Muchas gracias a todos y a todas. Primero, quiero reiterar lo que dije cuando estuvimos en Bahía tras aquel momento tan trágico y tremendo: Bahía tiene el intendente que se merece, Federico Susbielles.
La verdad es que estoy muy contento de estar hoy, acá, acompañado por muchísimos dirigentes y muchísimos intendentes de la región. Creo que, durante esta etapa, estos últimos tres meses tan peculiares que está viviendo la Argentina, a veces, actos que hacíamos de una manera, no digo automática, pero sí con cierta habitualidad, cobran otro valor, un valor muy distinto. Porque, evidentemente, lo que ocurrió desde que cambió el Gobierno nacional es que, no sólo hay un presidente nuevo, sino una ideología muy distinta y una actitud muy distinta para con la provincia de Buenos Aires, con todas las provincias, con todos sus municipios.
¿Por qué digo lo de ideología? Y, porque la verdad es que lo que estamos haciendo hoy tiene que ver con la discusión inmensa que hay en el país sobre el papel del Estado, la necesidad o no de que haya Estado, si el mercado y lo privado solucionan todo, resuelven todo, o si, por el contrario, hace falta un Estado que esté presente, un Estado que acompañe, que genere igualdad.
Esta discusión parece que es una discusión histórica, filosófica, teórica, de escuela de pensamiento. La sociedad, efectivamente, votó por el presidente que hoy tenemos, pero cuando uno escucha las cosas que se están diciendo, a mí algunas me parecen bastante bizarras, estrambóticas, raras y ajenas a nuestra historia, a nuestra cultura y a nuestras costumbres.
Entiendo y reconozco que el presidente actual tiene la legitimidad de haber sido elegido, por más que en la provincia de Buenos Aires, por lo menos en el conjunto, la elección la ganó nuestra fuerza política en las tres instancias: PASO, elecciones generales, balotaje, y aquí a nivel municipal, también lo hizo nuestra fuerza política.
Pero uno tiene que reconocer esta situación y, a veces, dan ganas de discutir con la Escuela Austríaca, que es la que inspira al presidente. Seguramente, escucharon hablar de la Escuela Austríaca, pero seguramente, nadie de los que están acá, o muy pocos, sabe qué es la Escuela Austríaca, por qué la Escuela Austríaca. Como muchos saben, yo soy economista, me dediqué mucho tiempo a la enseñanza de la Economía y, particularmente, una de las materias, una cátedra que tuve mucho tiempo fue Historia del Pensamiento Económico. Me tocó estudiar e incluso enseñar sobre la Escuela Austríaca. Yo les puedo decir, acá desde Bahía Blanca, que el pensamiento de la Escuela Austríaca, una escuela del siglo XIX, los economistas principales se llaman Böhm von Bawerk, von Mises, después Menger, unos economistas que escribieron allá por 1890 en Austria.
Yo sé que la sociedad Argentina tiene muchas dificultades, muchos obstáculos, muchos problemas, algunos de ellos históricos, insatisfacciones, cuestiones que no se han podido resolver y otras que sí. Lo que me animo a decir es que en los libros de la Escuela Austríaca no dice nada útil, nada acorde a los problemas que tenemos en la Argentina. Tampoco, lo que estoy diciendo, se lo debería tomar nadie como un insulto porque estamos en pleno siglo XXI, en un país muy distinto a Austria, con situaciones peculiares.
Argentina tiene sus particularidades, pero lo que quiero decir es que, si alguien tiene que encontrar soluciones para los problemas de nuestro país, jamás, habiendo leído esos textos, recomendaría buscar esas soluciones en los economistas de la Escuela Austríaca. Porque es una escuela muy marginal, lo ha sido desde aquel momento. Eran economistas poco reconocidos, no se enseña prácticamente en ningún lado, no tiene prestigio, no solo a nivel teórico, sino a nivel práctico. Las recetas de la Escuela Austríaca no se aplicaron en ningún lado, ni en Austria.
Entonces, ¿para qué estoy diciendo esto? Porque creo que, efectivamente, ocurrió lo que ocurrió en la provincia de Buenos Aires, nuestra fuerza política se impuso por una diferencia muy importante, se impuso también en el balotaje, pero el balotaje, a nivel general, desencadenó y terminó con que el presidente hoy sea Milei que está tratando de aplicar esas teorías a nuestras vidas. Lo que les puedo decir, para sintetizar, es que es una escuela muy extremista, extremista, como lo escuchan. Hay escuelas de pensamiento que nosotros las llamamos ortodoxas, que dicen que el Estado tiene que participar poco, menos en determinada cosa en la economía y en otras no, pero esto de que el Estado tiene que extinguirse es muy extremista y nunca se aplicó en ningún lado.
O sea que, a priori, no sabemos si eso puede servir. Yo sospecho que no sirve para nada. Y estamos viendo sus resultados, por eso hablo de esto. Nosotros, hoy, estamos entregando escrituras que el mercado también entrega; no estamos haciendo algo que el mercado no hace. Lo decían en algunos de los testimonios que escuchamos en el video, creo que los de la asociación de fomento barrial decían “sí, sí, esto la verdad que se puede conseguir, no es que sea imposible”. Se vende, la escritura es algo que se vende, lo que pasa es que sale 300, 400, 500 mil pesos.
Entonces, uno mira, con el esfuerzo que representa acceder a la casa propia, algunos de los los que pasaron acá al escenario, hace 30, 40 años, podríamos hacer el escaneo, de hace cuánto están esperando la escritura, y siempre la pudieron pagar probablemente, pero tenían que tener medio millón de pesos para eso. Y por más que la necesitaran, porque la emoción que se genera es porque el que tiene la casa y no la escritura sabe la dificultad que eso representa. Por eso uno entrega un papelito, como decía recién, y dice “¿por qué tanta alharaca por un papelito?”. Y bueno, porque el que tiene la casa, o su familia la tiene, o sus padres, tal vez que han fallecido, la consiguieron, la obtuvieron con el esfuerzo, con la dificultad que representa la barrera que hay para acceder a la casa propia y después les falta la escritura.
Entonces yo sí quiero decirle a la Escuela Austríaca, si alguno escucha, porque ahora también te escuchan los muertos. Si algún economista austríaco anda por ahí le digo: acá no anduvo, acá no funcionó. Hemos entregado 100.000 escrituras a 200.000 personas, que el mercado solucionaba, pero ¿cómo lo hace? Pagando. Y, a veces, pagando más allá de las posibilidades y capacidades de la gran mayoría de las personas.
Entonces el mercado soluciona ¿qué? y soluciona ¿cómo? y ¿a quién? Soluciona al que tiene los recursos para pagarlo en el mercado. Soluciona, pero ahí vienen las dificultades que tenemos en la provincia de Buenos Aires, por eso si Böhm von Bawerk o alguno me está escuchando le digo: no está funcionando. Ese es el problema, que hay muchas necesidades que tiene nuestra población, nuestra Provincia, que están fuera del alcance del bolsillo de muchísima gente.
Así que ahí, el mercado… Problema del lado del que compra pero también problemas, a veces, del lado del que vende, porque para que alguien venda determinado bien como un privado tiene que hacer una empresa y la empresa tiene que tener una ganancia. No nos van a decir a nosotros que estamos en contra de que haya empresas o que tengan ganancias, por supuesto, pero ¿qué problema hay? Hay muchas cuestiones que no dan la ganancia necesaria para que la empresa aparezca.
Doy el caso. Hay muchísimos pueblos en la provincia de Buenos Aires, acá me acompañan varios intendentes que no me van a dejar mentir, donde no hay una escuela privada y donde no hay una clínica privada. Miren, salud y educación, no estoy hablando de acceder a un viaje a la luna, que ahora también parece que se venden viajes al espacio, estoy hablando de la escuela, estoy hablando de la secundaria, de la primaria, del jardín de infantes, no hay un sólo privado. Entonces, si me está escuchando un economista austríaco le digo: no. Uno que no lo puede pagar y el otro que no lo quiere vender ¿Y por qué no lo quiere vender? Porque no da suficiente rentabilidad, ganancia, beneficio, para que valga la pena hacer la inversión. No me quejo de eso pero, si alguien abre un comercio, abre un kiosco, abre una zapatería, pone una plata esperando que eso le dé, por lo menos, para recuperar la inversión en algún tiempo y, después, para tener un ingreso adicional por sobre los costos que tiene. Bueno, ese es el criterio de funcionamiento de una empresa y eso no pasa.
Me decía el intendente de Salliqueló que no hay escuela privada, no hay hospital privado, que no fue la Suizo Argentina, ni Los Arcos, ni OSDE, ni Swiss Medical. Y nadie se lo prohibió, libertad tienen. Y van a otro lado, quizá uno va a Nordelta y hay una clínica privada, tres colegios y una universidad ¿Por qué? Porque ahí hay negocio. No me estoy quejando, planteo cuál es la realidad de nuestra provincia de Buenos Aires.
Si todo va por privado, no es que eso no va a funcionar y punto, no existe. El problema es que va a abastecer y va a asistir a un sector minúsculo, chiquitito, al sector que puede pagar. Y aún si hay uno o dos que pueden pagar no alcanza, entonces tiene que venir, tiene que haber mucho más, entonces va a localizarse. Esto de la desigualdad, es una desigualdad económica, pero también una concentración cada vez más grande. Si dejamos que el mercado arregle todo, solucione todo, va a dirigirse, como abejas a la miel, donde está el poder adquisitivo, donde está el dinero y ahí va a haber muchas cosas re lindas…
Pero ¿qué hacemos con todo el resto? ¿Qué hacemos con el que no puede pagar 500.000, 300.000, 400.000 pesos una escritura, hace diez, veinte o treinta años? ¿Qué hacemos? Yo le digo qué hacemos nosotros, desde el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, ponemos la Escribanía General de la Provincia de Buenos Aires al servicio de necesidades reales, efectivas, importantes que el mercado no soluciona. Y ahí está el Estado, un Estado que, gratuitamente, ya ha gestionado 100.000 escrituras en la provincia de Buenos Aires.
Porque ahí está esa discusión, por eso a veces hay que bajarla a tierra. Está bárbaro ese modelo, el problema es que no anda o, para ser más precisos, discrimina y deja afuera a un sector muy vasto, a la mayoría. Así estamos, porque ya hay desigualdad y el mercado, donde hay desigualdad, busca su negocio y perpetúa, profundiza y radicaliza esa desigualdad. Entonces, el que estaba afuera se queda más afuera.
Así que hoy nos hemos dedicado a refutar esa teoría austríaca. Hoy, porque vinimos, también, a recorrer 145 viviendas qué está haciendo el Gobierno provincial en conjunto con este gran intendente, para familias que no pueden acceder a la casa propia y que tienen el derecho. Por eso, después la discusión se vuelve medio filosófica, si donde hay una necesidad hay un derecho o no hay un derecho. Porque si reconocemos que hay un derecho, entonces hay que cumplirlo. Y aquel que piensa que todo tiene que ser negocio o sólo donde hay negocio se van a cumplir las necesidades, cómo va a reconocer que es un derecho.
Y nos dicen que no es un derecho porque no se cumple el derecho. Porque dice la Constitución que se puede tener un trabajo digno, una vivienda digna y, sin embargo, muchos no la tienen. Entonces qué pasa, como no se cumple no era un derecho. Que no se cumpla el derecho —que no lo voy a discutir porque hay muchos derechos que no se cumplen— no quiere decir que no sea una necesidad, o que no sea un derecho, quiere decir que nos falta mucho y que tenemos que seguir trabajando para que los derechos se cumplan a lo largo y a lo ancho de toda la provincia de Buenos Aires.
No es que no es un derecho, es que tenemos una deuda. Cuando hay una necesidad, surge un derecho, y si ese derecho no se cumple, hay una deuda, y no solo de la dirigencia política y del Estado, de la sociedad que con solidaridad piensa que bueno, que el otro merece tener. Porque a veces es algo tan básico como la salud, la educación, la alimentación.
Entonces ¿qué vamos a hacer, dejar que se sigan concentrando? No. Hoy hemos recorrido viviendas que están muy avanzadas, hemos hablado con la empresa. Por eso digo que hay una cuestión teórica, conceptual, de escuelas económicas y todo eso allá, perfecto. Pero después está la realidad y la práctica, y la realidad y la práctica es que han parado la obra pública del Gobierno nacional en toda la Argentina. Han parado miles y miles de viviendas. Han detenido las obras, como vimos aquí, pero hoy estamos avanzando nuevamente con la reactivación y la aceleración de la obra de la circunvalación y el puente pendiente. Estas obras se habían ralentizado debido a una devaluación sin precedentes en la historia. Así que, estés haciendo una ruta, estés haciendo una vivienda, o estés haciéndote un baño, o estés arreglando la cocina, después de la devaluación que hubo, no había precio, no había materia prima, no había abastecimiento, se complicó muchísimo.
Pero bueno, estuvimos viendo y pronto van a estar de nuevo las máquinas trabajando en esas obras y en todas. Porque por supuesto que es difícil en esta situación de incertidumbre, donde no sabemos con qué contamos, cómo va a seguir la historia, todo es muy incierto, no sabemos cuánto va a estar la boleta de luz todavía, el gas, no sabemos nada, entonces es muy complicado. Pero en ese marco, creo que se puede discutir, se puede hablar de economistas, de teoría, se puede hablar de muchísimas cosas, pero nuestra obligación y nuestro compromiso más que hablar, lo dijimos siempre, es hacer y estar presentes.
Hoy vinimos a recorrer las viviendas en las que estaban trabajando. Miren el contraste, pararon todo acá en Bahía y en toda la provincia de Buenos Aires, cuando nos dicen por los micrófonos y nos amenazan con que nos quieren fundir, como si fuera por un enojo con el gobernador porque no es de su signo político. No es por ahí, cuando paran una obra no es al gobernador, es a la comunidad, es al pueblo, a cada uno de los pueblos de la provincia de Buenos Aires. Ese es el problema que estamos teniendo, porque el Gobierno nacional nos saca la plata para el sueldo de los y las docentes y tampoco es al gobernador, es a los maestros y las maestras de la provincia de Buenos Aires y de todas las provincias argentinas.
Sacan los remedios para el cáncer, y entonces qué tenemos que hacer nosotros. Son cosas que había. Entonces, uno tenía un presupuesto, una planificación y, de repente, no sabemos si por una cosa vengativa, por un enojo o por una teoría que nunca funcionó en ningún lado, sacan, quitan. ¿Y entonces, qué hace el Gobierno de la provincia de Buenos Aires? Y, trata de sustituirlo, si se puede de complementarlo, no siempre se puede, pero estamos presente, siempre acompañando, siempre al lado del pueblo.
Por eso también, hoy trajimos para Bahía tres ambulancias de máxima complejidad. Son para la municipalidad.Cada una de esas ambulancias es de última generación. Por eso, hoy, deben salir, más o menos, 200 millones de pesos cada una. Son equipamiento tecnológico, pero en el interior de la provincia de Buenos Aires a veces la ambulancia es la diferencia entre la vida y la muerte, por las distancias, la situación. Una fue para el Penna, dos más para la Municipalidad. Así que esas tres ambulancias que había pedido Federico hoy las pudimos traer, ahí las tienen para dar una mano desde la Provincia.
También hemos estado con nuestra ministra de Ambiente. Yo no sé, si hay otra ministra o ministro de Ambiente hoy en alguna otra provincia, porque no lo sé, pero para nosotros es muy importante. Y acá hemos visto cómo hubo, hace poquito, varios derrames de combustible, de petróleo, de hidrocarburos, ahí tienen al mercado. Son empresas privadas. Allá está Rodrigo Aristimuño, en Punta Alta, con quien también estuvimos viendo que el tema ambiental es fundamental. Porque se manejan grandes cantidades. Nosotros somos una provincia petrolera, manejamos grandes cantidades de hidrocarburos, pero bueno, si hay un derrame, si hay un accidente, si hay un problema, la empresa se va y vende igual, y lo que nos dejan es la mancha, y nos dejan el problema con la fauna, nos dejan el problema ambiental a nosotros que después lo tenemos que remediar, tenemos que responder, y después la gente que vive, que existe, que es de nuestra provincia, que tal vez no tiene ni una empresa petrolera ni una embarcación, le dejan el fluido. Así que es muy importante, y eso de nuevo es el Estado.
Lo escuchaba decir al que es ahora presidente, que si hay contaminación hay que resolverlo a través de cuestiones de mercado. Entonces, a la persona que le contaminan tiene que ir a comprar y a vender no sé qué con el que contamina, ponerle un precio y entonces en el mercado resolverlo. Eso no se vió en ningún lado del mundo, eso no funcionó en ningún lado del mundo, que sea una cuestión entre privados, por la desigualdad, por la correlación de fuerza. El pescador que está ahí y están contaminando, observa que contaminan, ¿qué posibilidad tiene? ¿Que va a ir a parar el barco? ¿Va a salir nadando? ¿Va a ir a buscar a la empresa, cuya sede está no sé dónde? Bueno, son cosas complicadas.
Yo les voy a decir cuál es la respuesta de eso, un Estado presente que controle, regule y cobre multas, como vamos a hacer con estas empresas que las obliguen a remediar cuando tienen un problema. Porque nosotros no estamos en contra de las empresas, en todos lados del mundo hay Estado. Acá parece que quieren inventar no sé qué cosa, pero en todos lados del mundo los Estados regulan y cuidan el ambiente, para que no sea destruido, y depredado, a veces, por actividad privada, que se lleva la riqueza o hace su negocio y después cómo queda la cosa no le importa, porque mira otra cuestión. No digo que las empresas sean malas, digo que miran los pesos, entonces esto sale pesos, hacer las cosas sin que haya problemas ambientales sale más caro, y para eso tiene que haber una normativa y hay que hacerla cumplir.
Hoy también tienen acá una reserva. La reserva, además quiero agradecerle a nuestra Cámara de Diputados, de Senadores, quiero agradecerle a la diputada que impulsó esta posibilidad, junto con Fede, para cuidar y valorar el ambiente en la Reserva del Islote De La Gaviota Cangrejera; estaba la reserva pero nosotros tenemos un sistema de reservas en la provincia de Buenos Aires que tiene unos guardaparques, que cuando llegamos nosotros estaban en una situación, desde el punto de vista del equipamiento, de aquello que necesitan para trabajar, de completa indigencia, de abandono total. No tenían nada, no tenían instrumentos de trabajo, no tenían ni botas, ni equipos. Estaba totalmente abandonado.
Entonces uno dice “tengo una reserva”, pero después no invierte nada en la reserva. Alguno podrá preguntarse para qué se invierte en la reserva. Bueno, nosotros consideramos, y lo hemos puesto a consideración del pueblo de la provincia de Buenos Aires, porque es la primera vez que la provincia de Buenos Aires tiene un Ministerio de Ambiente. Fuimos a las urnas, conseguimos una reelección, así que consideramos que el ambiente le importa al pueblo de la provincia de Buenos Aires.
Así que hoy, entregando una embarcación, una lancha, junto con el Puerto. Gracias también al Puerto que nos acompaña, porque entregamos una embarcación para que puedan recorrer, algo que tiene un valor de preservación, un valor ambiental, su flora, su fauna, muy peculiar, y, también, una pequeña oficina móvil para que pueda estar en el islote. Y también, algo que a Fede le preocupa, y que veremos cuándo se puede hacer, pero que vamos a apoyar con todos los medios que tengamos, y es que se pueda convertir en un lugar turístico, porque esto genera, por supuesto, más actividad económica, más movimiento, además de apreciarlo, además de verlo, además de apropiárselo, de ponerle ahí algo importantísimo que es un sentimiento a todo esto. Generar una actividad turística más para la ciudad es más trabajo, es lo necesitamos fomentar. Hoy hemos hecho todo esto en materia ambiental.
Después, la inversión del OPISU. Nos mostraba Fede el problema de las condiciones en las que están los barrios vulnerables, los barrios populares, entonces ahí nosotros tenemos nuestro organismo, que es el OPISU, y esto se realiza con un crédito internacional. Y para los que no les gusta les quiero decir que es para el mejoramiento de estos barrios, son 10 millones de dólares, es una inversión, la más grande que tiene la provincia de Buenos Aires, es acá en Bahía, con un intendente nuevo que se preocupa por estas cuestiones, que nos lo pidió, que lo solicitó, que lo tramitó, que lo facilitó. Lo que han hecho con el SISU, con el FISU, lo que han hecho de toda esa campaña, era para decir que en los barrios populares no hay que hacer nada, que el mercado se ocupe. Y así están.
Así que tiene que haber un Estado presente, así que son importantes obras de mejoramiento en barrios populares. Muy pero muy contentos de poder hacerlo, y de anunciar estas inversiones junto con otras que ya vendrán, porque ya anunciaremos nuevas inversiones en Bahía. Es un momento difícil, no lo puedo negar, un momento donde las palabras que más suenan son ajuste, recorte, superávit, déficit cero. Resuenan estas cuestiones, se pagan millonadas y millonadas de intereses al sector financiero. Así que, creo que hay un sector al que le está yendo muy bien a pesar del ajuste, y esperan que para el resto, digamos, esa famosa frase:no hay plata”.
Bueno, en la provincia de Buenos Aires tenemos prioridades, por supuesto que hay dificultades, por supuesto que intentan dejar a las provincias sin recursos, pero en la provincia de Buenos Aires no nos podemos dar el lujo de ser indiferentes, de dar la espalda, así que para urbanizar, para hacer viviendas, para cuidar nuestras reservas, sí hay plata en la provincia de Buenos Aires, aunque sea con un esfuerzo enorme, de nuestro pueblo, de nuestra provincia, aunque sea usando el ingenio, trabajando más, militando más, tenemos que cumplir con esto porque también es nuestro mandato. Entiendan que es nuestro mandato también.
Con respecto a la cuestión de las escrituras. El programa Mi escritura, mi casa hoy va a seguir entregándolas a 384 familias que tienen que recibir su escritura. Es un día muy importante, es un día para el recuerdo porque vienen peleando por esto hace mucho tiempo. La casa es la misma, pero ese papelito permite conseguir un crédito bancario, entonces, de esa manera, se puede hacer una ampliación, o algún otro proyecto que tiene la familia. Permite, por supuesto, garantizar y certificar la propiedad sobre el inmueble, que tiene un valor importantísimo, porque en alguno de los testimonios decían “ahora sí me siento propietario”, porque claro, con esto se da una seguridad jurídica a la familia de la provincia de Buenos Aires, que la están esperando.
Después, por supuesto que la cuestión de la herencia no es menor. Es creo que lo más importante, permite que pase la casa de una generación a otra, ya que cuando no está la escritura, hay un castigo en el precio de los inmuebles. Bueno, todo eso en este acto, de manera totalmente gratuita. Juan Martín [Juan Martín Mena, ministro de Justicia] no sabía que ya, en tan poco tiempo, íbamos a asistir a tres, cuatro entregas de escrituras. Así que un trabajo formidable, continuando lo que empezó Julio Alak [ministro de Justicia de la gestión 2019-2023].
Y, después, bien de familia, porque ese es otro trámite, otra cuestión que requiere dinero y que era importante certificarla, garantizarla hoy, que es que la casa se entrega también como bien de familia. Eso la convierte en inembargable. O sea que, cada una de estas familias no sólo se convierte en propietaria plena de su casa, sino que nadie se la va a poder sacar.
Muchas gracias.