Buenos días a todos y a todas. Gracias Ignacio [Ignacio Lamothe, secretario general del CFI], gracias Claudio [Claudio Poggi, gobernador de San Luis]. [Claudio] Está empezando una campaña de reincorporación y ya cuenta con el voto de la provincia de Buenos Aires. Así que 100 por ciento de éxito por ahora, una efectividad grandísima y en un minuto. Supongo que vamos a poder reincorporar a San Luis al Consejo.
Varias reflexiones: primero, agradecerte por la organización de esta cumbre, agradecer al CFI por el trabajo que hace en conjunto con la Provincia de Buenos Aires. La verdad es que le estamos sacando un fruto, un jugo muy importante a nuestro trabajo con el CFI en diversas actividades.
En el día de ayer estuvimos, por ejemplo, en el municipio de Ezeiza, en un encuentro con pibes y pibas que terminan el secundario, quinto y sexto año, y las industrias radicadas en los parques industriales. A Ezeiza se la conoce más por el aeropuerto que por los parques industriales, pero es una potencia industrial dentro de la Provincia, y una actividad que impulsó el Municipio y acompañamos con Cristina Álvarez Rodríguez, con financiamiento del CFI también, para que se haga este encuentro donde hay estands y lo recorren, los chicos y las chicas viendo qué oportunidades tienen dentro del mundo de las empresas, del mundo productivo, que en nuestra Provincia de Buenos Aires es tan importante.
Y actividades como estas serían muy difíciles de financiar y de posibilitar sin el CFI porque a veces los mecanismos y el funcionamiento del Estado provincial resultan un poco pesados para dar respuestas tan rápidas y tan inmediatas.Y, después, trabajos que hemos hecho y que estamos haciendo con el CFI de preparación de proyectos, trabajos de todo tipo para las demás provincias que tienen una importancia muy grande.
Y esto que estamos haciendo hoy, me gusta el nombre incluso, porque a veces se habla de jornadas, congresos, y que sea una Cumbre Federal me parece muy acertado, porque estamos en un momento donde la palabra federalismo resulta una verdadera bandera y un posicionamiento para las provincias argentinas en una situación tan incómoda y tan excepcional que tenemos con el vínculo con el Gobierno nacional. Obviamente voy a hablar de la cuestión logística, pero voy a hacer algunos comentarios también de la coyuntura en punto a esta cuestión, pero en la situación general de las provincias argentinas. Lo voy a hacer al final, así que empiezo con la cuestión logística.
El resultado de esta Cumbre, el trabajo preparatorio que se viene llevando adelante, debería desembocar en —como lo llaman ustedes— una estrategia logística federal. Se viene acumulando discusión, elaboración, experiencia de las provincias argentinas en el marco del CFI, pero me decía Ignacio que esto es además un punto de partida de un trabajo a realizar en adelante que desemboque entonces en una estrategia logística federal que integre, obviamente, las necesidades y los enfoques de cada una de las provincias que participamos, pero que, al mismo tiempo, no sea simplemente un conjunto o una colección de necesidades o propuestas de cada una de las provincias argentinas. Es decir, que me parece adecuado reunirse, discutir, coordinar y articular las posturas de cada una de las provincias para llegar a una estrategia federal.
Tengo que hablar hoy de cuál es la estrategia bonaerense dentro de esa estrategia federal, el capítulo bonaerense dentro de la estrategia federal. Así que voy a hablar un poco de la provincia de Buenos Aires. Nos decía Claudio cuál es su ubicación geográfica, 800 kilómetros del Pacífico y del Atlántico, con lo cual obviamente esa equidistancia también marca los desafíos y las dificultades de tamaña extensión geográfica.
Estamos trabajando en una estrategia logística de la provincia de Buenos Aires. Voy a hablar un poco de eso en general y en lo que se está trabajando desde los distintos ministerios. Se ha formado un grupo, una mesa donde participa la Jefatura de Asesores, el Ministerio de Gobierno, el Ministerio de Producción de la provincia de Buenos Aires, que acá están, Carlos Bianco, además de Cristina Álvarez Rodríguez; está Augusto Costa del Ministerio de Producción, pero también está Javier Rodríguez del Ministerio de Desarrollo Agrario de la provincia de Buenos Aires.
También está involucrado dentro de la elaboración el Ministerio de Infraestructura, con Gabriel Katopodis; el de Transporte, con Jorge Donofrio; el de Ambiente con Daniela Vilar; el de Economía con Pablo López y la Dirección Provincial de Vialidad, que es parte del Ministerio de Infraestructura. Es decir, que nosotros también, esta es la otra clave, es federal, con capítulos provinciales, dentro de la Provincia es interministerial, una mesa donde participan todos los ministerios, prácticamente menciono a los centrales en esto, así que también es multidisciplinaria. Federal-provincial y, al mismo tiempo, interministerial-multidisciplinaria. ¿Esto qué indica? Que la cuestión de la logística no es simplemente un aspecto, un enfoque y una mirada que resuelva la cuestión en sí misma, sino que requiere una perspectiva mucho más amplia que aborde diferentes problemáticas.
Hoy tenemos industria y agro de la provincia de Buenos Aires, pero también obra pública, por supuesto vialidad, pero temas tan, en apariencia, distantes como la cuestión ambiental. Y digo todo esto porque el problema de la logística, el abordaje de la cuestión de la logística, si bien es una perspectiva o es una mirada particular y tiene un desarrollo propio en sí, obviamente no tiene ningún sentido plantearse la cuestión logística desvinculada de cuál es la matriz productiva de la Provincia, cuál es su desarrollo urbanístico, cuáles son sus desafíos turísticos, por ejemplo. La logística involucra todo esto, no son simplemente rutas, ferrocarriles, puertos, sino para qué tenemos una ruta, qué hacemos y transportamos con el ferrocarril, y cuál es la actividad de cada uno de los puertos.
Es decir que la logística viene a ser una expresión emergente de un enfoque más general con respecto a lo que esperamos de nuestra provincia en adelante. Lo digo así porque, cuando hablamos de una estrategia estamos hablando de una planificación. Cuando hablamos de planificación estamos hablando de, por supuesto corto, pero también mediano y largo plazo. Para saber qué rutas y qué caminos rurales necesitamos y, en el otro extremo, qué puertos, autopistas y redes ferroviarias necesitamos, tenemos que ponernos a pensar qué provincia queremos, de qué va a vivir, qué vamos a hacer en la Provincia de Buenos Aires.
Y este es un Gobierno, el Gobierno de la provincia de Buenos Aires, que cree fervorosamente y decididamente en la planificación del desarrollo, donde la logística juega un papel importante. Tal vez para algunos estoy diciendo trivialidades, pero créanme que estoy dando una de las discusiones políticas más importantes que se están desenvolviendo en el país hoy.
Por supuesto que si uno mira las redes sociales, la coyuntura, las discusiones, incluso la tapa de los diarios, ve que no se habla ni de federalismo, ni de planificación del desarrollo y menos todavía de la logística. Entonces, uno dirá que la agenda pública habla de los temas importantes y nosotros acá en este auditorio nos dedicamos a otros temas que no tienen la importancia de lo que se discute hoy en la prensa, en la política, o acaso y tal vez, en el Parlamento Nacional.
Y, sin embargo, yo creo que lo importante está acá. Y que lo que está en debate, en discusión, y digamos en disputa, es esto: lo que hay que discutir y lo que estamos discutiendo hoy. Esto es lo importante. Por supuesto que los temas del día, el diario del día, la primera plana de un diario, las redes sociales, discuten muchísimas cosas, pero sobre lo que nos tenemos que poner realmente de acuerdo es sobre esto, para pensar qué país queremos. Qué provincia queremos, qué país queremos, y cómo queremos que se organice y cómo queremos que se desenvuelva la vida cotidiana de millones de argentinos, argentinas y bonaerenses. Con esto vamos a traer alguna solución, no con un insulto o con una agresión en las redes sociales, sino [viendo] si podemos ponernos de acuerdo con respecto a cómo vamos a transportar la mercadería, los bienes que produzcamos y, antes que eso, qué vamos a producir, de qué vamos a vivir.
Entonces, a mí me da la impresión, puesto así, que hoy hay más bien un debate que circula en la coyuntura en torno a cuestiones que distraen sobre los problemas importantes que deberíamos estar tratando y discutiendo.
Por eso celebro que tengamos una Cumbre Federal sobre la cuestión de la logística. Creo que hay que ponerle mucha energía, mucha cabeza y mucha prioridad a una discusión como esta, porque lo logístico después articula muchísimas cuestiones más que tienen que ver con el modelo del país que queremos, que es lo que en realidad se está disputando mientras se discute otra cosa.
La provincia de Buenos Aires está generando y está trabajando en el capítulo bonaerense o la estrategia logística para la provincia de Buenos Aires, que pretendemos que esté enmarcada dentro de una estrategia federal. Es decir, no vamos a presentar el capítulo bonaerense como si no existiera el país. Y entonces tenemos nuestro problema a tratar que, obviamente, por la envergadura de la provincia de Buenos Aires, por la envergadura poblacional, demográfica, urbana, logística y productiva, tiene un peso en sí, pero que queremos que no se agote la estrategia de la Provincia de Buenos Aires en las necesidades de la provincia de Buenos Aires.
Lo explico para que quede más claro qué quiero decir: nosotros tenemos una red de puertos de muchísima envergadura en la provincia de Buenos Aires, donde tenemos carga y descarga de mercaderías que se producen en la provincia, por supuesto, pero en el resto del país también. Sería miope, torpe y mentiroso pensar que podemos resolver la cuestión logística de la Provincia sin consultar, sin acaso ponernos de acuerdo —o tal vez en algunos puntos discutir—, pero sobre todo articular con las demás provincias argentinas. Sería necio y tonto.
Ninguna provincia se salva sola, pero sí es probable que si cada una se ocupa de sus propios problemas y sólo se mira su ombligo, no es que se salve, sino que se hunda. Entonces, creo que hay que tener una mirada federal y que es importante procedimental y metodológicamente que los capítulos que desarrolla cada una de las provincias estén enmarcados dentro de una mirada federal que tenga en cuenta las necesidades y también los planes de las demás provincias argentinas.
Lo que estoy diciendo —que también parece una verdad de perogrullo y sin embargo es fuertemente polémico en la discusión nacional— es que tenemos un país federal donde ninguna provincia se salva sola, pero, además, el conjunto de las provincias no se puede salvar si el Gobierno nacional no se hace cargo de nada. O sea que acá las provincias argentinas tenemos que trabajar en conjunto con el Gobierno nacional.
Así que hoy, teniendo un Gobierno nacional que se desentiende de las responsabilidades propias de un gobierno federal, la verdad es que nos pone en varias dificultades presentes, pero también futuras. Nosotros no queremos —aunque a veces parece que es la única solución posible— ocuparnos de los problemas de la provincia de Buenos Aires como si no hubiera Gobierno nacional. No queremos resignarnos, me parece que es un camino equivocado, aunque en la práctica no podemos contar en nada.
A modo de ilustración de lo que estoy diciendo —para que no parezca ni una provocación, ni una visión extrema— comento: cuando tuvimos un tornado en Bahía Blanca, vinieron varias autoridades nacionales y dijeron que nos arregláramos con lo que teníamos. O sea, una emergencia, una emergencia climática, donde ya había un problema porque tenemos un Gobierno nacional que niega el cambio climático. Niega el cambio climático contra importantes tratados con jerarquía constitucional que firmó nuestro país, que reconocen el cambio climático y agendas vinculadas al cambio climático y diferentes tipos de derechos. Tienen jerarquía constitucional los acuerdos internacionales en la Argentina. Los desconocen y actúan a contramano, un lío. Estamos en un lío.
Y efectivamente pasó así. En la catástrofe climática que afectó a buena parte de la Provincia, nos tuvimos que arreglar con lo que teníamos. Y sufrir lo que no teníamos. Pero no nos podemos acostumbrar a esto, no lo podemos naturalizar, no está bien. El Gobierno nacional tiene obligaciones, no es optativo. Tiene incumbencias, pero tiene también obligaciones con respecto a las provincias. Esto de que la salud, la educación, la infraestructura, no son problemas del Gobierno nacional es algo que va en contra de nuestras leyes, de nuestra Constitución, de tratados internacionales. No es así. Así que nosotros nos arreglamos con lo que tenemos porque nos abandonaron.
Pero no nos resignamos ni tomamos esto como un hecho natural y que está bien porque es el pensamiento del presidente o de sus ministros. No es así, incumplen leyes. Así que quiero decirlo claramente: nosotros reclamamos que el Gobierno nacional se haga cargo de lo que le corresponde. Lo reclamamos desde la Provincia. No es que creemos que está muy bien y que hagan lo que quieran. Y si no les gusta, o no les importa, o piensan otra cosa, que se borren y se dediquen a lo que se dedican. Porque no quiero ser despectivo, no quiero responder una chicana con otra o una agresión con otra. Quiero decir el problema real que tenemos en la Provincia.
Vuelvo a la cuestión logística y a algunos hechos que tienen que ver con la situación de la Provincia, y cuáles son los desafíos que enfrentamos,y que queremos reflejar en nuestra estrategia, pero que necesitamos que se asuman como cuestiones de interés federal del resto de las provincias que no son la nuestra. Que nuestra estrategia no sea contraria, sino que haga sinergia y contribuya a la estrategia de San Luis, a la estrategia de todas las provincias argentinas. No pretendemos cortarnos solos en esto ni en nada. Necesitamos contar con un país, para algo las provincias cuando estaban divididas formaron una Confederación, y luego determinaron un Gobierno nacional con recursos, por supuesto que con derechos, pero también con obligaciones. Esto es lo que está en cuestión hoy, me parece. Importantes, centrales e históricas cuestiones que están en discusión o que están en debate o que están en disputa. Y, sin embargo, no aparecen en la prensa y no aparecen en los debates públicos, pero que están en disputa.
La provincia de Buenos Aires concentra el 36 por ciento del PBI nacional. Concentra el 50 por ciento de la producción industrial argentina. En términos industriales, somos medio país. 41 por ciento de la producción agropecuaria de la Argentina se desenvuelve y desarrolla en la provincia de Buenos Aires. Tenemos 27 puertos comerciales en la provincia de Buenos Aires. Movilizamos 39 por ciento de la carga de contenedores del país, que no van todos a la provincia de Buenos Aires, buena parte va a las restantes provincias y una parte también va a la Ciudad de Buenos Aires, que no es una provincia pero, sin embargo, tiene un peso importante, sobre todo en materia, más que productiva, comercial.
Nuestros puertos tienen importantes polos de producción y desarrollo que afectan, por supuesto, a su entorno, a su hinterland, a las comunidades, pero también a las restantes provincias argentinas. Nosotros no podemos pensar nuestra logística divorciada, separada, autónoma y aislada del resto del país. Y no la vamos a pensar así. Necesitamos tener en consideración las necesidades y los planes de las demás provincias. Y necesitaríamos que se involucre el Gobierno nacional —aunque sospechamos que no va a pasar— en la discusión de la logística argentina, pues tiene un papel.
Explico cuál: hay normativa nacional que afecta al movimiento de carga de mercadería, a las cuestiones aduaneras, a la zona franca, que no podemos resolver las provincias solas y que afecta a nuestra planificación —y cuando digo “nuestra planificación”, parece un hecho de gobierno— a nuestro futuro —y cuando digo “nuestro futuro” no es de los gobiernos, en 4, 3 años, habrá otro gobierno sino del pueblo de la provincia de Buenos Aires—. La ausencia del Gobierno nacional no es que me afecte a mí y a nuestra planificación y al capítulo y a nuestra estrategia, sino que su deserción afecta el futuro y el desarrollo del pueblo de la provincia de Buenos Aires, de nuestras empresas, de nuestras ciudades, de nuestra infraestructura. Todo eso.
La ausencia del Gobierno nacional es ruidosa: su silencio mete un ruido atronador. Necesitamos que esté acá el Gobierno nacional. Su ausencia no es que nos saca una carga o nos da más autonomía y libertad. No hay libertad. No hay libertad para las provincias. Es un riesgo de disolución nacional. Y a veces pareciera que todo esto se resuelve si cada provincia trabaja sola, en el extremo, en sus condiciones financieras, con su banca pública, con su circulación monetaria, con su reglamentación, con su desarrollo industrial, con su sistema de crédito. Pero no se puede, somos un país. No nos vamos a someter a este programa de disolución nacional.
Que tengamos el Gobierno [nacional] probablemente más unitario y centralista de la historia de la Argentina, no implica que nosotros podamos convivir como país sin un Gobierno nacional que se haga cargo de sus responsabilidades. Y creo que eso está y aparece en cada uno de los temas y en cada una de las conversaciones. ¿Qué hemos hecho las provincias? Y bueno, profundizar la cooperación bilateral o regional, pero es una rueda de auxilio. Ya hemos decidido cómo nos organizamos. Tenemos un país, pero es un país federal. No es un conjunto y una colección de provincias, siquiera regiones, que se arreglan solas. Es un país y en el terreno de la planificación, del desarrollo y de la logística tenemos que actuar como país. Por eso saludo esta iniciativa de pensarnos como país. País federal, pero país.
La provincia de Buenos Aires tiene en el puerto de Bahía Blanca su polo petroquímico; en San Nicolás, el principal puerto de fertilizantes del país, para hablar del vínculo con el exterior; en Dock Sud, el principal puerto de contenedores de la provincia, con una importancia central para toda la Argentina. En La Plata y en Dock Sud tenemos la refinería más importante de la Argentina, donde refinamos hidrocarburos que se producen en otras provincias argentinas. Así que estamos necesariamente conectados. En Quequén tenemos el principal puerto de aguas profundas, granelero de la provincia y de la Argentina; en Mar del Plata tenemos también el pueblo pesquero más importante del país. Los recursos pesqueros también hay que coordinarlos con otras provincias argentinas, por el mar argentino, que es jurisdicción nacional.
Así que todas estas problemáticas son las que aparecen en nuestro plan, en nuestra estrategia logística. Hemos señalado varias cadenas de valor, varias cadenas logísticas, como las prioritarias: la del cemento, la de la carne bovina, la de la leche, la automotriz, la de fideos, cebada, cebolla, refinación de petróleo, maíz, polietileno, siderurgia, langostinos, industria naval, papa, para poner algunos puntos en donde estamos trabajando con la logística, específicamente, en el plan provincial.
Pero por el posicionamiento geográfico de la Argentina, nuestra ruta, nuestros ferrocarriles, nuestros puertos, nos convierten en un nodo logístico nacional. Nosotros tenemos y formamos parte del corredor bioceánico central de la Ruta 7, del corredor sur con la Ruta 3 y la Ruta 22, que nos une con Chile, con Brasil y con Uruguay. Es decir que tenemos un posicionamiento geográfico-estratégico, pero que necesitamos desarrollar y potenciar en favor y en beneficio de la provincia y del país, de la Argentina. Eso es lo que venimos a poner a disposición de la estrategia federal.
El 55 por ciento de las cargas transportadas por vía terrestre pasan por rutas que están en el territorio de la provincia de Buenos Aires. Necesitamos desarrollar nuestros puertos, pero también nuestros corredores viales;necesitamos volver a desarrollar nuestra red ferroviaria, y para [todo] eso necesitamos también al Gobierno nacional.
Nos oponemos terminantemente a la reprivatización del sistema ferroviario argentino. Error garrafal que ya cometió el país y todavía tenemos pueblos fantasmas, por culpa del “ramal que para, ramal que cierra”, que se aplicó en los 90. En un revival decrépito y absurdo de los 90, admiran esas políticas que llevaron a la ruina a sectores productivos y regiones geográficas enteras, con una mirada que no pensó en el interior argentino y en las provincias argentinas.
¿Qué desafíos tenemos? Voy a mencionar solamente algunos en los que estamos trabajando para poner dentro de un marco federal. Voy a empezar por uno que es central en nuestra estrategia, que es urgente para el país y que necesitamos explicar que no es un problema de la provincia de Buenos Aires. Aunque buena parte de su desarrollo esté cerca de las costas de la provincia de Buenos Aires, que es también la que más litoral atlántico tiene de la Argentina.
Hay un proyecto estratégico que tiene la potencialidad de modificar la logística a nivel nacional, de darnos más soberanía y de ponernos como país en otras condiciones geopolíticas. Tiene un nombre que ya hemos logrado que esté en boca de varios, pero necesitamos que sea parte de una necesidad que compartamos con las demás provincias argentinas, porque le va a cambiar su potencialidad a todas las provincias del país. Es un proyecto que tiene un nombre que ya se conoce, pero insuficientemente, porque las consecuencias de llevar adelante este proyecto le van a cambiar la ubicación en el mundo a la Argentina.
Ese proyecto fundamental, que tenemos previsto llevar adelante a capa y espada, aunque se oponga el que se oponga, se llama Canal Magdalena. El Canal Magdalena es un cambio que va a afectar a todas las provincias argentinas, por eso es importante desarrollarlo con una mirada federal. Como ustedes saben, el Canal Magdalena permite, no darle una salida a los puertos bonaerenses, sino algo que es básico y que es una deuda que tenemos hace más de 100 años: unir nuestras vías fluviales, nuestro litoral fluvial con el litoral marítimo.
Pasa algo que no todos conocen, pero para que un barco vaya desde el océano Atlántico a un puerto argentino —sea en la provincia de Buenos Aires o alguna provincia patagónica— y llegue a los puertos del río Paraná, tiene que pasar por un país extranjero y necesita autorizaciones de puertos y autoridades extranjeras. Uno mira la República Argentina y tenemos nuestros ríos y nuestro acceso al océano. Para pasar de los ríos al océano hay que pedirle autorización a un país extranjero. No es un problema con el país extranjero en cuestión, es un problema de soberanía argentina. Ya, inmediatamente, hay que unir los ríos con el océano y eso es algo que hace el Canal Magdalena. Luego tenemos que reconfigurar completamente nuestra red vial provincial con una visión integral y federal.
Cuando digo esto, se me cae un lagrimón, porque hoy tenemos parada toda la obra pública que afecta a las rutas nacionales en la provincia de Buenos Aires. Toda. Parte de esa obra pública era para convertir en autopistas a rutas nacionales importantísimas, que son la columna vertebral de la logística argentina, estaban en un elevado nivel de ejecución y avance, ahora están paradas. Algunas de ellas tenían financiamiento internacional, lo cual demuestra y denuncia que no tienen absolutamente nada que ver con la cuestión del déficit fiscal del Gobierno nacional. Nada que ver,[y están] paradas. Tenemos hoy obras abandonadas, obradores vacíos y a los pueblos de la provincia de Buenos Aires y de todo el interior de la Argentina, mirando cómo se les escapan los sueños.
Por eso, cuando nos planteamos reconfigurar nuestra red provincial vial, lo que necesitamos, por una cuestión jurisdiccional, es que el Gobierno nacional inmediatamente —sin más dilaciones ni excusas— se ponga a trabajar en las rutas nacionales que ya están quedando en ruinas. Necesitamos que terminen las obras. No es una cuestión de cada provincia acordar con el Gobierno nacional, firmar un acuerdo. Tienen que terminar las obras comprometidas, las tienen que terminar en todas las provincias argentinas.
No vamos a ser cómplices de ese abandono y en eso estamos trabajando. Y vamos a hablar hoy de lo que queremos hacer para adelante cuando nos están llevando para atrás. Así que es importantísimo y forma parte de las cuestiones estratégicas y de los desafíos que tiene el plan de la Provincia de Buenos Aires.
Necesitamos también trabajar con la conectividad de parte de nuestro territorio provincial, que la ha perdido. Recorriendo la provincia de Buenos Aires vemos cómo estamos convirtiendo en museos nuestra infraestructura ferroviaria. Nos hemos acostumbrado a convertir nuestra infraestructura ferroviaria en museos. Ya cansados de esperar que haya una política ferroviaria nacional.
Creo que no hay que resignarse. Cuando hablemos de la logística, es clarísimo, obvio, que un país con las distancias que tiene la Argentina, tiene que contar con una red ferroviaria moderna y que no puede ser una cuestión provincial. De ninguna manera se me puede ocurrir a mí hacer ferrocarriles que terminen su recorrido en la frontera de la Provincia. Es nacional por naturaleza. Así que el Gobierno nacional, si piensa que no tiene nada que ver con los trenes, está tremendamente equivocado; que no tiene nada que ver con la logística, que es un problema provincial, está tremendamente equivocado. No podemos dejar de reclamar lo que le corresponde a las provincias argentinas y le corresponde una mirada estratégica del Gobierno nacional con la red ferroviaria argentina. Necesitamos, no que la privaticen, sino que inviertan más en beneficio de las provincias. Esa es la lucha que tenemos a futuro.
Luego, por supuesto, necesitamos que el acceso a los puertos bonaerenses sea más fluido. Estamos trabajando con la Ruta Provincial 6, pero también para que se termine la Autopista Presidente Perón, que es una ruta a la que le faltan pocos kilómetros. Obra nacional parada por la administración actual. Se tiene que terminar esa obra. Va a permitir conectar el norte de la provincia con el sur de la provincia, no para beneficio sola y exclusivamente de la provincia de Buenos Aires, sino para toda la carga. Porque aliviando los costos de la logística, generamos competitividad y productividad en la economía argentina. Y tiene que ser un trabajo que se haga en conjunto entre todas las provincias. Es un trabajo por naturaleza federal y nacional. Y, por último, [necesitamos] digitalizar completamente los procesos del comercio exterior.
Digo, simplemente, algunos problemas estratégicos y desafíos que tenemos que poner en conjunto, que tenemos que poner en común, que incluyen al proyecto del Canal Magdalena, a la Ruta Nacional 7, a la Ruta Nacional 3, a la Ruta Nacional 8, hoy obras paradas, a los accesos viales al puerto de La Plata, a completar la Autopista Presidente Perón, a retomar el proyecto del ferrocarril norpatagónico y, por supuesto, a recuperar la infraestructura ferroviaria nacional y provincial, para que de esta manera tengamos una logística integral que permita pensar en el desarrollo de la Provincia y de la Argentina.
Por eso, y para terminar, la provincia de Buenos Aires se compromete a trabajar en su propia estrategia logística de mediano y largo plazo, pero se compromete a hacerlo con una mirada generosa, con una mirada abierta, con una mirada que tenga en cuenta las necesidades de las demás provincias. En fin, con una mirada que no sea exclusivamente provincial, sino que sea federal, que tenga en cuenta las necesidades de la provincia de Buenos Aires, de las demás provincias y, sobre todo, que forme parte de una estrategia de desarrollo nacional que genere una posibilidad y una potencialidad de un desarrollo argentino que traiga bienestar para todas las provincias y para todos los pueblos de la Argentina.
Muchísimas gracias.