El encuentro estuvo a cargo del Instituto Provincial del Cáncer (IPC), la Facultad de Exactas y el hospital Rossi. La Provincia entrega medicación oncológica a más de 17 mil personas.
El Instituto provincial del Cáncer (IPC) del ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires realizó la Segunda Jornada Bonaerense de Cuidados Paliativos con la participación de más de 500 trabajadores y trabajadoras de la salud, estudiantes, docentes y graduados, que se dedican a ofrecer este tipo de abordaje integral a las personas y familiares que atraviesan diferentes tipos de padecimientos oncológicos y crónicos.
La jornada se llevó a cabo de modo presencial en el Centro de Posgrado “Sergio Karakachoff” de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), y de manera virtual. Estuvo organizada en forma conjunta entre el IPC, dependiente de la cartera que conduce Nicolás Kreplak, la Secretaría de Extensión de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP y el hospital “Prof. Dr. Rodolfo Rossi”.
“Este encuentro constituyó un espacio de intercambio de experiencias y formación para profundizar sobre los conocimientos en el área de cuidados paliativos para el abordaje de las personas con cáncer y enfermedades crónicas”, explicó Marina Pifano, directora provincial del IPC, el instituto del ministerio de Salud provincial que provee medicación a más de 17 mil personas con cáncer que tienen cobertura pública exclusiva.
Destacó que durante la actual gestión en Salud, el Instituto Provincial del Cáncer (IPC) aumentó en más del 50 por ciento la cantidad de medicamentos paliativos para enfermedades oncológicas. Además, se incrementó en un 90 por ciento la cantidad de delegaciones bonaerenses para entrega de medicación y se logró reducir en un 40% los tiempos de espera de esos fármacos.
No obstante, el abordaje que propone el IPC no se limita a la entrega de medicación. La psicóloga Mirian Serrano, miembro del equipo de Cuidados Paliativos del Instituto explicó que “la medicación, si bien es uno de los pilares de la atención paliativa cuando el síntoma es el dolor, no agota todas las prácticas que contemplamos. Desde nuestra perspectiva, los cuidados paliativos incluye el acompañamiento desde otras dimensiones, con un abordaje psicosocial y espiritual que contempla, también, a los familiares”.
Por eso, agregó Serrano, los equipos de Cuidados Paliativos se componen de varios profesionales, entre ellos médicos y médicas, psicólogos y psicólogas, enfermeras y enfermeros, trabajadoras y trabajadores sociales y especialistas en rehabilitación.
El director provincial de Hospitales, Juan Sebastián Riera, explicó durante su participación en la jornada que “hoy los cuidados paliativos se corrieron de la vieja lógica que los consideraba solamente una atención para enfermedades terminales: ahora constituyen un acompañamiento integral en una situación de padecimiento para la persona y para sus afectos y, en ese marco, hacemos diferentes intervenciones para ofrecer la mejor calidad de vida posible”.
La directora del IPC expresó, también, que forman parte de “las líneas de cuidado que son una política que lleva adelante la Provincia a través del ministerio de Salud a partir de un Estado presente, que acompaña y cuida”. Pifano agregó que esta perspectiva es clave “porque hoy estamos en un momento donde se está discutiendo qué modelo de país y qué modelo de Estado queremos, y es importante tener en cuenta que implica cada uno”.
Mitos sobre la morfina
Uno de los temas que se abordó en esta oportunidad fue la necesidad de derribar mitos en torno al uso de la morfina a partir de que los equipos de salud identificaron varias creencias erróneas sobre esta droga, que suelen provocar el abandono o interrupción de los tratamientos y que, por lo tanto, perjudican la calidad de vida de las personas con cáncer.
Durante la jornada quedó en claro que es necesario que los equipos de cuidados paliativos hagan especial hincapié en la comunicación con la persona que atraviesa un padecimiento y sus familias: “Muchos suelen creer que si a un paciente con cáncer le indican morfina significa que está muriendo, que la morfina provoca adicción, que si se usa esta droga no habrá nada más si el cuadro se profundiza, que la morfina te mantiene todo el día dormido y que acelera el proceso de la muerte, sin embargo, nada de esto es cierto”, explicó la farmacéutica y miembro del equipo de Cuidados Paliativos, Silvana Pérez Martirena.
En ese sentido, insistió en que dentro de los cuidados paliativos es clave trabajar la dimensión comunicacional: “Hay que dialogar, interrogar e interpelar porque si hay prescripción de esa droga ante un dolor, las creencias erróneas puede atentar contra un tratamiento exitoso”.