El domingo 9 de agosto a las 21.00 aproximadamente, un grupo de jóvenes alojados en el Centro Cerrado Almafuerte, comenzaron una protesta. Reclamaban contacto con sus familiares y visitas. Durante el episodio, un trabajador fue retenido durante una hora y media.
Al inicio del ASPO (Aislamiento Social, preventivo y Obligatorio) se acordó con los internos la suspensión de las visitas para evitar propagación de contagios por COVID.
Si bien los jóvenes han tenido la contención de los trabajadores, el equipo técnico del dispositivo y los llamados de sus afectos, estos cuatro meses de aislamiento han profundizado la ansiedad que ya agudiza la privación de libertad. Por ello solicitan retomar el contacto presencial con sus afectos.
Este reclamo tiene lugar en un contexto de emergencia sanitaria, en el que la Provincia, el Ministerio de Desarrollo de la Comunidad y el Organismo Provincial de Niñez y Adolescencia (OPNYA) vienen trabajando en un esfuerzo conjunto, para revertir las problemáticas heredadas históricamente del Sistema de Responsabilidad Penal Juvenil. Entre ellas, el deterioro de la infraestructura en los dispositivos, la falta de personal, la calidad de vida de los jóvenes y las condiciones de trabajo de quienes se desempeñan en estas instituciones.
El OPNYA destaca la acción de los funcionarios y de los trabajadores en la resolución del conflicto, así como del Dr. Guillermo Macerano, juez que preside el Juzgado de Garantías del Joven N°2. Los integrantes del mismo se encontraron presentes en altas horas de la madrugada.
Desde el OPNyA, con anterioridad a este episodio, se viene planificando un cronograma de visitas, respetando los protocolos vinculados a la emergencia sanitaria y no exponer a los jóvenes a ninguna situación de contagio.