Buenos días a todos y a todas.
Muchas gracias, Pablo [Pablo Zurro, intendente de Pehuajó], Ave [Avelino Zurro, diputado por la Provincia de Buenos Aires], por recibirnos de nuevo. No fue hace mucho tiempo que estuvimos en Madero, con la sede del Banco. Así que muy contento de estar en Pehuajó. Y muy contento de poder hacer esto que estamos haciendo, porque algunos no se dan cuenta, y esto es un acierto tuyo, Pablo, en materia de comunicación, de explicación. Porque, a veces, una imagen dice más que cien discursos, que mil palabras. Y algunos no se dan cuenta de que ese terreno de ahí, donde estaba todo preparado para hacer 150 y pico de viviendas, podría estar igual que este terreno de acá, con las viviendas. Pero algunos tampoco se dan cuenta de que este terreno de acá podría estar así. Hoy podríamos estar en una calle rodeada de dos terrenos baldíos, de dos terrenos llenos de yuyos y sin ninguna vivienda y sin ningún avance, sin ningún progreso para Pehuajó, ni para los vecinos y vecinas.
Y la verdad es que nadie quiere un país así. Nadie quiere un país de abandono, de desidia; hay que decirlo también: de un alto grado de crueldad. Hay un elemento ideológico, esto que ellos llaman liberal libertario, en el que el mercado va a resolver todo. Es lo que dicen cuando me vienen con que Milei convenció con sus teorías, con sus vídeos de TikTok, a todo el mundo y que ahora en la Argentina la escuela de pensamiento, la ideología dominante, es la austríaca, ¿no? —como Milei es austríaco, o la liberal libertaria, que todos ahora están convencidos del credo, de la religión de Milei, donde el dios es el mercado—, y con que le creyeron a Milei que todo era un desastre y que lo que va a resolver todo es quitar al Estado, borrar al Estado y que venga la empresa privada, solo la empresa privada, con las familias, con los laburantes y que así se va a resolver todo. Yo estoy convencido de que eso es mentira, de que no convenció a nadie.
Que los motivos por los cuales Milei hoy es presidente son muchos, tienen que ver con metidas de patas, tienen que ver con dificultades, tienen que ver con frustraciones. Tiene que ver con un fenómeno mundial, porque Milei no viene solo. Ustedes no se crean que Milei es un tipo que tiene un talento, que empezó en los canales de televisión y que por ser tan talentoso lo llamaban, lo convocaban y entonces se hizo famoso. Mucha guita hay atrás de la campaña de Milei. Esas horas de televisión las pagaban los que hoy lo aplauden y festejan. No es su talento, su espontaneidad, es un plan, es un plan que, además, para colmo, porque alguno de los nombrecitos de los empresarios que le pusieron guita, de los millonarios que lo financiaron, ya los vamos conociendo, ¿no? El otro día veía en la revista Forbes a los más millonarios de la Argentina. Tipos que tienen 1.000, 2.000, 3.000, 6.000 millones de dólares. Mucho más que miles de presupuestos de Pehuajó. Fortuna personal.
Yo estoy seguro de que esos tipos no aplauden a Milei en el Luna Park por su talento como cantante, como imitador. Lo aplauden porque lo financiaron para que esté ahí y porque es su empleado y le está dando a los negocios. Lo aplauden porque se están forrando de plata. Y hay que ser en esto claro, porque es gente que tiene un poder adquisitivo que se puede ir a ver cualquier espectáculo de los más caros que se les ocurra. Cualquier evento, en cualquier esquina del mundo, tienen aviones privados y lo van a ver al Luna Park imitando a Sandro, no sé.
Entonces, uno ve a un tipo con toda esa capacidad adquisitiva, probablemente cultural, aplaudiéndolo y gritando, y dice: “bueno, acá algo raro pasa”. Y es importante ver eso, porque además también hay todo un grupo de una derecha internacional, una internacional de ultraderecha. Entonces Milei viaja para allá, va a un país ni saluda a las autoridades, se mete en una especie de esos concursos que tienen a ver quién dice la barbaridad más grande y la crueldad más grande, ¿no? Que la justicia social es una aberración, que el Estado es una organización criminal. Eso andan diciendo y se aplauden entre ellos. Y para que tomen nota: viaja en avión, va con comitiva, va con la hermana, va con todo y [eso] se paga con la nuestra; se paga con la de los impuestos. No se la paga él. Como tampoco el hotel donde estaba.
La verdad es que estamos ante una situación espantosa. Y yo estoy seguro de que acá, en la provincia de Buenos Aires, esas ideas ridículas, esas ideas inaplicables que tiene, esas escuelas de pensamiento que nadie conocía, la Escuela Austríaca, Von Mises, Hayek, nadie las conoce. Nadie en la Argentina, o muy poquitos, están convencidos ahora de esas ideas. Porque nosotros sabemos, Pablo, que en la provincia de Buenos Aires, en el territorio, en la realidad, el mercado no resuelve todo. Hay cosas que resuelve, pero hay una enorme cantidad de cosas necesarias, yo diría imprescindibles, que el mercado no resuelve.
En los pueblos de la provincia de Buenos Aires no está prohibido, ni por el intendente ni por el gobernador ni por nadie, poner una clínica como la de Los Arcos o la Suizo Argentina, esas enormes clínicas de lujo que hay en la Capital Federal. No está prohibido y no aparecen. No viene un empresario y pone una enorme clínica de lujo en Pehuajó. ¿Y saben por qué no la pone, por qué no la instala? Porque hace su trabajo, como corresponde, y siendo empresario busca una ganancia, busca un rédito, busca una renta, busca un beneficio económico. Y para que un bicho así te dé un beneficio económico, necesitás millones de personas que estén cerquita, o sea, que primero nunca se pondría en una localidad de 50.000, 60.000 habitantes, nunca podría aparecer. Y necesita un poder adquisitivo muy alto, que tampoco hay. Hay en contados lugares de la Argentina, yo creo que en dos o tres ciudades.
Entonces, ¿qué es lo que pasa? ¿Hasta dónde llega el mercado y dónde no llega? Bueno, el mercado no puede garantizar salud para todos y para todas, no la puede garantizar, porque no hay negocio en los pueblos distantes, en los pueblos pequeños y para determinados poderes adquisitivos. Conclusión: el Estado aparece históricamente porque el mercado no soluciona todos los problemas. No soluciona, además, cuestiones básicas, esenciales, mínimas. El mercado no soluciona la salud para todos. El mercado no soluciona la seguridad para todos. ¿Hay seguridad privada? Sí, pero no soluciona para todos. El mercado no soluciona la educación para todos y el mercado, saben ustedes bien que cada una de estas casas puede salir 40, 50, 60 millones de pesos y no todos la pueden pagar; muy pocos la pueden pagar. El mercado no soluciona el acceso a la vivienda.
Para eso, en la provincia de Buenos Aires sabemos muy bien que si nos tenemos que quedar esperando que lo solucione la empresa privada nos vamos a quedar sin salud, sin educación, sin vivienda, sin seguridad. Para eso está el Estado. Y por eso, y porque lo dijimos, porque lo dijo Pablo, porque lo dijo este gobernador, porque lo dijo nuestra fuerza política, por eso, Milei perdió en las PASO, perdió en las generales y perdió en el balotaje en la provincia de Buenos Aires. Porque así como está aquel [terreno], estaría este si hubiera ganado Milei y sus candidatos o Macri y sus candidatos. Y a veces se pierde dimensión.
Por eso, Pablo, de manera reivindicativa, quiero decir que yo te banco; te banco, también, en el enojo y a veces en los insultos y en el exabrupto, porque da mucha bronca, la verdad que da mucha bronca. Porque es mucho esfuerzo y mucha dedicación construir estas viviendas. Pero el Gobierno de la provincia y el Gobierno del municipio no pueden solos. Necesitamos un Gobierno nacional que se ocupe —con recursos que saca de nosotros— de hacer obras en las provincias. Por eso, cuando Milei dijo “obra pública cero” y alguien lo votó, capaz que no tomó dimensión de lo que significaba. Nos paró 1.000 obras en la provincia de Buenos Aires. Nos paró 16.000 viviendas, Pablo, como las 600 de Pehuajó, en la provincia de Buenos Aires. Y eso no son ni números, ni ladrillos, son familias, son personas de carne y hueso a las que cagó Milei. Así que la mala palabra la digo yo: les robó y los cagó.
Me parece que es importante resaltarlo porque a veces en el revoleo y en el transcurso de la situación política, en la disputa comunicacional, se pierden estos problemas. Cuando vine a Pehuajó, las últimas veces, hablamos tanto de la planta depuradora, de la defensa de la laguna, pero hablamos de una obra importantísima que es la del acueducto, que es el fin de los problemas de agua que tiene Pehuajó. Esas obras de agua eran con plata internacional, gestionadas por el Gobierno nacional en la etapa anterior. Gracias Kato [Gabriel Katopodis, ministro de Infraestructura y Servicios Públicos de la Provincia de Buenos Aires] por el trabajo [realizado como] ministro de Infraestructura Nacional. Obras históricas…
Hay obras que un intendente no puede hacer con su presupuesto; entonces viene la Provincia y terminamos la vivienda; terreno de ustedes, obra nuestra, terminamos la vivienda. Hay obras que la Provincia no puede hacer y recurre al Gobierno nacional. Y esto pasa en todos los países del mundo. Hay obras que un Gobierno nacional no puede hacer y recurre a los organismos internacionales, que le prestan, a tasa bajísima y a 30 años, para que hagas determinadas obras de infraestructura, como es el tema de las obras de agua. Llegó Milei y, con una crueldad y una falta de humanidad inmensa, frenó las obras, frenó los proyectos. Y Pehuajó, por culpa de Milei, y yo quiero que salgamos de acá a decirle a cada uno de los vecinos y vecinas de Pehuajó, que por culpa de Milei, gratuitamente, sin ninguna necesidad están hoy con las obras que necesitan paradas. ¿Qué trajo Milei en un año de gobierno? Desgracia y crueldad para los pueblos de la provincia de Buenos Aires.
Ese es el balance de un año de Milei: fiesta en la City, fiesta en los bancos, fiesta de los especuladores; desgracia y calamidad en los pueblos de la Provincia, abandono y deserción. Ese es el boletín de calificaciones de un año de Milei. Y paró las obras, y paró obras con financiamiento internacional que estamos trabajando, pero es muy difícil transferir a la provincia de Buenos Aires.
También está la defensa de la laguna: una obra de 12.000 millones de pesos, una obra importantísima, histórica, que Pablo viene pidiendo hace muchísimo tiempo. A mí me llena de orgullo, esa obra es del Gobierno provincial y la obra continúa. La planta de cloaca, la planta depuradora de líquidos cloacales, una obra de saneamiento que tiene que ver con la dignidad, que tiene que ver con la calidad de vida, tiene que ver con la salud, porque cuando no es así los residuos se vuelcan a los cursos de agua, a la laguna. Es muy difícil, son obras carísimas. Esa es una obra, también, muy costosa: 25 millones de dólares sale esa obra; muy por encima de las posibilidades del presupuesto municipal. Bueno, esa obra, la planta depuradora, empieza en febrero, es de la Provincia de Buenos Aires, es para las décadas que vienen. El gas de Mones Cazón, en curso.
Terminamos hace poco —esta es una historia linda porque es un centro de primera infancia— un CDI. Entre las 1.000 obras que nos plantó en la Provincia —con esta falta de registro y falta de empatía que tiene Milei—, 85 son centros de primera infancia, para los pibitos más chicos. Kato asume como ministro de la Provincia y me dice: “esas [obras] hay que terminarlas”. El otro día estuvimos inaugurando, acá, una de esas obras que plantó Milei; pudimos terminar nosotros el centro para la primera infancia; las cloacas en Madero, también; el Banco Provincia en Madero.
Nuestra tarea —aún con un Gobierno nacional de esta índole— es seguir trabajando incansablemente. Por eso yo quiero felicitarte, Pablo, porque no parás un minuto, no parás un día, que los demás hablen.
Todos sabemos que cada día que pasa de abandono de obra, cada día que pasa de esta política es más deterioro, es más dificultad. Pero esto no dura para siempre, pero no es que no dure para siempre como una tormenta, como un invierno complicado, como una sequía, no es que no dura para siempre porque es un hecho climático, natural. No dura para siempre a condición de que hagamos lo que tenemos que hacer, no dura para siempre si quienes pensamos distinto, quienes sentimos distinto trabajamos para organizarnos y para ponernos en el camino de la formación de un frente político que pueda sacar a Milei del gobierno.
Por supuesto, como gobernador de la provincia de Buenos Aires voy a caminar todos los pueblos convocando a todos, a los nuestros, a los del campo popular, a los que lo votaron a Milei y ya se vayan dando cuenta de que la motosierra les cortó el brazo, a los que pensaron que la casta era el otro, pero que ahora les toca el ajuste porque son jubilados que se van quedando con una jubilación patética, sin remedios. ¿Quién no tiene un adulto mayor en la familia que estamos viendo cómo hacer, por la crueldad de Milei, que le baja como nunca antes las jubilaciones, le saca las prestaciones, el PAMI lo está sacando directamente de algunos pueblos de la provincia? Compensar, sustituir en la medida de lo posible lo que abandona Milei, pero no podemos con todo. Así que lo que hay que hacer, la responsabilidad que tenemos y el mandato que tenemos es ponernos a trabajar para conformar un frente político que sea una alternativa, que pueda ganarle a Milei en las próximas elecciones, que pueda ganarle a Milei a nivel nacional.
Pablo, yo te agradezco mucho lo que hemos hecho. Te agradezco las palabras, también y quiero decir que, como pueden contar para estas viviendas, con el Ministerio, con el Municipio para cualquier problema que tengan, aunque sea responsabilidad de Milei y aunque no tengamos todos los recursos porque también quieren fundir a la provincia de Buenos Aires, ustedes saben que pueden contar con nosotros. Cuenten con nosotros.
Muchísimas gracias.