En el debate oral y público se juzgan los delitos cometidos por tres represores y la Subsecretaría de Derechos Humanos es querellante en este proceso judicial.
El Tribunal Oral Federal N°1 de San Martín, a cargo de las juezas María Claudia Morgese Martín y Silvina Mayorga, comenzó este martes 29 de octubre con el tramo 17° de la Megacausa que investiga judicialmente los crímenes de lesa humanidad cometidos en Campo de Mayo durante la última dictadura cívico militar.
Los cargos son por secuestros, torturas, homicidios y abuso sexual perpetrados sobre decenas de personas dentro del territorio que funcionó como la Zona 4 de Defensa, que tuvo como cabeza táctica y estratégica a la guarnición militar de Campo de Mayo.
Los tres imputados son dos militares retirados: Pacífico Luis Britos, quien era Jefe de Personal del Área 400, una división del plan represivo que comprendió los territorios de Zárate y Campana y que mayormente lo coodinaron el Ejército y la Armada; y Horacio Rafael Sánchez, que llega a juicio por primera vez. El tercero es el excomisario de la Policía de la provincia de Buenos Aires en Villa Ballester, Carlos Daniel Caimi.
En esta ocasión, el represor Britos carga con la mayor cantidad de casos en juicio, ya que se le imputan los delitos de secuestro y tortura sobre 12 personas ciudadanas de Zárate y Campana, y el homicidio de otras tres.
A su vez, Britos y Caimi ya purgan condenas por su actuación en el genocidio que las fuerzas armadas y de seguridad desplegaron en el territorio nacional entre 1974 y 1983, y las últimas condenas que recibieron fueron a perpetua en el juicio que culminó en julio de 2022. En el caso de Caimi, además, ya purga una condena a 12 años de cárcel desde 2012 pero siempre gozó del privilegio del arresto domiciliario.
Durante esta primera jornada, se leyeron los requerimientos de elevación a juicio, no hubo voluntad de declarar por parte de los imputados por lo cual se incorporaron las instrucciones, y se comenzó etapa testimonial, cuyo primer testimonio solicitó que no sea difundido.