo algo de oscurantista.
Porque cuando hablaban de dolarización y alguien también estaba desesperado por el 12 por ciento de inflación, el 8 por ciento de inflación, lógicamente votó otra cosa nueva. Yo digo como quien recurre a terapias alternativas, sin denigrar a nadie, porque la medicina, convencional no le soluciona su problema y entonces dice “probemos qué sé yo, capaz era mal de ojo lo que tenía”. Por eso respeto en este plano todo, porque además hay un componente más que tiene que ver con que uno crea en las terapias, aún las que son medicamentosas. Capaz que alguno se cura alguna enfermedad muy complicada y muy grave haciendo algo que está por fuera de lo que por lo menos yo creo, la ciencia. Pero alguno puede ser que se cure de esa manera, por eso no vengo ni a menospreciarlo, ni a denigrarlo, pero creo que esto que pasó tiene que ver un poco con que el fenómeno era el malestar, a veces la desesperación y entonces “votemos algo distinto, algo nuevo, algo diferente”. Pero no se está haciendo eso tampoco. Porque el tema era que el ajuste iba a ser solo para la casta para los políticos, que sería, por ejemplo, que no cobráramos sueldos, pero eso no es un ajuste relevante en términos de bajar 5, 10, 15 por ciento del gasto público.
Bajar el gasto público, bajar jubilaciones, subir el boleto colectivo y subir la luz no es tan esotérico o tan desconocido. Lo que se está haciendo es lo típico, lo obvio, que me parece que no es lo que había propuesto en campaña, por eso tampoco extraña que el ministro de Economía sea Toto Caputo, que si uno define casta como el que ocupó lugares de este tipo en otro gobierno, es casta, pero además nadie lo votó y además fue ministro de Economía del gobierno de Macri; entonces tampoco extraña. Pero repito, a mí lo que más me preocupa es que entre los enemigos de la sociedad, del pueblo, de una Argentina de gente de bien, están ahora no solo los políticos sino también nuestros actores, los artistas en general, los escritores. Y pongo a los científicos porque cuando uno hacía una encuesta históricamente los que más reconocimiento social, prestigio social conservaban, en una sociedad donde el empresario, el banquero, el dirigente político y muchos sectores están desprestigiados y cuestionados; era el científico, que estaba arriba de todo. Y ahora son ñoquis del CONICET.
Esto lo digo por mi cuenta: en la provincia de Buenos Aires los que dicen que el CONICET está lleno de ñoquis, y que el INCAA son prebendas, no son mayoría en las urnas, sabiendo que en las urnas se vota por muchas cosas: se puede votar por frustración, por enojo; un balotaje tampoco es un voto estrictamente ideológico, es una decisión entre dos alternativas y capaz que coincidís pero no te gusta el candidato o capaz que te guste el candidato y no los que lo acompañan y no votas. Bueno, todas las particularidades que implica ganar en un balotaje, no ganar en primera vuelta. Entonces los invito a torcer un poco esa sensación pesimista de que la sociedad piensa las barbaridades que se leen en las redes sociales. Yo creo que no. Yo creo que no cambiamos de pronto.
Lo veía en una encuesta reciente, creo que tiene un 70 por ciento de rechazo privatizar todas las empresas públicas, que es medio indiscriminado porque nadie entiende el rechazo.No hay una legitimidad, no hay un acompañamiento a la privatización masiva de todo lo público, no lo hay y yo estoy convencido porque además ganamos la provincia de Buenos Aires por 20 puntos de diferencia diciendo que tiene que haber más Estado, más cultura, más educación, más salud, la ganamos con eso. La ganamos, además, en lo concreto por el trabajo que venimos haciendo desde la gestión provincial con las limitaciones que tiene una gestión provincial, así que lo primero es del orden motivacional, porque además, yo me despierto todos los días preguntándome si vivimos en otro país, en otro planeta, en otra sociedad y estoy convencido de que no, que es la misma.
Entonces hay que analizar ese voto de otra manera, hay un tema en esto porque hay que defender ciertas cosas que yo creo que mayoritariamente nuestra sociedad, nuestro pueblo, también coincide. Nadie diría “no más cine nacional”.
Y obviamente sabemos que lo que estaba en la Ley Ómnibus —y lo que sin Ley Ómnibus hacen de todas maneras— pone en riesgo el cine nacional, la cultura nacional, los teatros. Esta política económica, aún si no está dirigida y focalizada en este sector por la caída de la demanda y el aumento de los costos, se va a volver inviable para los privados que en realidad venían a privatizar todo. Entonces yo lo decía el otro día con la salud: venían a privatizar y están estatizando: está desbordada la demanda en los hospitales públicos, no de Ciudad de Buenos Aires, sino de los bonaerenses. De todo el país, porque la gente ya no puede comprar el remedio y pagar la prepaga, entonces va al hospital público; estamos teniendo un aumento de la demanda, con aumento de los costos y con un Gobierno nacional, que dice que nos va a ahorcar, a asfixiar, a quebrar, entonces no gira los recursos, ni siquiera los que legalmente tendría que girar.
Venimos trabajando en cuestiones muy profundas. Ustedes saben, o lo habrán escuchado, la identidad bonaerense, la integración, Sabores Bonaerenses, varias acciones que tomamos. No a veces con grandes eventos, sino con eventos en toda la provincia. Por ejemplo, las fiestas populares en la provincia de Buenos Aires, que hay prácticamente 1.000. Si uno toma todas las dimensiones, a veces en un municipio del interior de la provincia hay 50.000 o 60.000 personas, como en la Fiesta de la Frambuesa en Benito Juárez. Y tenemos de esto un montón, y son expresiones de la cultura. Obviamente los centros culturales, los pequeños conjuntos artísticos, las bibliotecas populares. Son todas cosas a las que nos venimos dedicando fuertemente, pero hoy dicho esto es público que el presidente de la Nación está en una especie de cruzada mística por fundir a las provincias o a los gobernadores. Extraño que no comprenda que no es algo contra el gobernador sino contra la sociedad, el pueblo, los y las bonaerenses, la Provincia entera, no contra quien la gobierna, en el caso de la provincia de Buenos Aires. Pero están igual todos los gobernadores de la Argentina, no están girando fondos que están por ley. Así estamos, así está la situación hoy, muy complicada.
¿Cuál me parece que es el motivo de esta reunión? Yo sé que es un poco contradictorio hablar de números malos, me pasa con los distritos turísticos, nadie quiere decir “es la peor temporada de la historia” porque está promocionando la temporada y nadie quiere ir a pasar el veraneo a un velorio. Comprendo y participamos de la necesidad de promocionar y de compartir y de no ser catastrófico en los diagnósticos. Pero sí creo que hay un problema: estando apuntados determinados sectores, por ejemplo, la dirigencia política, es a veces difícil comunicar, entonces les hago también una invitación a una defensa colectiva de este sector que para nosotros es importantísimo, pero sobre todo porque yo sé que si les estuviera yendo mal a las pymes bonaerenses, también tendríamos que estar hablando acá para defender a las pymes productivas o al pequeño productor.
Es todo parte de un conjunto. Pero este sector creo que tiene un papel central ahora, en la defensa de la cultura en la Argentina, del cine argentino. Lo tienen, además, los dirigentes, los representantes del sector, hay que hacer un esfuerzo y ustedes de esto también saben. Obviamente en conjunto, pero hay que contarle a la sociedad y hay que explicar de nuevo. Porque uno dice que quieren cerrar el Inca y nos agarró por sorpresa, porque además lo hacen desde el desconocimiento, como si se pagara con los impuestos. ¿Qué efectos va a tener esto a futuro? Hay que explicar qué es el INCA y cómo funciona. Qué hacemos desde los organismos que acompañan, fomentan y promocionan el teatro. Van contra la biblioteca, van a terminar yendo contra las librerías. Todo esto.
Creo, porque lo vivo así, que es bienvenido poder ratificar y consolidar el apoyo que hay de sectores muy amplios, ni hablar del 45 por ciento que no votó esto, que yo creo que es mucho más porque hay quienes votaron esto tal vez para que le solucionen un problema en concreto sin saber que iban a destruir un montón de cosas y no solucionarles el problema. Que es la situación que estamos pasando, un fiasco. Entonces yo llamo a no acobardarnos con esto, no deprimirnos, no entristecernos, no pensar que ahora la sociedad argentina ya no estima, no quiere, no defiende lo que defendió siempre.
Y en ese sentido, me parece que hay que hablar desde ahí, hay que apalancarse en eso. Y hay que impedir una calamidad, además en muchos casos, irreversible. Se empiezan a cerrar salas de teatro, salas de cine, ya sabemos. No es fácil de recuperar, cada una es un trabajo. Y a ver también si podemos aprovechar esta situación para plantear cuestiones de algunas leyes que nos faltan, la cuestión de las plataformas y el apoyo a la industria audiovisual, la cuestión de los videojuegos, de nuevas modalidades. Aprovechar esto porque si pensamos para adelante también que hay cosas que están pendientes, que son deudas que tenemos. Ver si lo podemos poner dentro un paquete a futuro para avanzar en cuestiones que todavía faltan. Y no sé si es la globalización, no sé si hay que llamarla así, pero sí tenemos una obligación de desenvolvernos en una coyuntura y en una situación que tecnológicamente, culturalmente, socialmente, ha cambiado mucho históricamente. Entonces, tenemos que ir encontrando la vuelta.
Yo un poco creo que hay algunos puntos que plantearon, no sé lo del mecenazgo, yo tengo un prejuicio con eso, tal vez es solo un prejuicio no lo conozco bien. Se puede pensar todo y lo que sirva cuenten con nosotros para impulsarlo y para instalarlo, si es por ahí. Veremos cuáles son los instrumentos que tenemos. Veremos qué instrumentos que parece que no sirven, pueden servir. Así que adelante las propuestas concretas.
Estoy rodeado por dos ministros y muchos de sus funcionarios que tienen contacto con ustedes, pero desde el punto de vista personal diría que nosotros vamos a defender a este sector. No es verdad que esa ley se iba a caer, no se iba a caer, se iba a aprobar y probablemente se iba a aprobar con la cuestión cultural también. Estuvimos a poquito y creo que nos ayudó mucho el oficialismo para que se cayera esta ley, por impericia, desconocimiento, torpeza todo lo que le quieran poner, bravuconada. Todo lo que hemos atestiguado que pasó en estos días. Pero, a pesar de eso, no para la embestida. No para, tampoco contra el sector, los tienen en la mira. Porque es otro país el que quieren, es un país primarizado, precarizado, extranjerizado, y… ¿qué lugar van a tener estas actividades? No, les molestan.
Yo creo que muchos de ellos preferirían haber nacido o vivir en otro país. Estamos hablando con lenguajes y proyectos muy distintos, pero me parece que tenemos que buscar otras voces, tenemos que encontrar otras voces. Es un buen momento para que surjan otras voces, que no hablen los mismos de siempre, que aparezcan otros, que puedan transmitir parte de estas ideas sin tener el San Benito que nos ponen a algunos, que nos lo ponen para que no podamos defender lo que ellos quieren atacar. Es generarte una imagen negativa. Me parece que es obvio lo que están haciendo y es de manual.
Para contrarrestarlo inteligentemente, me parece que pueden aparecer nuevas voces hablando lenguajes distintos, incluso criticando algunas cosas está bien. Bienvenido. Para no ser directamente estigmatizados. Fíjense que llaman kirchnerista a cualquiera que defiende cosas que no son kirchneristas. No creen en eso, pero defienden algo y listo, ya está, para abreviar el proceso de desprestigio hacen eso creyendo que desprestigia.
Nosotros, con nuestra historia, con nuestros principios, con nuestra identidad, fuimos a dar una batalla electoral que se ganó igual, sin tener que camuflarnos ni nada parecido. Así que creo que es el momento de que aparezcan otras voces. En la discusión pública ya pasó con, por ejemplo, el ataque a la cuestión del cine.
Lo que sí digo que es importante, por eso también estas reuniones, es que quiero instarlos, convocarlos, a que puedan hablar desde otro lado, para que entonces sean más las voces y entonces tal vez nos escuche algún sector que no nos quiere escuchar o no nos escucha. O que cae en estos dispositivos macartistas, en los que no se puede decir nada o respetar la palabra de determinados dirigentes… Bueno, hay que romperles ese dispositivo que va a terminar llevándose puesto todo.
Ahora ya ni siquiera es peronismo contra antiperonismo. Ahora es: “no sé quiénes” contra la casta. En la casta empiezan a estar cada vez más todo el que se opone algo, que entra inmediatamente a la casta. Que es un pensamiento facho. “Yo represento al pueblo, así que el que no está conmigo está contra el pueblo, no contra mí. Ni contra mis ideas, contra el pueblo”. Y esa sería un poco la idea de casta hoy y va a entrar a la casta cualquiera que contradiga estas ideas, por obtusas que sean, por descabelladas que sean. Ya está pasando, todos los diputados que querían aprobarle ese proyecto y que lamentablemente coinciden con la liberalización total de todo, pero que fueron elegidos en otros lugares te dicen: “estamos de acuerdo con esta ley, pero no nos gustan las formas”. Bueno, nosotros no estamos de acuerdo con esa ley, y no nos importan las formas buenas o malas, no estamos de acuerdo. Entonces le querían votar. Tenían que atarle la mano para que no le votaran a favor de la destrucción de todo. Y bueno, los insultaron tanto, se manejaron tan mal que no pudieron votar esta ley.
Pero capaz que en dos meses están de nuevo para hacerlo, ojo. Así que me parece, que es un momento donde hay que ser inteligentes también para defender. Yo sé que ustedes vienen a hablar en representación de algo, pero lo que vienen a defender es mucho más amplio que la parcialidad que representan. Hoy sirve mucho que defiendan la sala de cine, porque esos millones de espectadores se van a quedar sin cine adónde ir. Y hay que explicarlo, no van a poder ir al cine. Entonces, votaron algo que los va a dejar sin cine, sin sala de cine. Y hay que explicárselos, aunque sea fragmentariamente, aunque sea unilateralmente. Explicar eso, se van a quedar sin teatro, se van a quedar sin actores argentinos, se van a quedar sin cine argentino, se van a quedar sin libros, sin autores. Podemos nombrar muchísimos, tanto científicos, como escritores, como actores, como directores, como músicos, bueno todo eso no va a existir más. Ese es el país. Yo creo que no votaron, nadie votó eso, muy poquitos votaron eso.
Entonces hay que empezar a explicar estas cosas, también para que si esto cambia lo que teníamos que defender lo podamos defender de una manera más monolítica, contra intereses. Porque después aparecen los intereses de las grandes cadenas, de las plataformas, que también pueden guiar la votación de una ley. Entonces esperemos también generar una masa crítica, generar varios proyectos que formen parte en el futuro de una experiencia donde se puedan revertir estas cosas. Obviamente, hoy sobrevivir y luego revertirlas y expandirlas más, qué es lo que estamos tratando de hacer en la en la provincia de Buenos Aires.
Creo que estamos urgidos de tiempo, no ahora sino para organizarnos, creo que hay que salir de la retaguardia. Hay que ir a defender cada uno de los sectores, a nosotros nos ayudaría mucho también, nos simplifica mucho, porque a veces a uno le sirve poner en voz de otro, porque ya por lo menos para algún sector está impugnada la voz de uno, y la verdad que lo que estamos haciendo es defendiendo otros sectores. Lo hablamos con las pymes, ayer con metalúrgicos, con el sector pesca. El sector pesca me parece muy interesante, estaba en la Ley Ómnibus, hubo una reacción, lo sacaron de la Ley Ómnibus pero participa de todas las multisectoriales, porque era un compromiso que hicieron conmigo, en Mar del Plata. Que si solucionábamos ese problema no se bajaban, porque si no se vuelven a los barcos y se acabó el problema de ese sector.
Lo de un INCAA que se haga en la provincia de Buenos Aires es para estudiar. Pero además, a diferencia de la pandemia donde había recursos, ahora nos están quitando cada vez más recursos, entonces es complejo. Y tampoco uno quiere que porque ellos tengan el proyecto de disolver el país uno se va a poner a emitir moneda, declarar la independencia, autonomizarse... Es complejo y no sé si podemos lo del INCAA, pero nuestro proyecto es no fragmentar y no disolver las cuestiones nacionales en cuestiones provinciales, pero tal vez sea el único recurso que nos quede. Pero quiero decir no, yo no quiero admitir moneda bonaerense porque tendría que hacerse cargo el Gobierno nacional. De hecho, nosotros como provincia preexistimos a la Nación, le delegamos cosas a la Nación. No las está cumpliendo. Entonces, ¿qué hacemos? Es un conflicto casi de guerra civil. Si uno entra en la idea de autonomizarse me parece que se corre el riesgo de que después tampoco va a ser fácil revertirlo. Pero tendremos que ver, para mí eso ya es “en caso de emergencia rompa el vidrio”. Hacer provincial todo lo que era nacional, es algo en el extremo, cobrar impuestos, emitir dinero. Pero ya ganaron, parece que no, porque nosotros podríamos mantener, pero ganaron si disuelven el país en cada una de las provincias que lo componen.
Tampoco es mi objetivo, sé que suena tentador, yo no quiero hacer provincial todo lo que era nacional. Me pidieron “bueno el PreViaje, no lo hace Nación hacelo vos”. Bueno, no tenemos los recursos, pero además es un tema nacional, nosotros queremos que los bonaerenses puedan ir con el PreViaje también a la Puna o a donde tengan que ir, no es encerrándose. No digo que esto del INCAA no pueda ser un instrumento. Si digo que el otro día me decían medios públicos provinciales. Sí, podríamos apuntar a eso. Más allá de que además ellos cierran o ponen el torniquete y cada vez las provincias tienen menos recursos, me parece que lo que tenemos que tratar primero es de torcer el rumbo que hay ahora, de torcerlo de manera federal.
La provincia de Buenos Aires aporta el 40 por ciento de los recursos y recibe el 20 por ciento, esta es la famosa coparticipación. Está mal, es injusta, porque tenemos mucha pobreza en la provincia, mucho déficit de infraestructura, pero nosotros no queremos aportar el 40 y recibir el 40. Porque esa es la conformación de una Nación, esa era la discusión de la Aduana en la época de la Unión Nacional. Entonces no queremos llevarnos nosotros todo lo que es nuestro porque además inmediatamente fundiríamos al país. Realmente la palanca para fundir el país está en la provincia de Buenos Aires, pero delegamos un montón de funciones que hoy no están cumpliendo.
Entonces hay que ir a la Corte, hay que disputarlo. Nosotros necesitamos dar este debate público porque lo que nos falta es visibilizar el trabajo, los instrumentos, explicarlo bien para salvar, no sólo eso, sino también todo lo demás. Si nosotros lo logramos, y por eso armamos multisectoriales en cada uno de los distritos, acompañar van a surgir nuevas voces. Tiene más valor en términos televisivos, por ponerlo así, alguien joven que explique con claridad que tal vez la cara que vieron siempre porque van a decir “ah, de nuevo están peleándose tales con tales”. Algunos de ustedes que tal vez no salió todavía tiene más chances, por lo menos hasta que digan que son un kirchnerista o casta, o no sé qué, y los traten de estigmatizar también.
Pero me parece que hay que intentarlo y que estamos a tiempo, porque repito que mi diagnóstico es que nadie votó esto que está pasando, nadie votó a Patricia en Seguridad, porque hasta votaron a Milei para que no gane Patricia Bullrich, así que no la pueden haber votado para eso. Creo que si van a un plebiscito para mí es buena noticia. Pero no.
Estamos discutiendo pavadas, es terraplanismo esto de que podemos tener una sociedad sin cine, sin cultura. Es terraplanismo, pero es la discusión que han instalado y ganaron una elección. Vamos a discutirlo, bienvenido. Busquemos los espacios, tal vez ustedes, que tienen más posibilidad de ir a TN o a La Nación+, a mí me encantaría que vaya alguno representando que no esté identificado y que pueda explicar, incluso con críticas a mí si quieren, no tengo ningún problema. Para sintetizar, aporta también ir a un canal y decir “No, porque la provincia…”. Perfecto, yo no tengo ningún problema, nunca hemos impedido que nadie se exprese. Creo que eso puede ser en el marco de una defensa de la cultura, del cine, del arte, de los teatros, del libro argentino, de las editoriales, porque obvio la cuestión del papel no sé si lo van a dejar entrar a TN, hablar mal de la concentración en la industria papelera, creo que no.
De nuevo muchas gracias, supongo que esta es una conversación para seguir. Bienvenido también que se reúna todo el sector, porque a veces que se reúna todo el sector obviamente con Florencia Saintout [Presidenta del Instituto Cultural], con Augusto [Augusto Costa, ministro de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica], continuar más allá de mi presencia o no. Yo creo que ahora hay que coordinar, hay poquito tiempo. Porque esto va muy muy rápido y vamos a acompañar la defensa del libro, del cine, de la cultura en general, del teatro, lo estamos haciendo hemos invertido como nunca en la historia. Insuficiente, hemos mejorado muchas cosas, faltan un montón, pero hoy estamos bajo ataque masivo, así que creo que hay que dar ese paso.
Les prometo que parece que no, pero sirve mucho más hoy que hablen otros actores que no los puedan descalificar tan rápidamente. Tenemos que encontrar mil voces, un millón de voces que defienda lo que tenemos que defender, pues son los que están agredidos, entonces tenemos que encontrar esas voces, tenemos que darles visibilidad, canalizarla y que aparezcan. Que la sociedad, si está acompañando esto, diga que no es contra el kirchnerismo, el peronismo que diga que es contra cosas que estiman, no le tenemos que dar ese atajo. Obviamente, sin renegar de nuestra identidad. Nosotros somos lo que somos, lo vamos a seguir defendiendo orgullosamente, pero creo que hoy es el momento de mostrar mil voces, un millón de voces que aparezcan y que estemos todos del mismo lado. Muchas gracias.