En el año 2016 la Dirección de Sustentabilidad, Ambiente y Cambio Climático calculó la Huella de Carbono del Ministerio, con el objetivo de identificar la línea de base de las emisiones de GEI traducidas en emisiones equivalentes de CO₂, que se emiten como consecuencia del consumo de combustibles fósiles y energía eléctrica, en las actividades que se llevan a cabo a lo largo de un año.
Independientemente del valor calculado que se obtuvo como resultado, es interesante cómo a partir de la aplicación de la herramienta se lograron identificar los puntos críticos (las actividades con las mayores emisiones) de los consumos de recursos energéticos y materiales, y en consecuencia identificar las oportunidades para planificar y llevar adelante acciones y medidas en pos de reducir tales emisiones.