La Red fina Secundaria Cloacal barrio Libertador 2 Cuenca B se encuentra en su etapa final y en etapas de pruebas de funcionamiento. El proyecto, que contempla la red fina de cloacas y 908 conexiones domiciliarias, fue elaborado por AySA y financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Provincia de Buenos Aires, con un presupuesto oficial de $ 24.082.611.
La obra permitirá la evacuación de los efluentes cloacales generados por los vecinos en el área delimitada por las calles Triunvirato, Diagonal 150 J.M. Rosas, Rivadavia, Diagonal 166, Las Camelias, Sarmiento y Ricardo Balbín (Ruta 8). Además, recibirá el vuelco de la red secundaria existente “Libertador 2 Cuenca A”, y descargará en la Red Secundaria existente “Libertador 1”.
El Responsable del COMIREC, Ing. Juan Pablo Piccardo se refirió a esta segunda obra concretada por su gestión: “Estamos contentos de concluir un proyecto que amplía derechos de los vecinos. Sin lugar a dudas, existe un antes y un después para el desarrollo del barrio y sus habitantes”. A lo que se seguirá por el mismo camino con el resto de las obras y por supuesto con la construcción del Plan de Gestión Integral que le permitirá a toda la cuenca tener un norte en cada decisión de gobierno.
Cabe destacar algunos antecedentes de socialización de la obra, que se impulsan para cada proyecto en el marco de tener una mayor participación de la comunidad. El Programa de Saneamiento Ambiental constituye un proceso participativo, donde se presenta al organismo y el Programa, los alcances y los plazos.
Se han realizado consultas públicas con talleres participativos, junto a referentes ambientales y organismos no gubernamentales de carácter ambiental. Estos espacios, tales como las mesas de gestión barrial, tienen el objetivo de generar espacios de participación e intercambio, donde los actores de la cuenca se informen sobre los aspectos técnicos, sociales y ambientales y den cuenta de sus necesidades.
Asimismo, se destaca el cumplimiento del Estudio de Impacto Ambiental y Social, que no sólo se enfoca en el punto de vista técnico ambiental, sino también en los componentes socio-económicos favorables al desarrollo de la obra. El balance de los impactos resultaron netamente positivos, ya que permitió responder a la demanda del servicio y tiende al mejoramiento de la calidad de vida.