Los sobrevivientes Alicia Trinidad Minni y Hugo Marini aportaron sus testimonios y continuará en la audiencia de la semana que viene ya que jueza tuvo que suspender la jornada.
En este tercer tramo del juicio- los dos primeros fueron parte de lo que se conoce como Circuito Camps- en el que la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia es querellante, los represores acusados de perpetrar delitos de lesa humanidad sobre más de 112 víctimas, son José Ignacio Saravia Day, Jorge Antonio Bergés y Pedro Raúl Muñoz.
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1 de La Plata, integrado por Karina Yabor, Ricardo Basílico y Andrés Basso avanzó con la etapa testimonial del juicio que investiga los hechos de lesa humanidad perpetrados en la Comisaría 5°, que funcionó como centro clandestino de detención durante la última dictadura cívico militar.
En este día 17 prestó su testimonio de modo presencial la sobreviviente Alicia Trinidad Minni, militante desde 1973 del frente barrial de la Juventud Peronista, quien fue secuestrada en la mañana del 20 de diciembre de 1976 cuando estaba en su casa del barrio Gambier, ubicado al sudoeste del casco urbano de la ciudad de La Plata, en la localidad de San Carlos.
Alicia tenía entonces 30 años y había dejado de militar ya hacía un tiempo por cuestiones de salud, y el día de su secuestro estaba con sus hijos de diez y once. Permaneció detenida ilegalmente por más de tres meses y fue llevada a distintos centros clandestinos de detención (CCD), entre ellos el que funcionó en la comisaría 5ta de La Plata. Fue liberada el 30 de marzo de 1977.
“Ese día estaba planchando, a partir de ese momento no planché nunca más en mi vida, ingresaron por la puerta de atrás a mi casa, por un pasillo del costado. Pregunto cuál era la causa de que ingresaran, y me dicen que era de rutina. Ahí mis chicos empiezan a llorar. Me llevan a la habitación, abren la ventana, me hacen cerrar los ojos, deben haber habido dos personas, cosa que mi hijos me dicen después que sí, que había un hombre y una mujer, y luego yo saco la cuenta que era el ingeniero García Cano y Malena Mainer. Yo no los vi. Cierran la venta y me dicen que me tengo que cambiar. Pregunto por mis hijos y me dicen que los iban a llevar a la casa de los abuelos. Entonces le digo que no, que los dejen en la casa de un vecino para que los lleven ellos, porque ya en la calle se estaba hablando de los secuestros y las desapariciones. Me dicen que si, pero fue mentira, porque los abandonaron en la calle. En un momento ellos dejan un arma en la mesa y yo la agarro, y a partir de ese momento empiezan a golpearme y me sacan con la boca toda lastimada y toda golpeada”, relató Alicia sobre el momento de su secuestro.
Luego los vecinos le contaron que cuando se la llevaron sus hijos salieron corriendo detrás del auto que la llevaba secuestrada. Luego un vecino llevó los niños a la casa de sus abuelos maternos y le avisó a su esposo.
Uno de los lugares que estuvo nunca pudo identificar pero luego la llevaron a otro que identificó como Arana, ya que en su momento hizo un dibujo que coincidía con ese CCDTyE.
“Arana fue el infierno. Todo lo que veamos que puede ser el infierno, en pinturas y demás, bueno, eso fue Arana para nosotros. Porque para llevarnos al lugar de tortura tenías que caminar sobre cuerpos en el piso todos torturados, que gritaban y lloraban. Ahí me atan en un elástico, de mis pies y manos, me golpean y empiezan a darme picana”.
Luego de eso fue traslada a lo que luego identificó por los ruidos como el campanario, que era la Comisaría 5°, hasta el 27 de enero de 1977. En ese lugar recordó alguno de los nombres que pudo de retener de las mujeres con las que compartió cautiverio, entre las cuales están Mónica Santucho, de 14 años; Elsa Cícero; Lidia Inés Amigo Leston; Elba Videla de Medrano; Silvia Muñoz Barreiro; Francisco Pacífico, entre muchas otras.
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En segundo lugar testimonió también de modo presencial el sobreviviente Hugo Pablo Marini, quien era “allegado activo” a la militancia de la JUP y fue secuestrado el 11 de enero de 1977 en la casa de sus padres en la localidad de Chacabuco.
“El día previo tuvimos una desgracia familiar, entonces en casa estábamos prácticamente sin descansar. Estábamos profundamente dormidos y alrededor de las 4 de la mañana aparece grupo de tarea vestidos de civil patea la puerta, ingresan y bueno el primero que enfrentan es a mi papá, y dicen: buscamos a Hugo Marini. Soy yo Hugo Marín. Entonces le pega una trompada y el otro le pega un linternazo y bueno, obviamente le digo: no, me buscan a mí, déjenlo. Y lo empujaron, lo tiraron contra la pared a él, a mi hermano y mi mamá, y a mi hija. Bueno, ahí me tiran al suelo me pegan patadas me pisan en la espalda”, recordó Hugo muy conmovido e hizo una pausa. “A veces cuesta arrancar”, dijo antes de proseguir.
Ese día fue llevado a la brigada de San Nicolás, donde fue golpeado e interrogado. Luego fue trasladado al Destacamento de Arana, donde fue torturado en distintas oportunidades, atado con alambres y picaneado. Y luego continuó privado de la libertad en la Comisaría 5°, donde permaneció desde los primeros días de febrero hasta el 30 de marzo de 1977.
“Eso era un infierno”, dijo sobre su llegada a Arana. “Me pusieron en una celda chica, con un camastro de cemento, donde había un muchacho que según me dijo era funcionario de la policía de Gonnet, de la subcomisaria de Gonnet, el nombre me lo olvidé pero me parece por testimonios que pude leer que era de apellido Ramírez, que creo están desaparecidos, él y el hermano”; y también recordó diversas personas y compañeros con quienes compartió cautiverio en ambos CCDTyE, como Miguel Cervini, Clarisa García, Luis Alberto Ciancio, Miguel Ángel Iglesias, entre muchos otros.
Finalmente, la jueza Yabor debió suspender la audiencia luego de un cuarto intermedio por lo cual Hugo continuará prestando testimonio en la próxima audiencia antes de fin de año.