Es una fecha para visibilizar las desigualdades de género que condicionan la vida de las mujeres y LGBTI+ en todos los ámbitos.
El día tiene su origen en la muerte de 129 trabajadoras en 1908 que luchaban por los mismos derechos que sus compañeros varones en la fábrica Cotton, Nueva York, Estados Unidos, y murieron a causa de un incendio provocado por su empleador.
Es importante recordar las luchas conquistadas y tenerlas presentes para mantener viva la memoria: la Ley de interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE); Programa ESI; Ley de Violencia de Género en el Ámbito Laboral; Ley de Cupo Laboral Trans; Ley de Identidad de Género; Matrimonio igualitario; Ley de responsabilidad parental, etc.
Aunque en los últimos tiempos se han conquistado muchos derechos, las trabajadoras siguen ganando menos que los varones por igual tarea, tienen menor acceso a puestos jerárquicos, dedican mayor tiempo que los varones a las tareas de cuidado, y siguen sufriendo femicidios y situaciones de violencia.
Actualmente, la lucha continúa por la igualdad de oportunidades en el ámbito laboral, como así también en el acceso a la educación para alcanzar la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres. También se suman reclamos respecto del contexto de país hoy en día: contra la precariedad laboral y el empobrecimiento que afectan directamente en la calidad de vida; la importancia de las problemáticas ambientales, el cambio de hábitos hacia una vida sustentable y comunitaria.
Estas luchas no se traducen en un “feliz día” sino en la búsqueda de la reflexión colectiva sobre la igualdad de oportunidades para todas las mujeres y diversidades.