En diciembre de 1930 asume la dirección del Museo Provincial de Bellas Artes, Emilio Pettoruti. A punto de volver a Europa el artista decide quedarse en La Plata y por diecisiete años se embarca en la tarea de convertir el Museo en una institución dinámica, moderna y latinoamericana. Entre sus grandes planes está el de crear una biblioteca, un primer anaquel de libros sobre la historia del arte argentino, pensado para que el público pueda aprender e informarse sobre el mundo del arte local e internacional.

Pettoruti imagina esa biblioteca como una colección de manuales, cuadernos y ensayos, pero también de fotos, diapositivas, películas y sonidos. Imagina que esta biblioteca viajará por la provincia y por el mundo, dando a conocer los grandes valores del arte de Buenos Aires.

El primer anaquel se inicia con un volumen inesperado… uno que aún se conserva en nuestro Museo. En 1930 Francisco De Santo (1905-1971), artista de veintiocho años, da sus primeros pasos en la pintura, el grabado, la ilustración y el mural. Su carrera será diferente a la de Pettoruti, incluirá viajes por Latinoamérica, interés en los temas telúricos, en el realismo, y en el muralismo mexicano. Pero en esos primeros días de diciembre Pettoruti recibe un regalo de De Santo, un cuaderno de impresiones, grabados hechos en sus primeros viajes por el país y en sus tardes en el puerto de Ensenada y en bosque de La Plata. “Aguafuertes y aguatintas de Francisco Américo De Santo” se convierte así en el primer libro de esa biblioteca imaginaria.

Muelles, ríos, el trabajo y el descanso, el triunfo y la derrota, el luto y la tranquilidad del campo se convocan en estas impresiones de juventud, en unas cuantas obras encuadernadas sin edición, copias, ni selecciones más que las imaginadas por Francisco.

Así, la historia moderna de la biblioteca de nuestro Museo se inicia con el cuaderno de un artista y con el cruce entre un director de vanguardia y un joven grabador que pintaba el futuro del país como el de un pueblo lleno de héroes y heroínas cotidianas.

A noventa y nueve años de la fundación del Museo y preparando nuestro centenario, el viejo cuaderno de De Santo se edita por primera vez -iniciando nuestra Colección de archivo- para seguir desde la virtualidad conectando la historia del arte bonaerense con su pasado, presente y porvenir.

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