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EL SÍNDROME URÉMICO HEMOLÍTICO

Viernes, 18 Diciembre, 2020
EL SÍNDROME URÉMICO HEMOLÍTICO

El Ministerio de Desarrollo Agrario, a través de la Dirección de Industrias y Productos Alimenticios (DIPA), emite las siguientes recomendaciones para evitar el consumo de alimentos que puedan ocasionar esta enfermedad.

El síndrome urémico hemolítico afecta la sangre, los vasos sanguíneos pequeños y los riñones. Se contrae, en la mayoría de los casos, por el consumo de carne mal cocida portadora de la bacteria Escherichia Coli, productora de toxina Shiga (STEC).

La enfermedad puede presentarse en una primera etapa con diarrea, generalmente sanguinolenta, y que puede cursar además con  fiebre, vómitos y dolor abdominal; y luego disminución de la orina, palidez, disminución del estado consciente y convulsiones. Afecta, sobre todo, a los niños de entre 6 meses y 5 años.

Las vías de contagio más comunes son por ingesta de carne cruda, mal cocida o contaminada. También por el consumo de leche cruda, no pasteurizada o derivados; jugos de frutas no pasteurizados; por aguas contaminadas (de pozo sin hervir o clorar, piletas, ríos); a través de las manos sucias después de cambiar pañales o ir al baño; mediante contacto directo con materia fecal de animales; o al manipular carne cruda sin respetar las debidas pautas de higiene.

Para disminuir el riesgo de contraer y trasmitir la enfermedad se aconseja seguir determinadas medidas de higiene personal y alimentaria:

  • Antes de preparar o consumir alimentos, lavarse siempre las manos con agua y jabón. 

  • Asegurarse de que la carne esté debidamente cocida, hasta perder el color rosado; en especial, los preparados con carne picada como hamburguesas, albóndigas, salchichas, chorizos y alimentos rellenos de carne.

  • Luego de cortar carne cruda, lavar cubiertos, utensilios y superficies de corte (tablas, mesadas) con agua y detergente. 

  • En la heladera, evitar el contacto de la carne cruda con otros alimentos, utilizando estantes o recipientes diferentes. 

  • Consumir productos lácteos pasteurizados y que hayan conservado la cadena de frío. 

  • Lavar bien todas las frutas y verduras. 

  • Consumir agua potable y, en caso de duda, hervir el agua antes de beberla. 

  • Enseñar a los niños a lavarse las manos con agua y jabón antes de comer y luego de salir del baño. 

  • Después de cambiar pañales, lavarse las manos y las del bebé con agua y jabón. 

  • No permitir que los niños se bañen en aguas contaminadas o sin control adecuado (ríos, piletas).

  • Si el niño tiene diarrea, evitar que concurra a piletas o natatorios.

Consultar para realizar adecuadamente la cloración del agua de la pileta de su casa.