El Ministerio de Desarrollo Agrario, a través de la Dirección de Industrias y Productos Alimenticios (DIPA), emite recomendaciones sobre este sistema de producción, basado en un manejo integrado de recursos, para producir alimentos de manera sostenible.
La producción orgánica brinda alimentos sanos y sin restos de agroquímicos ni organismos genéticamente modificados, dado que los excluye, expresamente, tanto en el campo como en su procesamiento. De esta forma se busca cuidar el medio ambiente y la salud de los consumidores, que garantizan estos atributos a partir de la certificación y un sistema de trazabilidad.
Los alimentos orgánicos en Argentina garantizan:
- Un modelo de agricultura y producción alternativo y sustentable.
- El manejo racional de los recursos naturales.
- El mantenimiento y aumento de la fertilidad de los suelos.
- El no uso de productos de síntesis química ni organismos genéticamente modificados.
- Un estricto control de calidad en su proceso productivo, con certificación.
- Su frescura y sabor intactos
- El bienestar animal y la diversidad biológica.
No cualquier producto es orgánico, y como consumidores no debemos confundirnos con otras definiciones que no se ajusten a la siguiente descripción: La Producción Orgánica en nuestro país está amparada por la Ley 25.127, sus Decretos y Resoluciones, estando a su vez definida por organismos oficiales y privados internacionalmente reconocidos, como el Codex Alimentarius e incluye un sistema de certificación y control.
Este es el logo que identifica a los productos que garantizan su calidad orgánica, mediante la certificación de sus sistemas productivos y posterior elaboración, permitiendo su rotulado como “Orgánico”, “Ecológico”, “Biológico", “Eco” o “Bio”.
Gracias al estricto control oficial a cargo del SENASA y las empresas certificadoras nacionales, Argentina es hoy uno de los países abastecedores de productos orgánicos más confiables del mundo.