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SAN ISIDRO

Palabras del Gobernador Kicillof durante la puesta en funcionamiento de nuevos patrulleros

Miércoles 19 de Marzo 2025

Buenos días a todos y a todas.

Gracias, Ramón [Ramón Lanús, intendente de San Isidro], por recibirnos de nuevo. Vos sabés que hay una especie de mito, de leyenda o de maniobra política que intentan instalar desde que soy gobernador, que es que no nos preocupa el tema de la seguridad. Siendo respetuoso, como lo soy siempre que estoy en un distrito gobernado por una fuerza política diferente, quiero decir que cuando llegamos acá, en el 2019, así como a vos te pasó ahora encontrar patrulleros abandonados sin poner a funcionar, encontramos a la Fuerza de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires en un estado catastrófico. Y esa es la realidad, está documentada, es objetiva. Teníamos, ni bien asumí, más allá de lo que había ocurrido y más allá de lo que se muestra y no se muestra, enfrentamientos en nuestra Provincia entre Fuerzas federales y Fuerzas bonaerenses en una estación de servicio con muertos.

Cosas inéditas, con gobiernos del mismo signo entonces, porque estaban Macri y Vidal gobernando, pero lo cierto es que en la Provincia de Buenos Aires predominó lo que hoy llamaríamos, tristemente célebre, popularizado como “la motosierra”. Tristemente célebre y popularizado como el “no hay plata”. Entonces, mientras hablaban de la cuestión de la seguridad, desinvertían, desvestían a nuestra fuerza de seguridad. Encontramos 790 patrulleros en total. Vos fijate que de lo que hablaste, y de esto que estás presentando, sería significativo, sólo la presentación de hoy y las que mencionaste, los 33 que compraste con el leasing, los que tenés ahora, los que estás por comprar, sería significativo solo lo que estás haciendo en San Isidro con el total de los 790 patrulleros que teníamos funcionando cuando asumimos. Y eran chatarra.

Habíamos perdido 10.000 agentes en la Fuerza de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires. Los sueldos de los efectivos habían bajado en términos reales 30 por ciento, y no estoy poniéndole chimichurri ni exagerando, estoy contando lo que nos encontramos cuando asumimos. Los chalecos antibalas [estaban] todos vencidos, las armas no funcionaban, pero tampoco se sabía por qué no había una política de reentrenamiento y de práctica permanente, continua, de tiro a nuestros efectivos. Es decir, había efectivos en la calle que estaban portando un arma, que habían hecho su preparación como cadetes, que habían ingresado a nuestra policía y que nunca habían tirado. Y, además, las armas no funcionaban y no había municiones.

Cuando digo esto no lo hago con un afán de chicanear, simplemente contar lo que pasa con las políticas de ajuste, [de] motosierra. ¿Y qué termina ocurriendo? Que después no hay inversión, no hay recursos y, además, por más que esto se trate de camuflar con políticas de marketing, con discursos vistosos o atractivos para determinado público, o provocativos o mentirosos directamente, la realidad de la Provincia de Buenos Aires era que había un abandono absoluto de nuestra Policía bonaerense.

Yo repito y machaco sobre esto porque es mucho lo que se hizo, incluso estos patrulleros. Estos patrulleros que estaban guardados —lo veníamos hablando con el ministro porque [lo] teníamos registrado— eran del Fondo de Seguridad que distribuyó la Provincia. Pero nosotros este año todavía no distribuimos un fondo de seguridad, dijimos “¿cómo? tal vez era un adelanto sobre el fondo que va a venir”. Y no, nos enteramos ahora que era el fondo del 2021 que se había utilizado pero que nunca se habían puesto a rodar los patrulleros. Pero que hubiera ya en el 2021 un fondo de seguridad, decía Ramón muy bien, con colaboración del Gobierno nacional, muestra ya que empezamos una tarea de reconstrucción de las capacidades, del equipamiento, de la tecnología de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, de nuestro ministerio de Seguridad.

Teníamos los móviles: 790 para 1.100 cuadrículas en el conurbano. O sea que no alcanzaban ni para empezar y estaban en condiciones desastrosas. Entonces, hubo que, en el primer tiempo, sobre todo, hacer una inversión muy grande simplemente para recuperar, para sacar la cabeza de una situación muy comprometida que había. Y yo creo que se hizo —creo no, tengo los registros— y me parece que lo va a tener que entender hasta la derecha más recalcitrante: se hizo en la Provincia de Buenos Aires la inversión más grande de la historia en materia de recursos, de equipamiento. Y es la realidad. Es la realidad. 5.500 patrulleros adquirimos, les pusimos tecnología, los AVL que son la forma que tienen los patrulleros de ser geolocalizados, no la teníamos, no sabíamos dónde estaban los patrulleros. Iniciamos, también, una tarea de incrementar la cantidad de agentes en la Policía de la Provincia, habíamos perdido 10.000.

A esta altura y con mucho trabajo, hablaba Ramón del reclutamiento, de la tarea que significa y que tenemos que compartir entre todos, no es poner un aviso en el diario, sino una tarea permanente y continua de buscar a bonaerenses, mujeres, varones que quieran incorporarse a nuestra Fuerza de Seguridad. Y después, obviamente, una vez hecho ese reclutamiento, todos los exámenes que corresponden, después una capacitación, cambiar la capacitación. Por eso, equipamiento, tecnología, recuperamos 13.000 agentes en la Policía de la Provincia de Buenos Aires. O sea que ya estamos encima de lo que durante mucho tiempo significó un declive. 5.500 patrulleros, 1.000 motos; es la realidad y se la ve en las calles de la provincia.

Por supuesto ahora voy a hablar si alcanza o no alcanza, estamos satisfechos o insatisfechos. Ahora, si no hay inversión en seguridad, no pasa nada. Compramos 77.000 chalecos antibala, que no había, pusimos en materia de formación, de capacitación, de profesionalización de la Policía, cambiamos los programas, le dimos carácter universitario a la Vucetich; de esa forma podemos dar más jerarquía a la formación policial, trabajar con cuestiones que no sean simplemente… Hubo momentos donde la formación de un agente de policía llevaba 6 meses y [salía] a la calle con un arma y, luego, sin acompañamiento, sin capacitación permanente.

Entonces, obviamente, teníamos una fuerza de seguridad insuficientemente preparada, mal pertrechada, y con una exigencia importantísima. Por eso, yo eso lo quiero decir también, ahora que nos acompaña el jefe de la Policía hoy, el ministro y agentes de la Policía bonaerense, agradecerles de nuevo a los hombres y mujeres que cuidan la seguridad en la provincia de Buenos Aires, que arriesgan su vida. Por supuesto, dentro de la ley todo, fuera de la ley nada, sin abuso policial, con una policía más humana, pero eso requiere inversión, formación, preparación.

Así que se ha hecho un trabajo muy grande, y se ha hecho un trabajo de reorganización en materia policial también, que es importante y lo dijo Ramón, por eso lo rescato, a veces ocuparse de la seguridad parece que consiste en hacer un TikTok y decir alguna barbaridad sobre los que delinquen o sobre lo que hiciste. Ojalá fuera materia de grabar un TikTok, resolver los problemas de seguridad; ojalá fuera tan sencillo como eso, pero es mucho más complicado.

Como bien dijo el intendente, los problemas que tienen que ver con la seguridad son multicausales, es una cuestión multidimensional y multiagencial, eso quiere decir —y es nuestro enfoque— que no tiene una sola causa, pero que además no se resuelve con un solo departamento del gobierno. Tiene que ver con un trabajo permanente. Casi diría que cada vez que se comete un delito es síntoma, es un síntoma de una enfermedad mucho más grave y mucho más profunda. Porque hay alguien que llega ahí con una pistola, o hay alguien que llega ahí con la voluntad y con una mentalidad que le permite hacer estas cosas. Ahí hay un fracaso que es previo al accionar de la justicia y de los policías, que llegan tarde a la situación. Como sociedad llegan tarde porque ya ocurrió y después lo vamos a buscar.

Pero lo que tenemos que hacer y poner nuestros mayores esfuerzos es en que no haya ese impulso, no haya esa situación. Y para eso hay que trabajar con muchísima más seriedad, con muchísima más profundidad. Y yo les digo, para que quede claro, la motosierra va a agravar, no va a arreglar ninguno de los problemas de inseguridad que tenemos en la provincia de Buenos Aires. Tanto en materia de situaciones, de derechos, como de equipamiento. Porque nos sacaron, entre las tantas cosas en las que se agredió al federalismo de la Argentina, con el Gobierno actual, nos sacaron el Fondo para la Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, que eran recursos nacionales.

Y nunca tuve problema con ningún gobernador. Fíjense que cuando se le da a una provincia particular y no se le da a los demás, los demás gobernadores discuten el tema. Nadie duda de que la Provincia de Buenos Aires tiene una deuda histórica en materia de inversión en seguridad. Y quiero decirlo para que quede claro porque estamos reclamando un fondo de 750.000 millones de pesos solamente para el año pasado vinculado a inversiones en seguridad, que se rendían peso por peso al Gobierno nacional; no era de utilización libre o arbitraria de este gobernador o de este gobierno. Y se compartía con los intendentes, que obviamente era lo que teníamos que hacer.

Por eso estamos reclamando esos recursos que le corresponden, ni a este gobernador, ni al intendente, ni al Gobierno provincial, ni al Gobierno municipal. Lo que se llevaron le corresponde al pueblo de la provincia de Buenos Aires; a todo el pueblo de la provincia de Buenos Aires que reclama más inversiones, que reclama más presencia, que reclama más Estado, que reclama más respuesta. Y eso es lo que creo que hay que marcar. 

El día viernes de la semana pasada, dicen las fuentes del sector financiero que, para sostener la cuestión cambiaria, en un día se fumaron, se patinaron 400 palos verdes. En un día. Para sostener la brecha, los paralelos. Podría hablar un rato largo sobre esta política económica, pero no quiero hablar de la política económica. Lo que quiero decir es que entre eso y otros pagos que hicieron, en un día se patinaron 780.000 millones de pesos. El equivalente.

O sea que todo el Fondo de un año, de Seguridad, los patrulleros que nos faltan, los pertrechos que nos faltan, las mayores bases de las fuerzas de seguridad que queremos hacer, todo eso se lo patinaron en un día. Así que basta con decir que no hay plata. La plata está, es para la timba, es para los que la tienen y no la necesitan, es para los ricos, para los millonarios, para los extranjeros. No es para la seguridad de la Provincia de Buenos Aires. Entonces, un día de timba, un día de sostenimiento del mercado cambiario, y ya se llevan un año de inversión en seguridad en la Provincia. Devuelvan a la Provincia lo que necesitamos y lo que nos corresponde. Se lo fuimos a pedir a la Corte Suprema. Necesitamos que la Corte Suprema se expida hoy; basta de darle vueltas, que le devuelvan a la Provincia los fondos que le sacaron.

Y esto no es un pedido partidario, esto es un pedido que hacemos en solidaridad también con los otros gobiernos provinciales. Porque hay mucho de lo que se le ha sacado a los municipios y es mucho lo que se le sacó a la Provincia. ¿Y quiénes atajan? ¿Quiénes responden? ¿Quiénes están siempre cuando hay que abordar las consecuencias de esta política económica? Lo decía recién también el intendente: estamos nosotros. Estamos nosotros, los movimientos sociales, las organizaciones políticas, las organizaciones también religiosas, las de la sociedad civil. Es toda una sociedad teniendo que hacer frente sin los recursos que corresponden. Y el Estado nacional no tiene en esto una potestad optativa.

No es que decide Milei porque venía con una ideología, un cassette. No es que decide Milei si pone o no recursos en educación, si pone recursos en salud, si pone recursos en seguridad o si pone recursos en infraestructura. Basta, es ilegal y es violatorio de la Constitución Nacional. El Gobierno nacional tiene que ocuparse de los problemas de los argentinos y las argentinas, no solo de los problemas de Elon Musk, de Donald Trump, de Israel, de otros amigos que puede tener Milei.

Está muy bien que tenga los vínculos, pero tiene que ocuparse de los problemas que tenemos en los barrios de la Provincia; tiene que ocuparse el Gobierno nacional, como hacen los intendentes, como hace el gobernador, como hace la militancia, como hacemos todos los días los que tenemos alguna sensibilidad y algún vínculo con la realidad de nuestro pueblo. Por eso, quiero hacer un pequeño anuncio. Lo decía Javier, pronto vamos a estar con algo que también dijimos en el inicio de las sesiones, que tiene que ver con este programa para abordar el problema de los menores en conflicto con la ley, desde una perspectiva multidimensional.

Por supuesto que al que cometa un delito tiene que caerle todo el peso de la ley, pero, por supuesto, también, que nosotros desde la Provincia de Buenos Aires, desde cada intendente, tenemos que buscar una respuesta y un acompañamiento a las familias, a los barrios, para poder abordar esta problemática que es multicausal y es multidimensional. Pero también te quiero decir, Ramón, que me lo preguntabas cuando venía, el otro día anunciamos que iba a haber un fondo que se iba a distribuir entre todos los municipios; los que comparten y comulgan con nuestra ideología política y los que no. Por supuesto, que tiene que ver con un Fondo para la Seguridad.

Lo que nos sacó el Gobierno nacional no lo podemos sustituir, en magnitud, por el calibre, pero vamos a estar con un fondo de 170.000 millones de pesos que se va a distribuir pronto, una parte directo a los intendentes, para que puedan adquirir equipamientos, patrulleros, para que lo usen en seguridad.

Acá, al Municipio, le corresponden 1.300 millones de pesos aproximadamente. Así que vamos a estar pronto distribuyéndolos y yo creo que son cuestiones en las que tenemos que trabajar en conjunto.

Cierro con esto, me parece muy importante dejar en claro que en el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires [son prioridades] seguridad, educación, infraestructura, obra pública. Para que quede claro, obra pública. El otro día estuvimos en Luján, una localidad importantísima de la provincia de Buenos Aires, histórica, tiene más de 400 años de historia nuestro pueblo de Luján; ahí está la Basílica, es un lugar en el que se respira espiritualidad, pero se respira también historia argentina, se respira soberanía nacional y tienen un río que cada 7 años desbordaba, cada 25 desbordaba más y cada 50 mucho más. ¿Qué problema había? Había que hacer algo para abordarlo, como en el Salado, como en la cuenca del Salado, como también en el Duppy, ahí en Matanza. Son obras costosísimas. Bueno, estuvimos recorriendo obras por 300 millones de dólares para mejorar la capacidad del río y que no genere esas dificultades.

Es la diferencia entre tener agua y no tener agua, tener cloaca y no tener cloaca, tener vivienda y no tener vivienda, tener escuela y no tener escuela, tener hospital y no tener hospital, toda esa diferencia tiene que ver con la infraestructura.

Ahora, para determinar, la diferencia entre tener derechos y tener dignidad, muchas veces, en buena parte de los casos, es la obra pública. Así que cuando les digan cero pública, piensen en las 80 escuelas que nos pararon, en las 1.000 obras que nos pararon, en las rutas nacionales que no tienen inversión, piensen en la escuela que falta, en el hospital que falta, en la base de seguridad que falta, piensen en una vida más digna de la que nos están privando.

Así que, muchísimas gracias a todos y a todas, gracias Ramón por recibirnos. Vamos a seguir trabajando en conjunto, me parece que se puede hacer, me parece que se puede dar respuesta y me parece que se puede diferir, también, políticamente, porque esa es la democracia.

Así que muchísimas gracias a todos y a todas, gracias por el acompañamiento, gracias por estar siempre.

Muchas gracias.