Buenas tardes.
Gracias primero, Maxi [Maximiliano Suescún, intendente local], por invitarnos, a la dirigencia política de Rauch. Y, bueno, tengo varios sentimientos. Venimos de entregar escrituras, 184 escrituras de familias que las esperaban hace 10, 20, 30, 40 años Así que muy importante. Una realización, decía recién Silvina [Silvina Batakis, ministra de Hábitat y Desarrollo Urbano de la provincia de Buenos Aires], de cada familia, pero de toda la comunidad.Porque esos son dolores que afectan a toda la comunidad. Luego, [venimos de] entregar las computadoras del Conectar Igualdad Bonaerense, un programa que el año pasado entregó 168.000 computadoras a todos los pibes y las pibas de los secundarios. Este año, bueno, estamos con una situación complicada, digo situación, [pero] se llama Milei.
Nuestra decisión es seguir trabajando con estos programas de ampliación de derechos, de generación de igualdad, así que hoy estuvimos distribuyendo también 30 computadoras a pibes y pibas de las escuelas rurales, de escuelas especiales. Pibes y pibas que tienen más dificultad que otros, probablemente, para acceder a la tecnología, a los dispositivos. Por eso, a veces, cuando vienen con esos discursos de la libertad dan ganas de pedirles que recorran un poquito la provincia de Buenos Aires. Y si tienen un poco más de ganas —lo dudo— la Argentina entera; si les quedan ganas, la región entera y si les parece, el mundo. En vez de andar envenenando la cabeza con teorías que no se aplican en ningún lado, que vean que es muy difícil para muchísimas familias, a veces, lo que para otras se hace fácil porque tienen los recursos. Pero una computadora, el celular, el alquiler, los remedios, la comida, la vivienda, son temas que a veces tienen una barrera y un obstáculo para el acceso enorme.
Y yo creo que hace falta pensarlo de nuevo, porque el otro día escuchaba un poco las propuestas de la campaña electoral, no digo de un país de acá al ladito, o del tercer mundo, emergente, sino de Estados Unidos. Y qué es lo que proponía la candidata demócrata, decía “un programa de salud para los millones de norteamericanos que no pueden acceder a la salud por privado”. No sé si les suena; o sea, que no es un tema ni de la Argentina, ni del peronismo, ni del radicalismo, ni de los últimos 70 años. La desigualdad, los problemas que hay de falta de equidad, de falta de acceso, son mundiales.
Y la escuchaba también decir que tenía un plan, que era para generar trabajo en Estados Unidos, pero también para cumplir con algo que era tan complicado, en Estados Unidos, que era el acceso a la vivienda. La candidata a presidenta de los Estados Unidos planteaba un programa de 3 millones de viviendas. O sea, ahí está, se pinchó el globo: no es un problema que tenga que ver ni con los políticos argentinos, ni con la historia, sino que es de desigualdad que engendra el sistema, que ha tenido muchas crisis y que hace que haya millones y millones de personas que no puedan acceder a lo básico y otras a cuestiones centrales. Decía [recién] la locutora que en la biblioteca de cada una de las nuevas viviendas, hay un ejemplar de la Constitución Nacional. No estoy hablando de un libro en sánscrito, de un incunable o de algo demasiado largo, es la Constitución que rige la vida de los y las argentinas y dice que la vivienda es un derecho. O sea, que no estamos discutiendo…
Porque fíjense que es la constitución del 53, la que está inspirada en Alberdi, está inspirada en los liberales. Hoy tenemos una situación donde parece que nada es un derecho, que lo único que funcionaría bárbaro es el “sálvese quien pueda”. Pero la verdad es que a través del mercado, a través del sistema privado se pueden comprar un montón de cosas para los que tienen los recursos. Por eso yo quería dejar en claro que acá, en la Provincia de Buenos Aires, nosotros no solo distribuimos la Constitución Nacional si no que la leímos y, además de eso, la respetamos. Y no es que cada uno hace lo que se le canta; juramos sobre la Constitución Nacional por eso estamos haciendo estas cosas.
Hoy distribuyendo escrituras hemos anunciado algo. Con el intendente el Centro Universitario viene andando muy bien y me dicen que permite que los pibes y pibas de Rauch puedan estudiar acá, tienen alguna alternativa para no tener que irse a otro lugar, más lejos, y poder quedarse cerca de su familia o en su pueblo, donde quieren estar. Hoy anunciamos la ampliación del Centro Universitario. Así que allá quieren cerrar las universidades, acá las ampliamos. Ahí nos dejaron 16.000 viviendas plantadas, acá las entregamos y estamos viendo cómo seguir con esto.
Seguimos distribuyendo escrituras, creo que es algo que a veces parece que se instala porque insisten o lo dicen agrediendo con violencia, con insultos y entonces parece que tiene más razón. A veces parece que es muy infantil pensar que si gritas más… Pero me parece que esos discursos de odio, esos discursos de violencia, de que al que no piensa igual lo denigro, lo insulto, bueno, a esos discursos acá en la provincia de Buenos Aires les picamos el boleto. Ya no va más. Basta de insultar, basta de agredir, no a un gobernador porque nosotros hoy estamos acá dos partidos políticos distintos mostrando que se puede no tener las mismas, exactamente, doctrinas, pero sí creer en cosas que son tan importantes. Y además, crea uno o no, si recorrieran nuestra provincia se darían cuenta de que esta idea de que sobra educación pública no es lo que siente nuestro pueblo.
Andan agrediendo maestros y maestras por allá, y nosotros creemos que es lo mejor que tenemos en la Provincia. Pero esta idea de hay que achicar y hay que privatizar todo, después cuando uno mira las encuestas, incluso encuestas que hacen desde el poder central, del Gobierno nacional, ve que no es verdad que todos quieran privatizar todo, que están de acuerdo con el váucher, con romper y destruir el Estado. No es así. Me parece que hay que hacerlo valer también.
Acá en la Provincia de Buenos Aires nos quieren fundir, nos quieren ahogar. Quieren disolver el federalismo argentino, y esto que estamos haciendo hoy: entregar viviendas, estar entre partidos políticos distintos, recorrer el interior, podemos criticar, podemos discutir, podemos polemizar, pero en vez de eso, hemos decidido mostrarlo con los hechos y en la práctica. El federalismo, el trabajo con tolerancia y, sobre todo, el reconocimiento de los derechos. Creo que en eso no tenemos nada que ver —ni un átomo que ver— con el Gobierno nacional, pero es lo que pide nuestro pueblo: más educación, más salud, más infraestructura, más vivienda. Así que nosotros tenemos un compromiso: hacer cumplir la Constitución Nacional y ampliar los derechos.
Muchísimas gracias.