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Plan del Delta

Este trabajo puso de manifiesto la necesidad de implementar un plan de obras hidráulicas que posibilite el desarrollo económico y social de la zona del Delta Bonaerense, a través de la optimización de las vías navegables y mejorando subsidiariamente las condiciones de desagüe y drenaje de las zonas aledañas a las mismas.

La iniciativa fue encarada desde la Dirección Provincial de Saneamiento y Obras Hidráulicas, a raíz del amplio conocimiento de la problemática local, y en función de la competencia asignada por el Decreto 3686/06, en su doble carácter de Organismo a cargo del mantenimiento de los cursos de agua y encargado de ejecutar las obras hidráulicas que llevara adelante la Provincia de Buenos Aires.

Metodológicamente se planteó el trabajo en tres etapas, vinculadas con:

  • Ubicación del Delta Bonaerense y descripción de las características generales de la zona;
  • Planteo de la problemática;
  • Plan de obras.

Ubicación

El Delta Bonaerense se encuentra situado al Noreste de la Provincia, y se extiende en forma de triángulo cuyo vértice se encuentra al norte de la ciudad de San Nicolás de los Arroyos (Desembocadura del Arroyo del Medio) hasta la desembocadura en el Río de la Plata, siendo el Río Paraná Guazú el límite con la Provincia de Entre Ríos.

Posee una superficie insular de aproximadamente 300.000 hectáreas, surcadas por cerca de 350 cursos de agua (navegables o no), los que sumados alcanzan una longitud cercana a los 2.500 kilómetros. Asimismo es de destacar la extensa ribera continental fluvial en la que encontramos además de los más diversos accidentes geográficos, gran cantidad de obras e instalaciones fijas de ribera tanto de particulares como de Jurisdicción Municipal o Provincial.

En cuanto a los Partidos involucrados, el Área del Delta Bonaerense abarca territorio propio de nueve Municipios, los que aportan aproximadamente las siguientes superficies:

PARTIDOS HECTÁREAS
San Nicolás 1856
Ramallo 2.212
ISan Pedro 11.436
Baradero 31.336
Zárate 55.256
Campana 64.412
Escobar 7.628
Tigre 21.988
San Fernando 87.288

De las observaciones de documentos cartográficos se podía observar que el Delta avanzaba progresivamente hacia la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en lo que podría considerarse la base del triángulo descripto. A la altura del Partido de Vicente López, este crecimiento poseía un ancho de 50/60 metros por año, estimándose un depósito anual de sedimentación del orden de los 35/45.000.000 de metros cúbicos, en épocas normales.

Las corrientes fluviales originaban complejos fenómenos de erosión localizados, que contribuían notablemente al proceso de embanque progresivo de los cursos de agua y a la consecuente aparición de juncales semisumergidos, que reducían aún más la velocidad de las aguas aumentando la sedimentación, y constituyendo el comienzo de la consolidación de nuevas islas.

Este proceso, fundamentalmente se producía en la zona de transición entre terrenos altos y subanegados poblados con especies subtropicales, conocida como selva marginal, y se complementaba con el posterior depósito de material en la parte perimetral de las islas, dando origen a los "Albardones" de suelo firme.

Estos albardones poseían una cota del orden de los 4 metros frente a San Pedro y 2,80 metros en la zona de Zárate, referidas al nivel Cero del Riachuelo, dejando en los centros zonas deprimidas, las que resultaban temporalmente anegables.

Influencia del nivel de las aguas

En la zona comprendida en el Delta Bonaerense, existían cuatro factores determinantes de la altura de las aguas:

  • Nivel de las aguas del Río Paraná
  • Nivel de las aguas del Río Uruguay
  • Mareas que influyen en el Río de la Plata
  • Vientos del cuadrante sudeste

Para cuantificar adecuadamente la influencia de estos factores, oportunamente se llevó adelante un estudio estadístico de correlación y probabilidades, en el que se concluyó, entre otras cuestiones, que a medida que la distancia con la Ciudad de Buenos Aires se hace menor, aumenta la incidencia del régimen marítimo como elemento determinante de la altura de las aguas en el Delta.

Por ejemplo en la ciudad de San Pedro, el desvío de la altura de agua al promedio se encuentra provocado en un 2% por las mareas y en un 98% por las crecidas del Río Paraná, mientras que en Zárate, la incidencia de estos factores es del 60% y del 40% respectivamente.

Resultando de esto que las inundaciones debidas a crecientes del Río Paraná, se sentían con mayor intensidad aguas arriba de la ciudad de Zárate, mientras que las debidas a crecidas del Río de la Plata eran mayores aguas abajo de dicha ciudad.

Todo este esquema de funcionamiento de las aguas, provocaba casi permanentemente un Estado de Inundación que se mantenía dentro de las áreas deprimidas de las islas, aún después de haber cesado los fenómenos puntuales y bajado los ríos, siendo común ver los ríos bajos y los esteros totalmente inundados, pese a los marcados desniveles que podían presentar estos dos puntos.

Esta situación podía alcanzar proporción de catástrofe, como ocurriera en los años 1959, y más recientemente en 1982/83; 1992/93 y 1997/98, cuando concurren alteraciones en la enorme región del Delta del Paraná (Bonaerense y Entrerriano), con crecientes prolongadas de los Ríos Paraná y Uruguay, y con la acción predominante de los vientos de sector Sudeste sobre el estuario del Plata.

En esa instancia que, tanto los embanques que se producían en las vías navegables como las inundaciones de tierras firmes, atentaban contra las posibilidades de navegar por los cursos de agua, siendo éste obviamente el único medio de transporte apto para el desarrollo de las actividades diarias de la totalidad de los habitantes del Delta.

A efectos de dimensionar adecuadamente la magnitud del movimiento social y económico que se perjudicaba con la situación de ese entonces, por ejemplo, el Delta Bonaerense cuenta con aproximadamente 60 establecimientos educacionales, entre jardines de Infantes y Escuelas Primarias , Secundarias y Técnicas, a los que concurríann alrededor de 3.500 alumnos, que eran transportados por vía acuática por embarcaciones escolares que recorríann algo más de 4.000 kilómetros diarios

Por otra parte, funcionaba un sistema de transporte de pasajeros, en el que las diferentes empresas de la zona efectuaban recorridos internos del Delta Bonaerense / Entrerriano, realizando algo más de 2800 viajes transportando aproximadamente unos 80.000 pasajeros por mes.

Otro aspecto importante para tener en cuenta, estaba dado por el cada vez mayor desarrollo de la actividad turística en la zona, que traía aparejada la navegación de embarcaciones particulares que recorren los intrincados cauces naturales, y el movimiento de empresas internacionales que efectuaban diariamente los recorridos Tigre - Nueva Palmira y Tigre - Carmelo, transportando gran cantidad de turistas que fluían semanalmente atraídos por la belleza natural de la región, y por las ofertas de actividades deportivas y de esparcimiento que aumentaban a diario.

Resultaba fundamental hacer referencia a la navegación vinculada con la producción regional, la que resultaba ser vital para la economía de la zona. Esta navegación se realizaba mediante chatas, lanchones y barcos con destino a los Puertos de Escobar, Dique Luján, Tigre, San Fernando, San Isidro, Olivos y Buenos Aires, involucrando el transporte mensual de aproximadamente 140.000 toneladas de madera (sauce, álamo y pino mayoritariamente), 38.000 arrobas de mimbre, 160.000 kilogramos de junco, 450.000 metros cúbicos de arena, 30.000 metros cúbicos de piedra, 25/30.000 kilogramos de fruta y 4/5.000 kilogramos de hortalizas.

Finalmente, se debía señalar como dependientes de las posibilidades de la navegación de la zona, a los pequeños emprendimientos hogareños y/o colectivos vinculados con la fabricación de artesanías, los que eran el motor de muchas economías personales y centro de atracción turística.

Teniendo en cuenta el análisis de la problemática planteada, se consideraba indispensable la realización de tareas de dragado y remoción de obstáculos, de manera tal que se posibilitara el drenaje favorable de las áreas deprimidas y una adecuada conservación de los ríos navegables y la apertura de nuevos cursos necesarios.

Al respecto, desde la ejecución de la obra "Dragado de VíasNavegables del Delta Bonaerense - Segunda Etapa, Partidos de San Fernando,Tigre y Ramallo", llevada adelante en el año 1983, no se habían realizado obras de importancia en la zona del Delta.

Como ya se adelantara, por Decreto 3686/06, la Dirección de Hidráulica tenía encomendadas entre las acciones a su cargo, la implementación y ejecución de Programas de obras destinadas al mantenimiento, mejora y ampliación de la infraestructura hidráulica provincial.

En función de ello, y a partir del pormenorizado conocimiento de la zona, se había elaborado este plan de obras, considerado conveniente a efectos de su implementación separarlo en seis etapas, las que se individualizan en el mapa adjunto, y habían sido diferenciadas a partir de un criterio de prioridades.

Concretamente, se había estimado que para un adecuado mantenimiento en condiciones de las vías fluviales de comunicación, resultaba necesario ejecutar no sólo el dragado de los cursos de agua, sino además complementarlo con tareas auxiliares de limpieza de obstáculos naturales o artificiales sumergidos, semisumergidos o costeros, los que en su gran mayoría eran especies forestales que por degradación de las costas o por acción de las aguas en permanente movimiento, amenazaban caer a los cursos de agua, debiendo sumarle entre otras cosas, muelles derruídos, defensas costeras de antigua data que se encuentraban carcomidas y pequeñas embarcaciones hundidas.